Entrevista
General (r) Juvenal Díaz, gobernador de Santander, le apostará al turismo para recuperar la región que recibió “en cuidados intensivos”
Juvenal Díaz reconoce que, a pesar de las buenas intenciones, hubo falta de planeación y esto afectó la entrega de obras como el colegio de Suaita. También afirmó que su plan es apostarle al turismo para dejar de depender de las regalías o los impuestos que genera el consumo de licor y tabaco.
El general retirado Juvenal Díaz Mateus se estrenó en la política como gobernador de Santander y desde su llegada a la gestión administrativa del departamento ha insistido en concretar alternativas que propendan por la obtención de recursos que impulsen el desarrollo integral del territorio. En su caso, tiene muy claro que en Santander se puede lograr a través del turismo, donde considera está su mayor potencial.
Hoy Santander depende de los ingresos de licores y tabaco, del Sistema General de Participaciones (SGP) y de lo que puedan obtener por regalías, además de lo que el Gobierno nacional tenga proyectado financiar. Sin embargo, para Díaz los recursos son, en general, insuficientes.
Por ejemplo, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en el departamento cuesta 170 mil millones de pesos, “de los cuales nosotros ponemos 150 mil millones de pesos de las regalías y el Gobierno nacional entre 20.000 y 30.000 mil millones”. Por esta razón, para el gobernador urge transitar hacia una autonomía presupuestal, “que no debe ser confundida con la descentralización, que sí se ha cumplido”.
¿Cómo recibió el departamento?
Juvenal Díaz (J. D.): Nos tocó recibir el departamento en cuidados intensivos por varias razones, en especial la falta de planeación, que es transversal a todo el país. No estamos destinando recursos para los estudios y diseños, y se lo exigimos a los alcaldes de los municipios pequeños, a quienes les toca hasta hacer bazares para recoger plata. Luego llega el momento de ejecutar la obra y los precios de los contratistas no se ajustan a lo presupuestado. De esta realidad resultan las obras inconclusas.
¿Le tocó recibir alguna obra en estas condiciones?
J. D.: Sí, el colegio de Suaita, que seguramente fue proyectado con toda la buena intención del mundo por el anterior gobernador. El presupuesto era de 10 mil millones de pesos y debía entregarse en febrero de este año. Ahora el contratista dice que debe mover tierra y que eso cuesta unos 5 mil millones, adicionales a 10 mil millones para dos muros. A eso me refiero con ser más rigurosos con los estudios y diseños. En este caso, si accedo a incrementar los recursos, me vuelvo parte del problema, pero si lo liquido, puedo estar dejando a la comunidad sin educación y me puedo meter en un lío jurídico.
¿Cuál es el plan para mejorar la conectividad de Santander? Hoy solo están pavimentados 229 kilómetros de los 19.467 que tiene la red terciaria y de la secundaria apenas se llega al 35 %.
J. D.: Un kilómetro de pavimento vale 5.000 mil millones de pesos y uno de placa huella, 2.200 millones de pesos. Para administrar mejor los recursos de las regalías, la propuesta a los alcaldes es utilizar otros sistemas, como emulsiones amigables con el medioambiente, que además compactan muy bien el piso y solo nos tenemos que gastar entre 300 y 500 millones por kilómetro. Entonces, con lo que se iba a pavimentar un kilómetro, se arreglan 10.
Precisamente, uno de los grandes desafíos de las autoridades departamentales es generar recursos para darle cumplimiento a lo que prometieron en campaña. En su caso, ¿qué otras cosas hará para optimizar los recursos?
J. D.: Hay dos cosas que podemos hacer. Una, la reforma del Sistema General de Participaciones; dos, la creación de una empresa para gerenciar el turismo. Yo la llamo la Ecopetrol del turismo. Muchos candidatos presidenciales, entre ellos Petro, dijeron: el reemplazo del petróleo es el turismo. En ese sentido ya estamos trabajando. La Gobernación tiene el Parque Nacional del Chicamocha, el Parque Cerro El Santísimo, la Plaza de Toros, el 47 % de Neomundo, hoteles, además de acuaparques, como Acualago, que está destruido.
¿Qué se necesita para consolidar esa idea?
J. D.: Solo lo que tiene la Gobernación aporta unos 600 mil millones de pesos, adicional a lo que tienen Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta; todos los que quieran ser socios. Adicionalmente, podemos decirles a los privados que pongan la mitad de la plata para avanzar con la infraestructura, la publicidad y la promoción y así comenzar a traer a los turistas. Es lo que se necesita para convertir los sitios turísticos en destinos turísticos. También podemos proponerle al Gobierno nacional que se haga socio o destinar recursos de las regalías para empezar a generar ingresos; además de infraestructura y educación, a partir del turismo.
¿Cómo planea fortalecer la oferta turística?
J. D.: Por ejemplo, las ventanas de Tisquizoque, en el municipio de Florián, son una maravilla natural, donde caen las cascadas por una cueva, son algo espectacular. Lo que propongo con esa empresa es hacer el comodato, ponerle seguridad, adecuarlo, instalar un puesto de información, sumar un programa de bilingüismo, arreglar la vía, certificar los hoteles y los restaurantes, hacer una cafetería, una tienda de vinos, un helipuerto. Con promoción y publicidad podemos convertir las ventanas en destino turístico.
Además de Barichara, Chicamocha, El Santísimo, la Mesa de los Santos… ¿qué otros destinos tienen ese potencial?
J. D.: Hay un diamante sin explotar que se llama la represa de Topocoro, con un clima templado, donde ya Comfenalco está haciendo un gran hotel, y hay cadenas hoteleras que han mostrado su interés. Este va a ser un polo de desarrollo muy importante para Santander. Queremos crear todo un circuito turístico, que invite a las personas que llegan a una conferencia en Bucaramanga a quedarse al menos dos fines de semana. Que vayan a Barichara, a San Gil, al Parque Nacional de Chicamocha, a la Mesa de los Santos por el teleférico y se hospeden allí.
La infraestructura vial es clave para impulsar el turismo, ¿cuál será la prioridad para este año?
J. D.: Los grandes proyectos estratégicos, como el anillo vial externo; la Conectante C1-C2 de la vía Bucaramanga-Pamplona; las obras para desembotellar Bucaramanga, el Área Metropolitana en general; la navegabilidad del Magdalena; la Ruta del Cacao; la vía Yuma; el aeropuerto internacional de carga del Magdalena Medio, entre otras obras que hay que gestionar porque están en el Plan Nacional de Desarrollo y Plan Plurianual de Inversiones. Son unas 14. Sin embargo, estamos proponiendo traer las vigencias futuras de estos proyectos a valor presente y que la Financiera de Desarrollo Territorial les preste a los contratistas la plata para garantizar que las vías se hagan más rápido.