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El futuro de Colombia depende de las inversiones verdes: ¿está listo el sector privado?
La financiación es vital para conservar la riqueza natural de Colombia y aunque el Gobierno aseguró que los recursos se incrementarán, es necesario que el sector privado participe activamente a través de mecanismos que generen más recursos.
Colombia necesita aumentar los flujos financieros para la conservación y gestión sostenible de su biodiversidad, ya que nuestra economía depende del buen estado de la infraestructura ecológica. La degradación de los ecosistemas afecta sectores clave como agricultura, infraestructura, construcción, pesca y turismo, esenciales para el bienestar económico y social.
Incrementar la inversión en conservación protege el patrimonio natural y asegura la resiliencia económica y el bienestar de las comunidades. Según la iniciativa BIOFIN del PNUD, entre 2012 y 2021 se invirtieron anualmente 1,6 billones de pesos del presupuesto público en biodiversidad. En 2021, este gasto representó el 0,15 por ciento del PIB, el 0,34 por ciento del gasto público nacional y el 29,3 por ciento del gasto ambiental nacional. La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, mencionó que el país incrementará su contribución del 0,3 por ciento del PIB nacional mediante modelos de economía de la biodiversidad.
Esta urgencia de financiación es evidente si se considera que el Plan de Acción de Biodiversidad (2016-2030) presenta un déficit de financiación del 15 por ciento, sin considerar, además, los recursos adicionales necesarios derivados de la actualización del plan y las nuevas metas del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), adoptado en diciembre de 2022.
En un contexto de limitado espacio fiscal para aumentar el gasto público en biodiversidad como el colombiano, las inversiones del sector privado son esenciales. Así las cosas, el país requiere que las empresas cumplan con sus obligaciones ambientales, que los sectores dependientes de los ecosistemas inviertan en su mantenimiento y una estructura institucional que apoye las inversiones privadas.
Tendencias
Colombia ya tiene mecanismos eficientes que pueden acelerar las inversiones privadas, como los bancos de hábitat (BH) y sus créditos de biodiversidad, pagos por servicios ambientales (PSA), bonos temáticos verdes, y las Alianzas Público Privadas verdes aún por reglamentar.
En los últimos diez años, Terrasos ha impactado más de 5.950 hectáreas en la conservación de ecosistemas en Colombia y ha trabajado con comunidades locales para promover prácticas sostenibles. Mediante iniciativas innovadoras y alianzas estratégicas, han logrado salvaguardar especies en peligro y restaurar hábitats esenciales para la vida.
Justamente, el Plan Nacional de Negocios Verdes 2022-2023 busca dinamizar el mercado de inversiones con una serie de estímulos. “Para 2030 se espera que los negocios verdes sean competitivos, inclusivos y sostenibles”. La meta es fortalecer y verificar 12.630 negocios verdes con impacto ambiental positivo y medición de huella de carbono.
Colombia necesita de esos mecanismos y está en capacidad de aprovechar su marco normativo y empresarial para acelerar el desarrollo de mercados de biodiversidad voluntarios, que podrían contribuir significativamente a la movilización de recursos del sector privado, necesarios para cumplir con las metas de conservación del país.
*CEO de Terrasos.