Arte
Colombianos llegan a Nueva York para cambiar la percepción sobre la hoja de coca con propuesta artística, ¿cuál?
Con obras de arte plástico, instalaciones audiovisuales y tejidos de seda teñidos con hoja de coca, un colectivo de artistas colombianos exhibirá desde este 8 de marzo en Harlem su propuesta para resignificar esta planta más allá de su uso ilícito.
Harlem, un espacio de larga trayectoria para el arte y el activismo de las comunidades latinoamericanas en Manhattan, será el escenario de Cocaworlds, una exposición en la que por primera vez se expondrá el trabajo de tres artistas del Cauca con el objetivo de resignificar la hoja de coca en Nueva York.
Este proyecto agrupa a artistas, investigadores y autoridades indígenas en torno a las distintas potencias nutricionales, medicinales, políticas y místicas de la hoja de coca para transformar las narrativas estigmatizantes que ha tenido esta planta.
“En un momento en el que la imagen de Colombia como país productor de cocaína vuelve a estar presente gracias a series de Netflix cómo Griselda, es muy importante un espacio en el que se reconozca la planta de coca más allá de una visión que la reduzca a la producción de cocaína”, aseguró Juan Pablo Caicedo, artista y co-curador de la exposición.
La hoja de coca ha sido un tema recurrente en el trabajo de varios artistas colombianos, muchos de ellos provenientes de regiones que han sido afectadas por el conflicto, como es el caso de Édinson Quiñones y Anyi Ballesteros, quienes participan en la exposición. Quiñones es un artista nasa, raspachín, y hoy en día tiene un camino de sanación espiritual por su tradición indígena. Él conoce las dos caras de la coca: su uso para la producción de cocaína y el lado espiritual.
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Anyi Ballesteros lidera una organización de mujeres artesanas víctimas del conflicto en una de las regiones más violentas del país: El Tambo, Cauca. Ellas diseñan prendas con seda y las tiñen con hoja de coca. También participará el colectivo ‘No más metáforas’, liderado por Julián Dupont, oriundo de Popayán, y Clara Melniczuk, de Francia, quienes activan espacios de escucha y reflexión asociados al conocimiento indígena de la región del Cauca.
“Exponer su trabajo en Estados Unidos es un hito que invita al público de Nueva York a conocer la realidad de las comunidades indígenas y campesinas de Colombia”, explicó Caicedo. De este modo, los artistas contribuyen al cambio de narrativas estigmatizantes y al fortalecimiento cultural de las comunidades.
Giselly Mejía, diseñadora transdisciplinaria y co-curadora de Liana, aseguró que la información que se recibe sobre la planta de coca es sesgada, pues generalmente está asociada a la guerra contra las drogas.
“Para las comunidades indígenas la planta de coca es sagrada, pero su salud, seguridad y cultura se ven transgredidas”, mencionó Mejía.
Este tipo de proyectos permite visibilizar el trabajo de artistas de zonas rurales en un escenario donde se amplifican voces que han sido históricamente marginalizadas. Según Caicedo, el trabajo de los caucanos que estarán en la exposición es una muestra de que en Colombia hay artistas que buscan resignificar una planta que ha estado asociada a la violencia por medio de obras de arte que invitan a la reflexión crítica.
Cocaworlds está a cargo de Liana, un colectivo de investigación curatorial liderado por tres jóvenes colombianos. Juan Pablo Caicedo, Angélica Cuevas y Giselly Mejía son artistas e investigadores interdisciplinarios de Bogotá, Medellín y Támesis que centran su investigación en explorar las interacciones entre plantas, humanos y las prácticas artísticas que se derivan de estas conexiones.
“Esta será la primera de muchas exposiciones y espacios donde a través del arte podremos compartir y unir otros saberes y otras formas de aprender por personas que también están en esta misma lucha”, mencionó Mejía.
Aunque en el lanzamiento solo se exhibirán obras de tres artistas colombianos, en total son doce los artistas vinculados al proyecto. La exposición se inaugurará el 8 de marzo y estará en el Taller Boricua en Harlem, Manhattan, hasta el mes de mayo de 2024.