Especial Pacífico
Educación y empleo, las tareas pendientes del Valle para mejorar su competitividad
Aunque los avances son relevantes en el departamento y su capital, según ProPacífico hay desafíos importantes en educación básica y media, y en el mercado laboral. Este es su análisis.
El Valle del Cauca es la puerta del Pacífico colombiano al mundo, una oportunidad histórica que aún está por descubrir y explotar. Hoy, la tendencia global por acercar los centros de producción a los centros de consumo y conceptos como el nearshoring toman relevancia frente a una agenda económica global que exige una mayor internacionalización.
Dentro de este ámbito de oportunidades en el contexto interno y externo, el Valle tiene que consolidar, en primer lugar, una infraestructura que permita el desarrollo social, empezando por las vías terciarias para conectar a los corredores de competitividad, los puertos y aeropuertos.
Para consolidar esa conectividad vial también es necesario culminar la doble calzada Buga-Buenaventura, cuyo contrato de concesión fue recientemente firmado; el inicio de la fase de construcción de la vía Mulaló-Loboguerrero, y las obras de dragado de profundización y mantenimiento del Puerto de Buenaventura. Al mismo tiempo, en la próxima concesión del aeropuerto se deben considerar elementos comerciales y de infraestructura para dinamizar el turismo y las condiciones para la carga aérea, con lo cual se estimule la generación de nuevos sectores productivos o la ampliación de las dinámicas existentes.
Pero la competitividad no se evalúa solo con vías. En el contexto regional, los retos también están en el transporte urbano, que se debe abordar con proyectos transformadores como el Tren de Cercanías del Valle. Esta iniciativa, que está en fase de factibilidad, traerá beneficios sociales, económicos y ambientales para Cali y el sur del Valle. A esta iniciativa debe sumarse una recuperación trascendental del Sistema MIO, la generación del ciclo infraestructura y espacios para el peatón.
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Componente social
La competitividad es un medio para alcanzar el desarrollo, y este debe traducirse en mejores oportunidades y calidad de vida para todos los habitantes del territorio. Según el Consejo Privado de Competitividad, en el Valle del Cauca y Cali los avances son relevantes, pero también existen retos en educación básica y media, además del mercado laboral. Este panorama exige priorizar proyectos e iniciativas de alto impacto que impulsen el desarrollo social, la dinámica económica con énfasis en la generación de empleo y el cuidado del medioambiente.
En esta ruta de acción es clave impactar con efectividad y larga duración la calidad educativa y la cobertura en diferentes niveles. Desde la primera infancia se debe ampliar la atención integral con acciones intersectoriales y la coordinación público-privada, y es primordial fortalecer los procesos de evaluación en básica y media, y garantizar cualificación y pertinencia de la planta docente. A eso se suman saltos significativos en infraestructura educativa y dotaciones en los entornos de aprendizaje.
Estas acciones representan pilares clave para el desarrollo social y la equidad, a la vez que se generan las bases para la articulación con el sector productivo de la región, que se caracteriza por ser uno de los más sofisticados y diversos de Colombia.
Estas cualidades del sector productivo del departamento hacen que sea un imperativo garantizar la pertinencia educativa para la inserción laboral con énfasis en bilingüismo y TIC, y adaptar los programas de educación técnica y tecnológica de acuerdo con las particularidades de las dinámicas productivas regionales.
Otro frente igual de importante es el acceso y la calidad de la salud, que permite proporcionar un entorno más equitativo. En efecto, una población con atención oportuna tiene un mejor desempeño en el campo educativo y en el ámbito laboral. Ante esa realidad, el compromiso debe ser fortalecer la red de prestación y aseguramiento, la interoperabilidad y la aplicación de tecnologías costo-eficientes.
Y para ser competitivos no se puede pasar por alto un entorno seguro para sus habitantes, lo cual exige más estrategias para prevenir el delito y las economías ilegales, la generación de empleo y la formalización laboral. Con ello se pueden aprovechar de manera exponencial las oportunidades excepcionales que tienen Cali y el Valle.
Desde esta perspectiva integral de la competitividad, si bien la infraestructura es una condición habilitante y necesaria para un entorno más competitivo, debe acompañarse de intervenciones sociales y culturales significativas que hagan del Valle del Cauca y Cali una región atractiva no solo para insertarse dentro de las cadenas logísticas de comercio o para invertir en ella, sino también para vivir y trabajar.
En definitiva, los retos de la competitividad y el desarrollo son múltiples, y existen diversas maneras de abordarlos que exigen la necesaria participación de los gobiernos nacional, departamental, locales, sector privado, academia y la sociedad civil.
Intervención necesaria
Un eje estructurante dentro de esta apuesta por un desarrollo sostenible de la región es la recuperación del río Cauca, que en su paso por Cali presenta bajos niveles de calidad hasta el municipio de Yotoco. En esta línea de acción, es determinante impulsar los proyectos que hacen parte de la plataforma colaborativa del río Cauca como la Ptar Cañaveralejo, los pagos por servicios ambientales y el parque lineal del río Cauca.
*Directora Ejecutiva de ProPacífico