Especial Pacífico
Con mucho potencial: estas son las razones por las que el Pacífico puede ser clave en la transición energética del país
Aunque las lluvias no dan tregua en esta zona del país, la radiación solar que recibe el litoral pacífico es incluso mayor que la de Alemania, el país líder en la transición energética. Aprovechar esta ventaja para impulsar la energía solar cambiará la vida de las poblaciones de la región que aún no disfrutan de este servicio esencial.
Hoy día, hablar de transición energética en Colombia indiscutiblemente nos lleva al Pacífico colombiano. Fue en Yumbo, en el Valle del Cauca, donde se inauguró en 2017 la primera granja solar del país interconectada al Sistema Interconectado Nacional, que luego avanzó al nivel micro con Soluciones Individuales Solares Fotovoltaicas (SIFV), las cuales permitieron a cientos de comunidades remotas en Zonas No Interconectadas (ZNI) de nuestro litoral pacífico tener energía.
Soy un convencido de que las Fuentes No Convencionales de Energía Renovables y la energía solar cumplirán un papel determinante en la transición energética del país. Algunos lectores podrán preguntarse o asumir que en departamentos como Chocó, Nariño y Cauca la energía solar no funciona, una afirmación probablemente sesgada porque allí la lluvia no da tregua, sin embargo, es todo lo contrario. Si bien este recurso –técnicamente conocido como radiación solar y medido en kWh/m2– es menor al que podemos encontrar, por ejemplo, en La Guajira, la realidad es que en promedio nuestro litoral pacífico recibe entre 3,8 y 4,5 kWh/m2 de rayos de sol al día.
Para poner esto en contexto, el promedio mundial en toda la superficie de la Tierra es de 3,5 kWh/m2 y en Alemania, el país líder en transición energética con las mayores estadísticas de capacidad instalada de energía solar per cápita, el promedio es menor a 2,9 kWh/m2. Como país tropical y cercano al Ecuador, no tenemos estaciones que representen una alta variabilidad en la disponibilidad durante el año.
Adicionalmente, sumando un tema de modularidad que permite aplicaciones desde micro hasta gran escala, la energía solar es llamada a ser el principal recurso y uno de los motores de la transición energética. Pero, ¿qué impacto puede tener en la región? Sin duda, quienes más podrían disfrutar de esa infraestructura son los usuarios finales. A nivel rural, Chocó, Valle, Cauca y Nariño concentran más del 85 por ciento de las ZNI del país. En ellas, más del 80 por ciento del acceso a la energía es mediante diésel, lo que en consecuencia limita el servicio a un promedio de solo seis a siete horas por día. Todos sabemos que el acceso a la energía tiene una correlación directa con el desarrollo socioeconómico, y garantizar este acceso de forma permanente podrá destrabar todo el potencial de nuestras comunidades.
Tendencias
Con respecto a los entornos urbanos y semirrurales, la Autogeneración a Pequeña Escala a través de energía solar, que permite reducir hasta en un ciento por ciento el valor de las facturas de energía, será un pilar para el incremento en la competitividad de las pymes y del sector hotelero. Por otro lado, para los hogares la energía solar representará una gran oportunidad de inversión. Esto cobrará mayor importancia debido al fuerte desarrollo inmobiliario en la región, particularmente de viviendas, más aún si se tiene en cuenta el valor actual de las tarifas de energía, el fenómeno inflacionario y la incertidumbre con respecto a la oferta futura de energía en el mercado mayorista.
Más allá de la electricidad
Como toda transición, este proceso requerirá de tiempo y recursos, tanto humano como de capital. En cuanto al recurso humano, las expectativas no pueden ser mejores. Existen cada vez más programas de capacitación y formación específica para implementar energía solar. No por nada, la profesión de instalador de energía solar es una de las de mayor crecimiento en el mundo. Solo en Estados Unidos la demanda aumenta a un ritmo del 50 por ciento anual. En una región como la Pacífica, golpeada históricamente por el desempleo, esta es una oportunidad de oro para la población y el sector educativo.
Con respecto al capital, los sectores público y privado deben trabajar de la mano. Para llevar energía rural a las ZNI de la región, en los últimos años se han venido desarrollando iniciativas del sector público para implementar soluciones solares individuales en cada uno de los hogares de estas localidades, sin embargo, los resultados han sido mixtos. Por eso mismo, recientemente se hicieron ajustes regulatorios para hacer alianzas público-privadas que permitan recuperar la inversión en este tipo de activos a través de una tarifa mensual, con la condición de garantizar el correcto monitoreo y funcionamiento de las SIFV.
De la mano de Planes Energéticos Comunitarios que pasen de un modelo transaccional a uno transformacional, estos proyectos tendrán una sostenibilidad asegurada. Por el lado urbano y semirrural, iniciativas de algunas empresas y nuevos modelos de negocio que otorgan créditos solares permitirán romper la actual barrera financiera que impide la adopción de este sistema en los hogares y viviendas. En este tipo de iniciativas, el sector financiero está llamado a ser el principal aliado para apalancar este desarrollo.
Por otra parte, los entes gubernamentales de regulación, control y fiscalización serán llamados a mostrar su carácter y posición para evitar tropiezos, demoras, actitudes antirregulatorias y de competencia desleal que algunos actores están tomando para retrasar la llegada masiva de la AGPE a los hogares colombianos, no solo en la Región Pacífica sino en todo el país.
No queda duda de que la energía solar será un gran motor de desarrollo socioeconómico para el Pacífico y cumplirá un papel trascendental en la transición energética de Colombia, no solo por los beneficios directamente a los usuarios, sino por la gran cantidad de empleo que podrá generar. Todos debemos poner nuestras capacidades para que la transición energética del Pacífico pase de ser una gran oportunidad a una gran realidad.
* Cofundador y CEO de SEOS Energy.