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Con el respaldo de las comunidades indígenas, avanzan en La Guajira dos proyectos de transmisión de energía eléctrica
A través de un ejercicio de consulta previa y de un proceso de acompañamiento y diálogo constante, ISA INTERCOLOMBIA se convirtió en un referente de buenas prácticas para impulsar el desarrollo sostenible en la región.
ISA INTERCOLOMBIA avanza en dos grandes proyectos de transmisión de energía eléctrica con los que se busca aumentar la capacidad instalada del parque de generación del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
El primero es la línea de transmisión Cuestecitas - Copey – Fundación a 500/220 mil voltios, que se encuentra en etapa de estudios y licenciamiento y pasa por los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena. “Con este proyecto estamos en 9 municipios de la Baja Guajira donde encontramos comunidades campesinas e indígenas (wayuu y los Pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta), concejos comunitarios con los cuales se realizó debida diligencia ante Ministerio del Interior y la comunidad indígena Cariachil”, explica Yuliana Jaramillo, analista de sostenibilidad de ISA INTERCOLOMBIA.
El segundo proyecto es la línea de transmisión Cuestecitas – Majayura a 230 kV, que originalmente fue construida en 1992 para sortear la crisis energética que afrontaba el país en ese momento. En la actualidad se va a conectar la subestación Cuestecitas en el municipio de Albania con el Parque Eólico Windpeshi propiedad de la Empresa ENEL GREEN POWER.
Luego de que las autoridades ambientales le indicaran a ISA INTERCOLOMBIA el corredor o alternativa por donde el proyecto Cuestecitas-Copey-Fundación tendría menor impacto ambiental, el reto para la compañía fue entablar un diálogo con las diferentes comunidades en la zona del proyecto. “Al hablar de consulta previa hay que entender el territorio como una dinámica, donde existen líneas administrativas, hitos geográficos, pero también asentamientos humanos, prácticas culturales, económicas, y organizaciones de base. Buscamos aliados en La Guajira a través de los profesionales étnicos quienes nos instruyeron sobre el relacionamiento con las comunidades indígenas wayuu. Cuando ya tuvimos una visión más clara sobre el territorio, activamos el relacionamiento anticipado que consiste en un paso a paso previo a la realización de las consultas previas donde informamos el estado del arte de los proyectos, vinculamos a las comunidades en las actividades del Estudio de Impacto Ambiental, resolvemos inquietudes y vamos más allá, haciendo parte de la cotidianidad de las comunidades”, explica Ana María Gómez, directora de Sostenibilidad de ISA INTERCOLOMBIA.
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Gómez se refiere a la manera en que la compañía, más allá de ceñirse a las etapas protocolarias de la consulta, se acerca a las comunidades para crear lazos de confianza a través de talleres, reuniones y recorridos en el territorio. “Es esencial que las comunidades confíen en lo que les estamos diciendo, en lo que estamos haciendo”.
Kelly Domínguez, lideresa de la comunidad indígena wayuu El Jordán, cuenta que este fue el primer proceso de consulta previa en el que ha participado su comunidad. La compañía, asegura, hizo el acompañamiento para que entendieran las implicaciones de los proyectos. “Tuvimos varias reuniones. Ellos recorrieron todo el territorio para conocernos mejor. Además, les hicimos unos mapas donde les mostramos los puntos estratégicos en los que nos abastecemos de agua, cazamos y tenemos nuestros cultivos”, agrega.
Alcides Vence Ibarra, cabildo gobernador de la comunidad indígena Cariachil, en el municipio de El Molino, detalla que para ellos también es su primera experiencia en un proceso de consulta previa, pues son una comunidad que hasta hace poco fue reconocida. “Nos sentimos satisfechos con todo el proceso. El proyecto pasa por un territorio ancestral de nuestra comunidad. ISA INTERCOLOMBIA hizo respetar nuestros derechos”, asegura.
Las obras hablan y las comunidades lo manifiestan. “La respuesta ha sido muy positiva por parte de ellos; sin quererlo nos hemos convertido en un referente en la zona de cómo dialogar, de cómo lograr buenas prácticas para que los proyectos salgan adelante con el menor impacto ambiental y social”, concluye Gómez.
*Contenido elaborado con el apoyo de ISA INTERCOLOMBIA