Especial Ferias y Fiestas
Estos son los detalles del Carnaval de Negros y Blancos que regresa a la presencialidad hasta el 10 de enero
Con una dinámica diferente para evitar el riesgo de contagio y múltiples esfuerzos que buscan apoyar a las agrupaciones musicales y artesanos se llevará a cabo esta esperada fiesta, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Uno de los sectores a los que más afectó la crisis sanitaria fue al de las industrias creativas y culturales. Según cifras del Ministerio de Cultura, durante el pico más alto de las restricciones por la pandemia permanecieron cerradas más de 1.500 bibliotecas, 1.200 salas de cine, 700 museos, 300 teatros, 79 circos, 200 escuelas de música y danza y unas 800 casas de cultura. Los datos del Dane indican que el sector de la economía naranja generaba, previo a la pandemia, unos 600.000 puestos de trabajo y como consecuencia del covid-19 quienes se dedicaban de forma exclusiva a la cultura tuvieron que buscar otras labores.
Mantener en pie al sector cultural de la ciudad de Pasto, en Nariño, fue uno de los grandes retos que asumió Corpocarnaval, la entidad encargada de coordinar el emblemático Carnaval de Negros y Blancos, que se celebra tradicionalmente cada enero. “Desde el año pasado, y dadas las condiciones de la pandemia, nuestra misión ha girado en torno al sostenimiento de nuestra magna fiesta y la reactivación de las industrias culturales, de nuestros artistas y del sector cultural en general”, explica su gerente, Andrés Jaramillo.
Ante la necesidad de recursos que tenían los artistas nariñenses que participarán en el evento, Corpocarnaval entregó el 50 por ciento del presupuesto previsto, además de un 20 por ciento adicional que otorgará para que las organizaciones continúen con su proceso de preproducción. También cumplió con el cierre de algunas vías donde van a estar montadas las carpas de grandes dimensiones que exige el tamaño de las obras que participan.
También se destaca la realización de encuentros y mesas de trabajo con representantes de las asociaciones, colectivos, festivales y músicos independientes, con el propósito de consolidar estrategias para el desarrollo del festival. “Primero se llegó al acuerdo de trabajar por los recursos para que se pudieran mantener los aportes que se entregaron en el último Carnaval 2020, así como fomentar la producción musical a través de la creación del Concurso de la Canción del Carnaval”, cuenta Jaramillo.
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De allí también salió la idea de un tablado satélite para que las agrupaciones que no fueron acreditadas se puedan presentar del 2 al 6 de enero en la Concha Acústica Agustín Agüalongo. Además se acordó mantener los escenarios de conciertos en las dos plazas principales del municipio: una del 28 al 6 de enero y la otra del 2 al 6 de enero. “El sector musical no solamente busca el recurso económico sino hacer visibles sus procesos culturales en torno al Carnaval y hoy desde Corpocarnaval estamos impulsando esas grandes apuestas”, agrega Jaramillo.
Las novedades de esta edición
La pandemia ha implicado algunos cambios en el desarrollo de la fiesta. Por normatividad, en esta edición, no habrá desfiles, pero Corpocarnaval se las ideó para conservar la esencia del patrimonio nariñense y atender la demanda de los artistas de contar con garantías logísticas para la visibilización de sus obras. Por eso, la dinámica de exhibición será distinta: este año permanecerán de forma estática en un corredor abierto al público del 6 al 10 de enero.
“Será un Gran Paseo Peatonal de obras escultóricas gigantescas y llenas de color, animadas por nuestra música y acompañadas por los maestros y maestras. La carrera 27 va a ser el escenario de todas estas manifestaciones culturales”, explica el gerente de Corpocarnaval.
Para el cierre de año, hay programadas actividades diarias: 28 de diciembre, día de inocentes; el 29, música de los sesentas y setentas; el 30, concierto de tríos; el 31, los años viejos, famosos por estar cargados de sátira política.
Dentro de la programación también está contemplado el Carnavalito, un encuentro religioso, conciertos de agrupaciones de distintas regiones y géneros musicales (andina, alternativa, campesina y tropical); además de un Canto a la Tierra a cargo de los colectivos coreográficos. Para Jaramillo la realización del Carnaval de Negros y Blancos permite elevar el mensaje de resiliencia desde el sur. “Somos una festividad única que propicia el encuentro con el otro, la igualdad, el amor por lo nuestro, la reivindicación de nuestra región”, puntualiza.
Con el regreso presencial de esta emblemática celebración se espera la generación de 145 empleos directos, para la ejecución del Carnaval, y unos 2000 artistas recibirán una remuneración por su participación dentro de las actividades. El festival también tendrá un impacto directo en la reactivación del turismo en la región. “La activación de los restaurantes, hoteles y establecimientos de comercio será importante para esta temporada”, concluye Jaramillo.
*Contenido elaborado con apoyo de Corpocarnaval.
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