El edificio corporativo Amarilo, en Bogotá, es considerado un ícono en la región.
El edificio corporativo Amarilo, en Bogotá, es considerado un ícono en la región. | Foto: Amarilo.

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Edificios de Amarilo en Colombia, un referente de infraestructura sostenible en América Latina

La empresa recibió recientemente dos certificaciones definitivas de EDGE por los proyectos Cantabria y Boreal y una certificación de diseño por el proyecto Amazilia en Bogotá, con los cuales logró demostrar que construir de manera más eficiente y garantizando un ahorro de agua y energía para los copropietarios es una meta posible y necesaria para mitigar el impacto del sector de la construcción en el medioambiente.

11 de junio de 2021

La sostenibilidad se ha convertido en un requisito para los empresarios alrededor del mundo y eso incluye a la industria de la construcción que, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es responsable del 30 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. En Colombia, representantes del sector buscan reducir ese indicador con el desarrollo de infraestructuras que reportan importantes ahorros en el uso de agua y energía. En el caso de Amarilo, líder en el sector inmobiliario en el país, se ha priorizado el cálculo permanente de su huella de carbono y el incremento del alcance de los proyectos en materia de construcción sostenible.

Las estrategias medioambientales de esta compañía han convertido a Colombia en un referente en términos de infraestructura sostenible en América Latina; por ejemplo, su edificio corporativo Amarilo, en Bogotá, es considerado un ícono en la región. La construcción, de 8.729 metros cuadrados, ahorra cerca del 42 por ciento de agua por medio de la captación y tratamiento de aguas lluvia y un promedio de 57 por ciento de energía gracias a sus 78 paneles solares incorporados a la estructura. Adicionalmente, las oficinas de los gerentes se encuentran en el centro para aprovechar la entrada de luz natural.

La planeación de este edificio llevó unos dos años y medio y desde el inicio se tenía como propósito obtener el LEED platinum, el sistema de certificación internacional a edificaciones sostenibles desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos, que la compañía logró obtener en 2020, primero por construcción y luego en operación. En América Latina solo hay otros cuatro proyectos que cuentan con esta certificación; y el de Amarilo es el más grande en área que ha alcanzado la distinción en la región. Adicionalmente, es el primer Proyecto certificado EBOM 4.1 en Colombia (nivel máximo de distinción).

Más sostenibilidad

La experiencia con el edificio corporativo impulsó a Amarilo a incorporar los beneficios de la construcción sostenible en desarrollos de vivienda. Bajo este espíritu, la oferta de proyectos basados en buenas prácticas sociales y ambientales creció y también el interés de los compradores, atraídos, entre otras cosas, por la reducción de los costos de los servicios públicos gracias a eficiencias medioambientales.

Cantabria, el proyecto de vivienda de Amarilo, obtuvo la certificación definitiva EDGE en 2020.
Cantabria, el proyecto de vivienda de Amarilo, obtuvo la certificación definitiva EDGE en 2020. | Foto: Amarilo.

Cantabria y Boreal son los proyectos de vivienda que avanzaron con esta premisa en Bogotá. En 2020 obtuvieron la certificación definitiva EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) del Banco Mundial, que evalúa infraestructuras en términos de sostenibilidad. Ambos desarrollos superan, y en algunos casos hasta duplican, los indicadores mínimos que se requieren para lograr esta certificación; como en el caso del ahorro de energía embebida en materiales que para Cantabria reporta 45 por ciento y para Boreal 46 por ciento, cuando lo requerido es 20 por ciento.

Por su parte, el proyecto Amazilia obtuvo la certificación de diseños, acreditación que están en proceso de obtener dieciséis proyectos adicionales de Amarilo. Después de construido, un auditor verificará el cumplimiento de lo proyectado y que se hayan respetado los consumos máximos de energía y agua establecidos en la fase inicial, con el fin de otorgar la certificación definitiva. Sin embargo, esta acreditación le permite a la constructora comercializar la obra con la marca EDGE.

En Colombia esta distinción, que busca incentivar al sector y encontrar soluciones a los impactos de su actividad en el medioambiente, es otorgada por la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) a aquellos proyectos capaces de lograr una reducción del 25 por ciento en consumos de energía y agua. El gran desafío de la industria es poder implementar estrategias que generen estos ahorros en términos de sostenibilidad sin que se eleven los costos de ejecución de los desarrollos.

Sandra Forero Ramírez, presidenta de Camacol, explica que EDGE es un estándar con objetivos claros alineados a las disposiciones del Ministerio de Vivienda que verifica el diseño y construcción de las edificaciones verdes. “Esta certificación tiene el alcance de certificar todos los usos del mercado incluyendo edificaciones de vivienda (NO VIS, VIS, VIP), oficinas, hospitales, comercio, hoteles e infraestructura educativa”.

Las proyecciones del programa de ejecución de la estrategia EDGE estiman que representará un ahorro de 2.6 billones de pesos en el pago de los servicios públicos de agua y energía para los colombianos en los próximos 7 años.