Cultura
“La poesía es sinónimo de libertad y creación”: Robinson Quintero Ossa
El poeta antioqueño será homenajeado en la edición 39 del Festival Internacional de Poesía de Bogotá, que se celebrará del 10 al 15 de mayo de 2021. En esta entrevista reflexiona sobre la influencia de los poetas en la historia del país.
Robinson Quintero estudió periodismo, pero muy rápido se dio cuenta que no era periodista. Sus gustos y afinidades lo llevaron por el camino de la literatura, especialmente por la escritura en verso, la poesía, a la que ha dedicado gran parte de su vida.
Este año Quintero es el poeta homenajeado en la edición 39 del Festival Internacional de Poesía de Bogotá que presenta Corpoulrika, con el apoyo del Instituto Caro y Cuervo. “Este homenaje significa que me estoy poniendo viejo”, dice con humor y admite que es un reconocimiento al amor que tiene por la poesía, pero también es consciente del trabajo que representa escribir. “La literatura es un oficio contra el tiempo”.
Quintero ha escrito seis libros, recientemente lanzó dos: Invitados del viento, Poemas reunidos, de la editorial de la Universidad de Antioquia, y un libro de ensayos titulado El lector que releyó a Eugenio Montejo, Arte poética de la lectura, que ganó la beca del Ministerio de Cultura para la publicación de libros de autores colombianos. También ha participado en investigaciones sobre poesía. Una de ellas, Colombia en la poesía colombiana, los poetas cuentan la historia, obtuvo el premio Literaturas del Bicentenario, otorgado por el Ministerio de Cultura.
SEMANA: ¿Cómo se refleja la historia de Colombia a través de la poesía?
Robinson Quintero: La poesía en la historia de Colombia tiene distintos matices, desde textos que retratan lo que es la violencia de las diferentes guerras civiles que hemos tenido empezando por la instalación de la República hasta nuestros días, es decir, guerras de todo tipo. Pero también aparecen postales costumbristas, retratos atípicos humorísticos de políticos, artistas y personajes anónimos. Se nota una observación muy penetrante de lo que es la naturaleza y el paisaje. También de lo que es el acontecer y todos los eventos de las ciudades desde que eran pequeñas hasta volverse lo grandes que son hoy. Además, se ven retratados distintos momentos, como los gobiernos liberales y conservadores, y las dictaduras.
SEMANA: ¿Qué sentimientos se evidencian en la poesía colombiana?
R.B: Hay mayor dolor y tensión en todos estos textos, pero también hay contrastes. La poesía de alguna manera asume lo que son los sentimientos y los pensamientos humanos, dentro de los cuales también está la risa y la alegría. También es importante decir que la poesía es sinónimo de libertad y creación. La creación es libertad, en ese sentido no vive de generalidades, pero sí de singularidades, y el arte lo que nos muestra es una gran variedad de impresiones y percepciones de la realidad y en la poesía colombiana se encuentra un poco de todo eso.
SEMANA: ¿Los poetas son medidores del pulso sobre lo que pasa en el país?
R.B: Claro que sí. Shakespeare lo decía, los poetas son los espías de Dios. Los poetas son los que miran donde todo el mundo mira, pero nadie se da cuenta que hay algo importante, ven donde la apariencia no deja de mirar. La República, por ejemplo, está representada en la obra de José Asunción Silva, igual que el medioevo italiano en Dante y La Divina Comedia.
SEMANA: ¿Cómo describiría el momento actual que vive la poesía colombiana?
R.B: Es difícil hacer esos balances porque en el arte un concepto inmediato es bastante riesgoso. El arte necesita de maduración o que otras generaciones lo lean y acepten, porque la obra se hace perdurable en la medida que es consultada por generaciones posteriores. Lo que sí puedo decir es que la poesía colombiana en relación con la poesía en lengua española actual tiene un buen nivel y buenos representantes como Rómulo Bustos, Piedat Bonnet, Lucia Estrada, Rafael del Castillo, Horacio Benavides, entre muchos otros que tienen obras meritorias y que si uno contrasta con lo que se escribe actualmente aportan bastante.
SEMANA: ¿Por qué terminó abandonando el periodismo por la poesía?
R.B: La poesía es para los fracasados en periodismo. Trabajé en El Tiempo y duré tres meses, después llegué a Todelar y duré como 15 días. Me dí cuenta que no era periodista, así que me dediqué enteramente a la literatura, la cual nunca estudié. Pero leí bastante y me ayudó mucho trabajar con María Mercedes Carranza en la Casa de Poesía Silva. Durante ese tiempo leí toda la biblioteca porque necesitaban sistematizarla, entonces ahí me llegó un montón de conocimiento. Recuerdo que al inicio hice muchos sacrificios de tiempo, de espacios, de comodidades, a penas con lo justo. Fueron muchos años de incomprensión, porque un poeta es un trabajador al que nunca se ve trabajar. Sin embargo, un poeta tiene lucidez para ver lo que los demás no están viendo en el momento que está pasando.
A través del siguiente enlace encontrará la programación completa del evento.
Le recomendamos: