Especial Diversidad e Inclusión
Educación inclusiva, la apuesta de la academia para ser verdaderamente diversos
Uno de los desafíos para el sector educativo es garantizar espacios incluyentes y diversos donde las distintas creencias, estratos socioeconómicos, capacidades y posturas se entiendan como diferencias que aportan a la riqueza de la sociedad.
La implementación de estrategias de inclusión y diversidad en las instituciones educativas es una herramienta que crece cada vez más, pues con ellas se crean ambientes de tolerancia en los que se respeta la diferencia y se valora la presencia de diversos grupos y comunidades.
Francisco Cajiao, experto en educación y uno de los primeros en el país en trabajar este tema en el ámbito educativo, dice que el gran desafío del sector es pasar de la inclusión como una obligación a aprovechar la diversidad para ganar riqueza cultural. Para él, deberíamos tomar como ejemplo lo que realizan en los departamentos de Relaciones Exteriores de las universidades de Estados Unidos, que reclutan bajo la premisa de la diversidad. “Todos tenemos que caber en el mundo, y si hay diversidad hay un diálogo en el que se enriquecen todos. Por eso, es necesario compartir con personas con diferentes capacidades cognitivas, creencias, religiones y orientaciones sexuales, entre muchos otros aspectos”, explica.
En línea con esa tendencia, desde la Universidad Católica de Manizales (UCM) se impulsa el Proyecto Educativo Universitario, que tiene como objetivo articular la diversidad de condiciones sociales, culturales, económicas y políticas de las personas, sin distinción de género, procedencia, raza, creencias o ideologías. Esta institución es la única universidad católica en Colombia que cuenta con el reconocimiento Campus Capacitas, el sello de inclusión de la Federación Internacional de Universidades Católicas.
La hermana Elizabeth Caicedo Caicedo, rectora de la UCM, menciona que “no hay ambiente más universal que la universidad, y desde el horizonte católico tenemos una misión doblemente universal de acoger a los estudiantes que deseen desarrollar y tejer su proyecto de vida en la institución”. En 2021, el Índice de Inclusión para la Educación Superior identificó las condiciones en las que está la universidad.
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En este índice, la UCM obtuvo una calificación de 4,8 sobre 5. De acuerdo con los resultados, entre personal administrativo, docentes y estudiantes hay personas de diversos grupos poblacionales: 51 afrocolombianos, 10 habitantes de frontera, 43 indígenas, 21 personas con discapacidad, 48 pertenecientes a la comunidad LGBTI, siete migrantes y siete reincorporados, entre otros. La hermana Caicedo agrega que otro aspecto esencial para la UCM es la diversidad e inclusión de estudiantes de diferentes estratos socioeconómicos: en 2021, el 12 por ciento pertenecía al estrato 1; el 24 por ciento, al estrato 2; el 38 por ciento, al estrato 3 y solo el 6 por ciento, al estrato 6.
*Contenido elaborado con apoyo de la Universidad Católica de Manizales