¡El cine se toma el Chocó! Más de 43 películas se proyectarán durante el festival Quibdó África Film para darle un impulso a la industria audiovisual en el departamento

La tercera edición del Quibdó África Film Festival está llena de sorpresas. Punta Negra, capital de la República del Congo, será la sede de este evento con el que se buscan estrechar los lazos entre la alcaldía del país africano y la de la capital del Chocó. Participarán más de 20 países en una muestra audiovisual de 43 películas seleccionadas por tener realizadores afro y contar historias sobre las poblaciones negras en el mundo.

El festival se ha convertido en una oportunidad para visibilizar el talento chocoano en la industria audiovisual. Desde Punta Negra, Wilfrid Massamba, director y fundador del evento, explica las ideas que lo motivaron a crear este espacio audiovisual. “Cuando estaba con mi familia en Quibdó los jóvenes me preguntaban cómo era África, si teníamos problemas de salud y empecé a ver que era necesario mostrar las películas africanas para que las personas del Chocó supieran cómo son estos países del otro lado del continente americano”.

Massamba agrega que le gustaría “que la gente reconociera que somos el mismo pueblo y mi expectativa es que el contacto sea transversal entre ambos continentes. Estamos mostrando las películas que la gente no va a ver en Netflix, ni en ningún otro lugar”.

Una de estas producciones es La Pesca del Atún Blanco, una película que se rodó en las playas de Buenaventura y está nominado a Mejor Director. El largometraje cuenta la historia de una joven negra que desea estudiar medicina para ayudar a su hermano y debe enfrentarse a una serie de dificultades. Solo cuenta con el apoyo de su abuelo, que es pescador.

Eryen Korath Ortiz, abogada y música, es quien le da vida a este personaje. Eryen cuenta que el elenco de la película está conformado por personas de Juanchaco, Ladrilleros y La Barra. De esta forma los realizadores querían mostrar el talento del Pacífico. “La productora y directora llevaba varios años escribiendo el guión con el buscaba visibilizar la situación de los pescadores”, detalla.

Para Eryen estos escenarios permiten mostrar “que aquí estamos, existimos, necesitamos que el Estado y el mundo aporten para que podamos incidir en los territorios y ayudar a mitigar problemáticas reales. Solo hace falta el apoyo económico para que los proyectos se lleven a cabo. Pero el proceso no puede terminar ahí, debe haber respaldo para promocionar las producciones en todas partes del mundo”.

Marino Alberto Aguado, director de documentales, jefe de producciones de Telepacífico y uno de los jurados del evento, afirma que esta muestra audiovisual es relevante para la población del Chocó y de todo el país porque tiene que ver con los intereses que reúnen a la comunidad afro. En esta edición, precisa, hay un punto de encuentro entre las distintas prducciones que es mostrar las realidades desde el activismo politico, la discriminación y la necesidad de darle mayor protagonismo a las comunidades negras. “A veces desde la provincia persiste un poco de temor en lanzarse a lo que hay en el aspecto universal. Por eso, el África Film Festival termina siendo inspirador para los jóvenes”, puntualiza Aguado.

El evento también está pensado para contribuir a la promoción de películas que hablen de la diáspora africana y estimular su producción en Colombia. Este año hay un gran porcentaje de historias dirigidas o producidas por mujeres y hay una gran expectativa porque el festival se traduzca en una oportunidad para reactivar la economía de la región y estimular el cine local.

Etty Cecilia Parra, productora regional, detalla que durante toda la semana hay actividades presenciales en barrios de la capital y es la primera edición en la que el festival llega a otros municipios del Chocó por petición de los jóvenes.

“Esto invita a la gente del común a conocer sobre las formas de vida de otros más allá de su entorno. Los referentes desde el entretenimiento para niños y jóvenes son escasos entonces este tipo de narrativas les permiten ver personas como ellos y saber que también pueden hacer cosas en el cine”, concluye Parra.