Especial Educación
¿Cuáles son los retos pendientes de la educación en Colombia?
La falta de conectividad durante la pandemia afectó a más de 150.000 estudiantes. Además de cerrar las brechas digitales el país enfrenta desafíos como fortalecer la relación entre la academia y el mundo laboral, ampliar el acceso a la educación superior y fortalecer la inclusión.
Durante dos días la 8° Cumbre digital líderes por la educación fue el escenario para debatir los avances y retos que tiene Colombia en materia educativa. Si bien el país ha progresado en los últimos años, la pandemia exacerbó las brechas y dejó en evidencia la necesidad de unir esfuerzos desde todos los sectores para sacar adelante uno de los principales pilares de desarrollo. Los 50 expertos nacionales e internacionales invitados resaltaron la relevancia de la tecnología para disminuir ese rezago educativo. La falta de conectividad y de recursos fue la gran barrera para que más de 150.000 niños, niñas y jóvenes de todo el territorio nacional continuaran con sus estudios en medio de la emergencia sanitaria.
Otro de los grandes retos es el acceso a la educación superior. Se estima que antes de la pandemia se graduaban 475.000 alumnos de la educación media al año. Sin embargo, de ese porcentaje solo 188.000 –el 40 por ciento– continuaban con su formación profesional. En las conferencias y paneles también se profundizó en la necesidad de generar nuevas estrategias que faciliten la inclusión dentro del sistema educativo. Por ejemplo, para la población en condición de discapacidad y las mujeres, a quienes hay que seguir alentando para que ingresen a las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
El índice de empleabilidad de los recién egresados es otro de los asuntos que genera preocupación. Varios de los panelistas invitados mencionaron que todavía existe una gran diferencia entre las habilidades, competencias y conocimientos que se adquieren durante el ciclo de formación y las expectativas y requerimientos del sector productivo. La flexibilidad curricular, la inserción de herramientas tecnológicas y un modelo en donde haya espacio para la práctica profesional fueron alternativas que se plantearon con miras a que las empresas puedan encontrar en la academia una respuesta a las necesidades del mercado laboral.
Aunque a Colombia aún le queda un largo camino por recorrer, fortaleciendo la financiación y cerrando las brechas digitales, la educación está llamada a seguir generando oportunidades y con programas de alta calidad, mejorar las perspectivas de las nuevas generaciones.