Especial Cundinamarca
En Cundinamarca la comunidad gestiona e instala placa huellas para mejorar el acceso a las zonas rurales. Ya se han invertido más de 100 mil millones de pesos
El departamento a hecho la inversión más alta de su historia en obras que ejecutan las Juntas de Acción Comunal. Una iniciativa que además de mejorar la conectividad entre municipios ha impactado positivamente la calidad de vida.
Una de las estrategias más exitosas para impulsar la reactivación económica de los municipios, sobre todo de las veredas y zonas rurales es darle prioridad a la participación de las comunidades en la toma de decisiones que contribuyen al bienestar de todos.
Esta ha sido la apuesta de la Gobernación de Cundinamarca, que a través de una convocatoria realizada por el programa de obras comunales del Instituto Departamental de Acción Comunal (Idaco), que convoca a las 4.500 Juntas de Acción Comunal (JAC) de los 116 municipios, ha garantizado recursos para llevar a cabo obras de alto impacto.
En los municipios se han invertido más de 100.000 millones de pesos en proyectos de placa huella, el mejoramiento de escenarios deportivos, salones comunales, alcantarillas y box culvert, además de la adecuación de andenes, alamedas y fachadas de los barrios. De acuerdo con Nicolás García, gobernador de Cundinamarca, hoy el departamento es un referente en la ejecución de proyectos en los que se vinculan directamente las JAC, y esta cifra de inversión es la más alta para este rubro en la historia del país y del departamento.
Luis Zambrano, gerente del Idaco, explicó que el elemento diferenciador de esta iniciativa es que de forma participativa la comunidad es la que decide la priorización de las obras, de los lugares en donde se van a llevar a cabo los arreglos y de las contrataciones de mano de obra local. “La Gobernación entrega los recursos, ofrece un acompañamiento técnico, administrativo y social, y transfiere los montos a la JAC, por lo que son ellos quienes ejecutan. Estimamos que los comunales están realizando, en promedio, el doble de lo que haría un contratista tradicional”, agregó.
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Por eso, el gobernador menciona que cada municipio debe priorizar los tramos de las vías terciarias en donde se hará la placa huella, de tal forma que el impacto sea el mayor posible y pueda facilitar la conectividad de las comunidades rurales, especialmente para sacar sus cosechas y poder comercializarlas con los centros urbanos.
Impulso a la reactivación
Una de las veredas beneficiadas con esta iniciativa es Lotavita, ubicada a 20 minutos en carro del casco urbano de Machetá, la Puerta de Oro del Valle de Tenza. A través de la entrega de 40 millones de pesos por parte de Idaco y de otros 20 millones de la Alcaldía, la comunidad se encargó de gestionar la construcción de la placa huella de 142,2 metros en tan solo 15 días. “Esta obra ha mejorado la calidad de vida de toda la comunidad debido a que se beneficia el paso de las rutas escolares, el transporte de alimentos y también el turismo”, aseguró María Isabel Sanabria, presidenta de la JAC de la vereda.
La obra, que se llevó a cabo en diciembre de 2021, contó con el apoyo de la comunidad, pues de las 70 personas que participaron directamente, el 90 por ciento eran de la vereda. Además, los vecinos contribuyeron con la alimentación para quienes estaban trabajando como voluntarios. Sanabria mencionó que “este logro no hubiera sido posible sin el esfuerzo de la comunidad”. La placa huella no solo beneficia a Lotavita sino al resto de poblaciones que colindan. La vereda también contó con otras obras de alcantarillado y el arreglo de la escuela.
A través de estas obras también se reactiva la economía, por ejemplo, de sectores como el de depósitos de materiales. “Son ellos mismos quienes compran en las ferreterías cercanas o utilizan los materiales y herramientas de las veredas”, indicó Zambrano, y añadió que se han podido generar alrededor de 12.000 empleos directos durante las obras, que se tardan entre cuatro y cinco meses, aproximadamente.
Adicionalmente, la Gobernación invertirá 1.200 millones de pesos en la formación académica de los dignatarios de las Juntas de Acción Comunal para darles herramientas que les permitan hacer una mejor gestión en favor de sus comunidades. También ha impulsado proyectos de innovación comunal en los municipios y la entrega de kits de emergencia, la siembra de árboles y el fortalecimiento de los viveros comunales.
En beneficio de todos
Lo más importante de estas obras es que se genera tejido social y se refuerza el encuentro y la unión de la comunidad. “Estos proyectos los hace la misma comunidad, por lo que atraen legitimidad y arraigo hacia su territorio. Hemos demostrado que al trabajar de la mano de los comunales nos rinden mucho más los recursos”, detalló Zambrano.
Otra comunidad que se ha visto beneficiada es la del barrio Urbanización Los Árboles, del municipio San Bernardo, en la provincia de Sumapaz. Uno de los avances más importantes que se ha logrado es el mejoramiento y embellecimiento de las zonas comunales, dijo Olga Jazmín Acero, presidenta de la JAC. Y agregó que le da mucha satisfacción comprobar que cuando la comunidad se une se pueden cumplir las metas en beneficio de todos.
En este barrio se construyeron 160 metros de parques, andenes y alamedas, además de mejoramientos de la luz y de la vía central que conecta a las otras veredas rurales. Otro de los municipios que contará con nuevas obras de alto impacto social y comunitario es Chía. En total, se destinarán 5.000 millones de pesos para que la comunidad pueda realizar las obras que necesita.
*Contenido elaborado con apoyo de la Gobernación de Cundinamarca