Especial Banca Sostenible
La ‘fintechrización’ de la sociedad, un fenómeno de inclusión
Créditos y pagos digitales, billeteras virtuales y herramientas como el factoring son la punta de lanza de la bancarización en Colombia. ¿Qué tan lejos estamos de cubrir las necesidades de todos los segmentos desatendidos?
La inclusión financiera es, sin duda, uno de los principios rectores de la industria fintech en cada una de sus verticales, pensadas para ofrecer productos y servicios basados en la masificación, facilidad de uso y competencia, todo en función de la innovación tecnológica.
El pilar social de las finanzas sostenibles comprende la inclusión financiera, entendida por el Banco Mundial como el acceso de personas físicas y empresas a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades, entre ellos, transacciones, pagos, ahorros, créditos y seguros.
Consecuentemente, en los últimos años las empresas fintechs han buscado desarrollar productos y servicios de finanzas inclusivas, ofreciendo un portafolio amplio mediante la implementación del diseño y la tecnología, para así llegar a aquellas audiencias que se encuentran infra o subbancarizadas. De esta manera, las fintechs se han propuesto diseñar productos y servicios que se adaptan mejor a las necesidades de las personas no bancarizadas y, asimismo, ofrecen un servicio dinámico y una mejor experiencia para el usuario mediante la tecnología.
También han acercado al sector financiero a una importante parte de la población que no tiene la solvencia, el conocimiento suficiente o se le dificulta acceder a las sucursales físicas para obtener los productos o servicios tradicionales. La inclusión financiera lucha contra la pobreza y busca mejorar la calidad de vida de las personas, permitiéndoles aumentar la capacidad de ahorro, disponer de recursos para salud y vivienda, tener solvencia para gestionar riesgos y lograr que disfruten de sus rentas a lo largo de su vida; de igual manera, que puedan iniciar y ampliar negocios, invertir en educación y sortear crisis financieras.
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Por su parte, las empresas logran obtener financiación para impulsar su creación, su operación y afrontar los ciclos económicos. Es por esta razón que se busca, principalmente, una distribución equitativa de los recursos, así como estimular los agregados económicos para mejorar la economía misma del país.
Productos que agregan valor
Entre los pilares fundamentales del gran crecimiento de las fintechs en estos últimos tres años están los productos que agregan valor, como el diseño, la experiencia de usuario, la agilidad y la tecnología. Esto se ve reflejado en casos como el del crédito digital. Hoy existe un ecosistema con más de 80 empresas que entregan soluciones mediante medios digitales y tradicionales a la base de la pirámide, es decir, a estratos 1,2 y 3.
Por medio de modelos de scoring financiero, que integran inteligencia artificial y múltiples fuentes de información, facilitan el crédito para personas en la informalidad, microempresas y mipymes. Enfocados en nichos específicos como la industria de la moda o mujeres cabeza de hogar, esta dinámica ha permitido a nuestros usuarios tener múltiples opciones y lograr resolver sus dificultades y emergencias de la mano de soluciones de rápido acceso.
En el segmento de pagos digitales, hay importantes avances en materia de digitalización, y eso se ha traducido en un incremento del comercio electrónico, respaldado por el acceso de los colombianos a pagos a través del celular. Muestra de ese desempeño satisfactorio ha dependido, en cierta forma, de los pasados días sin IVA, que permitieron que el comercio electrónico cerrara el año pasado con un aumento de 40 por ciento, en comparación con lo logrado en el 2020.
Otro indicador es el de las billeteras digitales, que han triplicado su uso en los últimos dos años. Se pasó de 8,1 millones de usuarios a más de 28 millones. De hecho, se movilizaron recursos a través de 1.900 millones de transacciones aproximadamente por estos medios. El comercio ha adoptado estas soluciones de manera orgánica gracias a su facilidad de uso y bajo costo. A esto es a lo que se le llama inclusión financiera.
También, en el segmento de factoring y finanzas empresariales observamos que cada vez más empresas utilizan soluciones digitales como nómina electrónica, firma digital, contabilidad en la nube y pagos electrónicos, soluciones que anteriormente estaban reservadas para empresas de mediano y gran tamaño, pero que ahora los microempresarios disfrutan a bajos cargos mensuales y subcontratando parte de sus sistemas de gestión y contables. Esto ha contribuido a acelerar la formalización y a escalar su operación.
Desde Colombia Fintech creemos que estos procesos dinamizan poderosamente los ecosistemas y permiten un mayor crecimiento a los micro y pequeños empresarios, fortaleciendo sus cadenas productivas y dándoles posibilidades de ser sostenibles y rentables en un menor tiempo. Esto para nosotros es sostenibilidad productiva. La dinámica ha sido tal que en estos tres meses del año se han generado inversiones de capital de riesgo por más de 250 millones de dólares en diferentes empresas fintechs en Colombia.
Estamos realmente sorprendidos de la dinámica de este primer trimestre y seguros de nuevas inversiones tanto locales como internacionales, que habiliten una inclusión financiera digitalizada.
*Profesor Asociado de la Universidad del Rosario y presidente de Colombia Fintech.