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La marimba, el tesoro del Pacífico sur
Este tradicional instrumento enriquece la tradición cultural de municipios como Ricaurte, Nariño. Fabricado por los indígenas Awá, se ha convertido en un atractivo turístico. Las nuevas generaciones buscan preservar su melodía. SEMANA visitó algunos de los talleres donde se fabrican artesanalmente.
En el Pacífico sur colombiano la riqueza musical se expresa a través del cununo, el bombo, el guasá, el tambor y, sobre todo, la marimba; un instrumento hecho con tablillas de madera chonta y de guadua, protagonista de la tradición cultural de municipios como Ricaurte, ubicado en el piedemonte costero entre Tumaco y Pasto, la capital de Nariño. La música de la marimba aquí une varias culturas: la afrocolombiana de la costa, la mestiza y la de las comunidades indígenas Awá que viven entre las montañas.
Billy Tobar, quien se ha dedicado a investigar todo lo relacionado con este instrumento, explica que Ricaurte es un epicentro importante en la historia de la marimba porque al estar en comunicación con la costa, la sierra y la zona de esmeraldas del norte de Ecuador, es influenciada por el bambuco nariñense y el currulao. “Lo más bonito es ver cómo cambia la marimba en Barbacoas, en Tumaco o en Buenaventura. Es un instrumento con múltiples usos y eso es lo que se valora. Ricaurte es reconocido por su arraigo ancestral musical, los lazos interculturales de los que está hecha siguen vivos y, además, la marimba se volvió un elemento fundamental que atrae el turismo al municipio”, agrega.
Durante los años noventa y principios del 2000, el conflicto armado que afectó a Nariño hizo que el uso de este instrumento disminuyera en la población, por lo que desde hace unos años los gestores culturales y músicos del municipio trabajan para que la marimba ricaurteña recupere su protagonismo en el sector musical, cultural y turístico.
La marimba fue el primer instrumento que se conoció en Ricaurte. Los indígenas Awá lo utilizaban para comunicarse con las comunidades más alejadas que estaban asentadas en las montañas. “Cuando hacían sonar la marimba, el tambor y el cununo, sabían que tenían que reunirse. A raíz del mestizaje y del cristianismo la marimba llegó a los cascos urbanos”, explica el músico Édgar Silva. Con la marimba Awá una sola canción puede durar horas y está relacionada con su cosmovisión y prácticas tradicionales. En el caso de la marimba mestiza las canciones duran entre tres y cinco minutos y están ligadas al espectáculo y al turismo.
Silva cuenta que desde muy pequeño se interesó por el folclor, la cultura de su región y por rescatar el significado de la marimba. Según dice, cada vez hay más jóvenes interesados en aprender de la historia y el legado cultural de este instrumento. “Lo importante es que la cultura nuestra y propia de aquí de Ricaurte no se pierda”, añade.
Uno de los grupos más antiguos y reconocidos que mantiene la esencia de este instrumento en Ricaurte es Marimba del 63, también conocido como la Marimba de los Hermanos Álvarez. Pedro Álvarez, uno de sus fundadores, cuenta que por más de 50 años han tenido la oportunidad de llevar su música a Pasto, Ipiales, Cali, Medellín, Bogotá, San Andrés y al Ecuador. Fredy, el hijo de Pedro, menciona que uno de los aspectos más importantes de la marimba en Ricaurte es que une a diferentes generaciones, pues en su familia todos están involucrados en esta tradición musical.
Fredy también explica que en Ricaurte no quieren que suceda lo que están haciendo los músicos en otras regiones, que es experimentar con instrumentos como la guitarra, el bajo y el piano, y olvidar la esencia del cununo, el bombo, el tambor y el guasá, que son de tradición indígena.
Desde hace más de 25 años, Ángel Goyes, quien hace parte de la comunidad indígena Awá, se dedica al fortalecimiento de la cultura y a construir instrumentos típicos. Según él, la cultura es la carta de presentación de cada municipio. Los instrumentos y las artesanías que crea en su taller se han exportado a países como España, Francia, Noruega y Holanda. Goyes detalla que en los resguardos indígenas los niños también quieren volver a sus raíces y aprender sobre la tradición marimbera de su comunidad.
Durante las fiestas culturales y tradicionales celebradas en el mes de junio se realiza el encuentro de Marimbas de Ricaurte, un espacio en el que se celebra la música, la cultura y la riqueza artística de niños, jóvenes y músicos que se niegan a abandonar la tradición marimbera.