Cultura
Impresionante: la exposición de arte sobre la Virgen de los Remedios que llega desde La Guajira
Hasta marzo de 2025, el Museo Santa Clara se transformará en una muestra de la devoción y la tradición religiosa colombiana. Más de 10 lienzos de gran tamaño recrean una procesión viva.
Fue la primera promesa: la abuela de la pintora Juliana Ríos Martínez atravesaba cada año el desierto de La Guajira para cumplirle su palabra a San Rafael, patrono de los enfermos. Caminaba durante horas, en medio de un calor apabullante. Eran jornadas exigentes que esta mujer ofrecía al santo por haberla curado de una enfermedad tenaz. Al final, regresaba hasta su casa en Villanueva, al sur del departamento, y se sentaba a esperar el año siguiente.
Luego, llegaron otras necesidades: la casa donde vivía iba a ser rematada por el banco. Entonces esta mujer compró un billete de lotería y ganó el dinero justo para rescatar la casa. Pasó el tiempo y la mujer falleció, dejando explícita la siguiente promesa: nunca abandonar la casa. Y así fue como Juliana Ríos, una artista nacida en Armenia pero criada en Cali, mudó su taller hasta Villanueva y en 2022 comenzó a pintar su más reciente obra: una radiografía de la devoción en Colombia.
“La casa donde ahora funciona mi taller es resultado de un milagro. Con un pedazo de la lotería mi abuela rescató la casa. Son esos pequeños milagros en los que la gente cree. Yo no soy muy creyente, pero mi familia sí. Mi abuela rezaba muchísimo. Es algo inexplicable. Fue a partir de esto que surgió la idea de la devoción, pensando en las peregrinaciones, las fiestas patronales y las procesiones”, aseguró Ríos.
A Ríos le intrigó una devoción en particular: la Virgen de los Remedios en Riohacha, la capital guajira. Desde la madrugada, todos los 2 de febrero, los riohacheros se congregan en las calles y conforman una procesión. Algunos hombres cargan la escultura de la virgen, otros alzan a sus hijos en los hombres. Los fieles entonan alabanzas, rezos. Y caminan durante horas, debajo del sol, encomendando sus destinos.
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“Ir a las procesiones, aun sin ser creyente, es algo conmovedor, porque todos cargamos una cruz de cualquier forma. En un país como Colombia, la gente participa con mucha fe y le pide a la Virgen porque tiene una necesidad. Las procesiones son espacios muy particulares y fue esa energía de la gente la que me motivó a pintar esta intervención”, indicó Ríos.
La promesa es una exposición temporal del Museo Santa Clara que explora las tradiciones religiosas de La Guajira y reflexiona sobre la devoción y la fe. Su obra más destacada es una pintura de gran formato, compuesta por 10 piezas que suman alrededor de 17 metros lineales. También se exhiben 7 pinturas de mediano formato, una animación y varias pinturas hechas en vivo por la artista en los confesionarios del museo.
“Las procesiones cargan una energía muy fuerte. Uno puede pensar que la virgen es solamente una escultura, un objeto inanimado, pero sale a la calle y todas las personas la cargan con mucha fe. Es como un ritual. La gente en Riohacha inclusive dice que el olor cambia y también el estado de ánimo”, precisó la artista.
En definitiva los lienzos de la nave central son los más impresionantes: conforman una procesión viva. En medio del arte barroco del Museo Santa Clara y los cuadros excelsos del arte colonial, la apuesta artística de Ríos reúne al pueblo en su más auténtica expresión. “No son personajes bellos. Es la gente tal y como es. La gente que se arregla para estas celebraciones, la gente que lleva a sus hijos, a las vecinas. Incluso el perro de la calle”, señaló Ríos.
“Toda la pintura está construida desde el gesto. Es una pintura muy directa, con la intención de que todas las imágenes sean una sola al final. La obra central es una gran procesión: el hombre que carga a su hijo por tres horas, el hijo que acompaña a su mamá en silla de ruedas, la mujer de luto. Además no es algo lineal, sino que se recorre. Y la gente siempre encuentra la forma de ver a la virgen, agregó.
Para Ríos, que circunscribe su propuesta artística en una pintura figurativa, realista, no hay mejor forma para acercar a las personas al arte que retratando su cotidianidad, la más sagrada.
“Cuando estás en la provincia vives la vida de manera distinta. En la ciudad nos volvemos cada vez más pragmáticos, pero en los pueblos todo se explica desde lo místico o desde lo que ni siquiera se puede explicar”, aseguró la artista.
La obra de Ríos ha recibido múltiples reconocimientos. En 2024 participó en la Bienal de Bregaglia (Suiza), y en 2022 fue seleccionada para la exposición Opposing Fiction de la Fundación Amalgama en Londres y Barcú. Su trabajo, además, se ha exhibido en países como Canadá, Cuba, España, Italia, Francia, Bulgaria y México. Aun así, llevaba 17 años soñando con exponer en el Santa Clara, en Bogotá. Era una promesa que se había hecho.
“Llevaba 17 años soñando con exponer en este lugar y quería hacer una obra relacionada con el museo. Mi vida ha sido eso: pintar. Cuando uno pinta es como un mago: de tres colores nace un universo entero. Eso me enamora”, finalizó Ríos.