Especial Antioquia
Estas son las obras de infraestructura que jalonan la competitividad de Antioquia
Las subregiones de Oriente, Valle de Aburrá, Occidente y Urabá conforman el sistema territorial a partir del cual se fortalecerán las potencialidades del departamento.
Con el pasar de los años hemos reafirmado que solo la construcción colectiva, en comunidad y con la comunidad promueve la apropiación ciudadana necesaria para que todos los planes de mediano y largo plazo se cumplan. En Antioquia se emprendió un diálogo que ha convocado a más de 31.000 personas, en más de 2.000 encuentros, con la plena convicción de que podemos diseñar una ruta para 2040. Un plan estratégico territorial que ponga la vida y la equidad en el centro de todos los proyectos e iniciativas, y que, además, haga frente a los retos de la emergencia climática, el estallido social que vivió el país a principios de 2020 y los efectos de la pandemia.
Sin duda, lo que hemos logrado como región y país ha sido el fruto de la planeación de generaciones, un liderazgo de Antioquia en la planificación y articulación con todos los sectores que aún hoy mantiene. En el caso de la infraestructura, los túneles y vías que conectan al departamento con otras regiones y atraviesan nuestra geografía con grandes obras de ingeniería, no son un sueño del presente, por el contrario, muchos se gestaron décadas atrás.
Por eso, desde la Agenda Antioquia 2040, la ruta a largo plazo construida desde el diálogo social con todos los actores y fuerzas vivas del territorio, proponemos un modelo de desarrollo territorial, que desde tres ámbitos o áreas estratégicas permita ver a Antioquia desde sus potencialidades andinas, pacífica y caribe. Justamente, el corazón de este sistema territorial es una ciudad larga de cuatro corazones, que se configura con las subregiones Oriente, Valle de Aburrá, Occidente y Urabá.
Túneles de la más alta tecnología, entre los que se encuentra el que será el más largo del país, el Guillermo Gaviria Echeverri, con 9,74 kilómetros, que acercará al occidente y al Urabá; un ferrocarril que nos conecta el Área Metropolitana como complemento al metro; puertos que ponen la mirada en una Antioquia geoestratégicamente posicionada; una segunda pista del aeropuerto José María Córdova, y obras enfocadas en fortalecer el espacio público de los municipios, indican que la infraestructura sigue y seguirá siendo un jalonador de competitividad en esta zona medular, que contempla el 84,3 por ciento de la población antioqueña en 72 municipios.
Desde Antioquia se plantea un sistema de ciudades intermedias, no conurbadas, porque ya no es viable la hiperaglomeración. Eso sí, ampliamente conectadas, no únicamente con tecnología sino también con la conectividad de las infraestructuras sociales y de las instituciones.
Un nuevo modelo de ciudad
La planificación del mundo ha pasado por muchas eras. Hoy estamos dejando de lado las grandes metrópolis y está llegando el momento de las regiones; la prioridad debe ser la protección de la vida urbana, rural y de los ecosistemas, y vemos en la asociatividad una estrategia para lograrlo.
Poder realizar proyectos y programas de interés común, que generan un impacto más amplio en los territorios y no solo en los municipios limítrofes, es una apuesta en la que estamos comprometidos. Este es el mecanismo más idóneo para aprovechar potencialidades y superar ‘cuellos de botella’ en la gestión del territorio. Sin poner en riesgo la autonomía de cada municipio o departamento, lo más importante es que partimos de la confianza, la gobernanza común, fomentamos la innovación, y pensamos proyectos desde la institucionalidad para que haya sostenibilidad en el tiempo.
Hace poco firmamos la constitución de la RAP de los Dos Mares con Chocó, un hecho histórico pensado para lograr equidad, pero también con Caldas, la RAP del Agua y la Montaña que nos conectará con el Eje Cafetero. En ambos casos se realizarán proyectos de conectividad vial y férrea. En el caso de Caldas esto servirá para conectar al departamento con el centro y suroccidente de Colombia con las vías 4G (Pacífico 2 y 3) que atraviesan Antioquia hacia la costa Caribe y el Aeropuerto del Café, entre otros. En el caso del Chocó, avanzar en proyectos como la vía Medellín-Quibdó, el túnel entre Ciudad Bolívar y el Carmen de Atrato, el desarrollo portuario del Pacífico, la electrificación de Bojayá, la ampliación del aeropuerto de Vigía del Fuerte, la conservación y navegabilidad del río Atrato, fortalecimiento institucional para la gestión de población migrante, gestión del riesgo y la construcción de estrategias de recuperación de memoria y patrimonio.
En general, y de cara a 2040, este modelo consolida proyectos que atenderán la diversidad climática, cultural, de fauna, flora y transporte del departamento. Soñarnos a Antioquia para los próximos años, nos ha permitido adentrarnos en el territorio, poner las voces periféricas en el centro y reafirmar el postulado de que hay que seguir avanzando, principalmente en el fortalecimiento de la autonomía regional. Eso es ver el futuro con esperanza.
*Directora del Departamento Administrativo de Planeación de Antioquia.
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