Especial Infraestructura
El proyecto que redujo de cinco a una hora y media el trayecto entre Tolima y Caldas Nueva ruta a Caldas
La carretera de mayor altura que se ha construido en Colombia, a cargo de la Concesionaria Alternativas Viales, ya es una realidad.
La Iniciativa Privada Cambao–Manizales está diseñada para conectar a los departamentos de Tolima y Caldas. Tiene una longitud de cerca de 256 kilómetros entre los municipios de Ibagué, Armero, Cambao, Honda, Murillo, Alto Ventanas y La Esperanza. En 2015 se firmó el acta de inicio del proyecto, pero por distintos factores, solo hasta agosto de 2020 comenzaron las obras. Francisco Romero Ferro, gerente de la Concesionaria Alternativas Viales, a cargo del proyecto, explicó en detalle los avances.
¿Qué sucedió para que el proyecto se retrasara cinco años?
FRANCISCO ROMERO: Este proyecto tenía un periodo de 13 meses de preconstrucción, que se volvieron 60 debido a temas ambientales con algunas unidades funcionales, lo que nos llevó a reformularlo. En 2019 un tribunal falló a favor nuestro y con un otrosí en 2019, logramos liniciar la construcción al año siguiente.
¿Cuál es el estado actual de la obra y cuándo se prevé que esté lista?
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F.R.: Cuenta con un avance cercano al 94 por ciento. Ya logramos poner en operación dos unidades funcionales, nos hace falta firmar el acta de terminación con interventoría de las otras tres unidades funcionales, pero esperamos que, en febrero o marzo del otro año, la obra esté completamente entregada.
¿Cómo lograron avanzar tan rápido en un periodo relativamente corto?
F.R.: Hay varias explicaciones. Una de ellas es que una buena parte del proyecto era sencilla, la rehabilitación de un corredor existente. Lo otro que nos ayudó es que Coherpa - Icein y Mota Engil, socios del proyecto, producían el asfalto que utilizamos. No tener que depender de terceros permitió acelerar este proyecto, que es la carretera de mayor altura que se ha construido en el país.
¿Por qué es tan importante esta obra?
F.R.: Porque genera una alternativa para la conexión entre Bogotá y Manizales, diferente al Alto de Letras. Además, fortalece la conectividad del norte del Tolima, en Armero, Líbano, Murillo, que ahora se pueden comunicar más rápidamente con la capital caldense. Esto contribuirá al desarrollo de la agricultura y el comercio; y también del turismo, porque si el clima lo permite, las personas pueden ver, por ejemplo, el Nevado del Ruiz,
¿En qué se invirtieron los 1,9 billones de pesos que costó la obra?
F.R.: Cerca de 626.000 millones corresponden a la construcción y al menos 1,3 billones de pesos a la operación y mantenimiento.
¿Cuál será su impacto?
F.R.: Se espera que beneficie a cerca de 800.000 personas. Entre otras ventajas, ahora podrán ir de Murillo (Tolima) a La Esperanza (Caldas) en una hora y media, y no en cinco, como ocurría antes, lo cual impulsa la competitividad, la eficiencia y el ahorro de costos en la región.
