Música
“La pandemia ha forzado a los artistas a buscar nuevas sonoridades, porque ahora el mundo suena diferente”: Juancho Valencia, de Puerto Candelaria
En conversación con SEMANA, el director musical de Puerto Candelaria analiza la génesis de ‘La Marea’, la más reciente producción de ‘los candelarios’ junto al grupo chileno JuanFe. Además, reflexiona sobre qué tanto ha cambiado la música para los artistas en medio de la pandemia y hace un recorrido histórico por los 20 años de sonidos de su grupo.
Con una explosión de energía musical, Puerto Candelaria y el grupo chileno JuanaFe se unen en ‘La Marea’, una producción grabada en Santiago de Chile a principios del 2020, con la cual las dos agrupaciones le cantan a la fuerza de la unión. Su génesis se da en medio del estallido social en los dos países y se convirtió en una excusa para realizar diálogos musicales y sociales.
La composición está marcada por las experiencias que tuvieron las dos agrupaciones en sus visitas a los países en medio de momentos coyunturales. JuanaFe en Colombia en noviembre del 2019 y Puerto Candelaria en Chile a principios del 2020. Desde entonces empezaron a componer colectivamente con la idea de crear un mensaje desde la sinceridad y el sentir de los dos grupos.
En diálogo con SEMANA, el director musical de Puerto Candelaria y reconocido productor paisa, Juancho Valencia, cuenta más detalles sobre esta producción, reflexiona sobre el contexto musical que atraviesa el país y ofrece algunos adelantos del nuevo álbum que prepara la agrupación tras más de 20 años de trabajo.
SEMANA: La marea parece ser una invitación, ¿a qué nos llama?
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Juancho Valencia: Queríamos hacer una canción que integrara, llenara de esperanza y tuviera una sensación de colectividad, porque en los estallidos sociales necesitamos sentir que no estamos solos y que lo que estoy sintiendo o pensando no es algo aislado, sino que somos una marea que piensa, sueña y quiere un mismo objetivo. Entonces este fue un ejercicio muy bonito de cómo cada artista puede expresarse frente a una crisis social, entendiendo que lo importante es que existan muchas maneras y matices de hacerlo, así el más beneficiado será el arte y la misma sociedad.
SEMANA: ¿Cómo fue el diálogo musical para crear la sonoridad de esta canción?
J.V.: Puerto Candelaria y JuanaFe hemos sido unos curiosos de las músicas de nuestras regiones. Así que esta canción tiene una sensación rítmica que se comunica por todo el Pacífico latinoamericano por medio de un ritmo que nosotros llamamos el 6/8, que está presente en el bambuco, el currulao, los cantos indígenas, entre otros. Es un sonido que habla mucho de esta tierra y es muy enérgico. Si a eso le sumas guitarras eléctricas, baterías, saxofones, empiezas a hacer una fusión continental que puede inspirar a todas las personas que viven a lo largo y ancho de esta cordillera andina, tan maravillosa y tan extensa.
SEMANA: Como agrupación ya han estado presentes en la escena musical más de 20 años desde el lanzamiento de Kolombian Jazz. ¿Qué ha implicado el paso del tiempo en la sonoridad de Puerto Candelaria?
J.V.: Ese álbum lo hicimos cuando había músicos de la agrupación que apenas tenían 18, 19 años y hemos visto cómo pasamos por los 20, los 30 y ahora estamos todos en los 40, entonces hemos cambiado un montón. Eso es una regla en Puerto Candelaria, porque la música debe cambiar, nunca se puede quedar estática, debe cambiar a la par de la realidad de las personas que la crean, pero también de su entorno. Lo más importante es la relación de Puerto Candelaria con otros países, porque nos hemos convertido en mensajeros de la música colombiana y siempre hemos permitido que esas músicas de otras partes del mundo nos influyan para traer a nuestra cultura otros sonidos que nos inspiran y pueden ser positivos.
SEMANA: Sus tres últimos discos son muy diferentes sonoramente, ¿a qué se debe esto?
J.V.: En los últimos años hicimos tres discos muy seguidos que son la conclusión de todo el trabajo que hemos realizado durante 20 años. Siempre habíamos ido por las periferias de la cumbia, la música tropical y del jazz, así que en estos discos fuimos a la profundidad y esencia de estas músicas. El primer ejercicio fue ‘Yo me llamo cumbia’, con el cual ganamos el Latin Grammy al mejor álbum de cumbia; después ‘Cantina la Foule’, con canciones populares de Latinoamérica y el mundo. Terminamos con ‘The Secret Of The Shadow’, que tiene clásicos del jazz y composiciones originales, pensadas como si hubieran sido compuestas en los años 20, haciendo un ejercicio espacio-temporal al imaginar qué hubiera pasado si Puerto Candelaria hubiera existido en esos años, de ahí salieron cosas muy interesantes.
SEMANA: Puerto Candelaria tiene muchas sorpresas sonoras y audiovisuales. ¿Cuál será la próxima?
J.V.: La pandemia ha forzado a los artistas a buscar nuevas sonoridades, porque ahora el mundo suena diferente. En este momento gran parte de los artistas del mundo sin importar su género musical o si son famosos o no, estamos en la búsqueda de cómo suena el mundo en medio de esta pandemia y las problemáticas sociales. En este ejercicio hemos decidido volver a los inicios de todo, por eso estamos haciendo un trabajo maravilloso para niños que pronto estaremos lanzando y el cual está respaldado por un trabajo investigativo donde mezclamos las ciencias naturales, la pedagogía, el juego y la música.
SEMANA: Como uno de los productores musicales más importantes del país, ¿a qué siente que está sonando Colombia en estos momentos?
J.V.: He percibido que la temperatura de la música bajó, aquellas que se desarrollaban en discotecas o festivales masivos en momentos de mucha euforia, esas músicas perdieron una fuerza porque la gente la gente está escuchando estas sonoridades en otras condiciones. Entonces los hábitos musicales cambiaron, hubo una pequeña explosión de música alternativa y la gente ha empezado a exigir sonoridades que no tengan nada que ver con la pandemia, ni con lo que sucedía antes porque son dos mundos que ya no existen.
SEMANA: Este 23 de julio vuelven a los escenarios en medio de un cartel muy diverso en sonoridades, ¿cómo han imaginado ese día?
J.V.: No se imaginan la felicidad con la que estamos, porque la vida misma de un músico es estar en un escenario haciendo música para que las personas la reciban y que uno pueda percibir su calor, su alegría, su energía, su sudor, esa es la vida de una artista y llevamos muchos meses sin que esto suceda. Este concierto servirá para tejer hilos de confianza entre el público y los músicos, para revivir esa esencia de la vida como lo es la música en vivo. Estoy seguro de que todos los artistas que estaremos allí, junto a nuestra música, abordaremos muchos sentimientos para celebrar en medio de todo lo que nos ha sucedido.
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