Debido a la influencia del fenómeno de La Niña, que ha impactado las variables climáticas en el país, la segunda temporada de lluvias, prevista para octubre y noviembre, se podría anticipar.
Debido a la influencia del fenómeno de La Niña, que ha impactado las variables climáticas en el país, la segunda temporada de lluvias, prevista para octubre y noviembre, se podría anticipar. | Foto: Guillermo Torres Reina.

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El Área Metropolitana del Valle de Aburrá atenderá con tecnología de punta y apoyo comunitario la segunda temporada de lluvias de 2021

Con modernos sistemas de monitoreo y la participación activa de la comunidad, la subregión antioqueña está lista para atender de forma oportuna la temporada invernal de octubre y noviembre. Se prevé que lloverá entre 40 y 60 por ciento más que los promedios históricos.

29 de septiembre de 2021

El 5 de abril de 2021 fue una jornada especialmente atípica para el sistema de alertas tempranas comunitarias que tiene activado el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en los diez municipios que componen su territorio, y marcó un hito en la gestión del riesgo de desastres en temporadas de lluvias en la región.

Esa tarde, de acuerdo con la subdirectora ambiental de la entidad, Diana María Montoya Velilla, se registró el segundo acumulado diario de lluvias más alto  que se haya presentado desde 2011 en la región, con valores superiores a los 100 milímetros.

Las lluvias de ese día fueron equivalentes a la tercera parte de lo que históricamente llueve en los 30 días del mes de abril. Adicionalmente, se reportaron más de 458 descargas eléctricas y aumentos significativos en los 13 sensores de nivel que están ubicados a lo largo del río Medellín.

El evento causó la saturación de suelos, desprendimientos, inundaciones, desbordamientos de quebradas, entre otras afectaciones que motivaron los llamados de la comunidad y la activación de todos los órganos de atención y socorro de la región.

Esta situación, señala Montoya, fue extraordinaria, pero con los pronósticos actuales que predice la tecnología a disposición del Sistema de Alertas Tempranas del Valle de Aburrá, Siata, del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, se prevé que puedan suceder de nuevo este año.

Con ciencia y tecnología, la entidad está preparada para gestionar el riesgo y anticiparse a las posibles consecuencias que este fenómeno climático pueda causar en el Valle de Aburrá. Además, la vinculación de algunas comunidades, que de forma voluntaria se suman al monitoreo y la vigilancia de las cuencas y quebradas, es fundamental para disminuir las amenazas.

Debido a la influencia del fenómeno de La Niña, que ha impactado las variables climáticas en el país, la segunda temporada de lluvias, prevista para octubre y noviembre, se podría anticipar para los próximos días y se extendería hasta principios de diciembre. De hecho, hay posibilidades de que escenarios como el del 5 de abril se repitan en el Valle de Aburrá, dado el incremento en la intensidad de las precipitaciones, según los pronósticos del Siata.

La predicción de los eventos es uno de los activos más valiosos con el que cuenta el Área Metropolitana del Valle de Aburrá para dar respuesta a posibles emergencias.
La predicción de los eventos es uno de los activos más valiosos con el que cuenta el Área Metropolitana del Valle de Aburrá para dar respuesta a posibles emergencias. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La prevención como estrategia

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá cuenta con un programa de gestión del riesgo que, en palabras de Montoya, está permeado por la tecnología, la ciencia y la innovación. “Las herramientas que tenemos disponibles en el Siata nos permiten monitorear constantemente las variables meteorológicas como las precipitaciones, la humedad o la temperatura, así como variables hidrológicas con sensores que reportan los niveles de los caudales en las quebradas y el río Medellín”, acota la funcionaria.

Los datos recolectados son interpretados por un equipo interdisciplinario que predice un posible evento que requiera la activación de los protocolos de atención de emergencias y desastres. Sumado a esto, está la estrategia mediante la cual la entidad vincula a los habitantes que participan en los sistemas de alertas tempranas comunitarias; básicamente les ofrece formación en capacidades de respuesta ante amenazas de este tipo, normalmente de origen natural, que puedan conllevar a una emergencia con afectaciones materiales y humanas. El fin último es empoderarlos frente a este tipo de eventualidades, advierte la subdirectora.

Patricia Moná, habitante del sector El Cafetal, en el barrio París del municipio de Bello, cuenta que desde hace 15 años conformaron Cuidá, un grupo ambiental integrado por miembros de las juntas de acción comunal de la zona, atraídos por una convocatoria del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en el que han recibido capacitación de la Cruz Roja, los bomberos, entre otras entidades, y en diversos roles como preparación ante un evento asociado a lluvias u otros fenómenos naturales.

Moná se ha dedicado a transmitir ese conocimiento a las futuras generaciones a través de semilleros que han contado con la participación de decenas de niños. Estos encuentros de formación buscan concientizar a la comunidad acerca de la importancia de estar preparados, pues son ellos los primeros en poder dar respuesta a un incidente mientras llegan los organismos de socorro.

Hemos recibido capacitaciones del Siata ya que la quebrada La Loca, que pasa cerca al barrio, se desborda muy seguido cuando caen los aguaceros, eso nos ayuda a prevenir muertes y accidentes. Los grupos están conformados por cerca de 25 personas, incluso los de los niños hemos tenido hasta 35 integrantes”, comenta Moná.

Mantenerse informados

La predicción de los eventos es uno de los activos más valiosos con el que cuenta el Área Metropolitana del Valle de Aburrá para dar respuesta a posibles emergencias. La subdirectora Montoya destaca que los datos continuos que la entidad ha recogido desde que en 1998 se puso en funcionamiento el Siata, son los que permiten anticiparse a dichos escenarios como los que se auguran a finales de 2021.

Estos datos nos ayudan a conocer los fenómenos y prepararnos para dar respuesta. Los tenemos a disposición de los modelos para hacer pronósticos y análisis predictivos, y reducir la incertidumbre con verificaciones y convalidaciones”, explica. La precisión de la información incluso alcanza para dilucidar cuánto se esperan en términos de precipitaciones de lluvia y tomar decisiones que mitiguen el riesgo.

El Siata cuenta en la actualidad con más de 1.200 sensores de 23 tipos diferentes, que permiten medir, entre otras variables, la cantidad y el tipo de lluvias mediante los pluviómetros, el nivel de las quebradas, la temperatura, la dirección y la velocidad de los vientos, la saturación del suelo, movimientos sísmicos, acelerógrafos, entre otros que reportan en tiempo real el estado de las condiciones de cada una.

Toda esta información, resalta Montoya, está disponible para consulta, con acceso libre, en www.siata.gov.co. El carácter público de esta data permite que por sus propios medios la ciudadanía pueda identificar las condiciones ambientales que se prevén para los próximos días y tomar medidas de autocuidado y protección. “Los orienta, guía y ayuda a tomar decisiones para proteger la vida de los habitantes del Valle de Aburrá”, concluye Montoya.