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La revolución educativa de Guachené
Activismo juvenil, voluntad política y el apoyo de toda la comunidad le permitieron a este municipio en el norte del Cauca, implementar una política pública para el acceso gratuito a la educación superior. Más de 600 jóvenes se han beneficiado.
Carlos Adrián Lucumí viste con orgullo una camisa blanca de mangas cortas que lleva el logo estampado de la primera IPS del municipio de Guachené, Cauca. A sus 27 años es el gerente de esta entidad que desde el pasado 22 de diciembre cuenta con la autorización para prestar servicios de medicina general y odontología. Un logro resultado del proyecto que él mismo lideró antes de graduarse como profesional en administración en salud.
Estudiar un programa técnico o de educación superior era prácticamente imposible para los jóvenes del municipio. Trabajar en el parque industrial se había convertido en la perspectiva más prometedora que tenían de su futuro. Pero esta realidad comenzó a cambiar en 2012 con la implementación de El salto afro, una política pública que nació para impulsar la profesionalización del talento humano de Guachené y suplir el déficit de profesionales requeridos en las distintas dependencias de este joven municipio
Desde entonces, 690 jóvenes como Lucumí han podido acceder a la educación superior. Jony Amu Viáfara, secretario de Educación de Guachené y otro de los beneficiarios de esta política, asegura que “antes era muy difícil ir a la universidad”. Julián David Guazá, abogado y coordinador del programa, lo describe como un gran salto al profesionalismo “que nos dio la posibilidad de llegar a puestos altos y poder participar en los espacios donde se toman decisiones”.
Una victoria de los estudiantes
Guaza fue uno de los miembros activos del comité juvenil que promovió El salto afro como una política pública, pues originalmente esta había sido incluida dentro del plan de gobierno del alcalde de ese entonces y por tanto tenía una fecha de caducidad. Durante dos años cerca de 200 jóvenes beneficiarios recorrieron las veredas para socializar con los habitantes de Guachené su propuesta. “Éramos muchos estudiantes unidos trabajando en esto”, recuerda Juliana Díaz, quien en ese tiempo cursaba la carrera de trabajo social, gracias a El salto afro.
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Finalmente el documento propuesto fue aprobado por unanimidad en el Concejo y desde 2016 es política pública y contará con recursos propios del municipio hasta 2036. “Si Guachené con los recursos que tiene lo puede hacer, imagínate los municipios que cuentan con el doble o el triple”, comenta Guazá.
Los beneficiarios asumieron el compromiso con la comunidad de desarrollar acciones sociales y hoy se ven muchos ejemplos de este esfuerzo. Liz Dayana Castillo, estudiante de ingeniería industrial, por ejemplo, convirtió la discoteca de su papá en un centro de refuerzo escolar para los niños con dificultades de aprendizaje. Durante sus vacaciones y en medio de la pandemia, este fue el lugar en el cual se nivelaron académicamente.
La nueva generación
El salto afro supone un reto constante para los jóvenes y la administración municipal, pues de los 250 estudiantes que se gradúan anualmente en el municipio, únicamente entre 50 y 70 pueden acceder a este beneficio.
Al respecto, el secretario de Educación reconoce que la cifra podría ser mayor si los estudiantes lograran entrar a las universidades públicas, sin embargo, los resultados en las pruebas de Estado no son los esperados. “Estamos haciendo todo el diagnóstico para identificar las causas de estos resultados y hemos constituido la coordinación de calidad educativa, que nos permitirá contar con el asesoramiento de expertos”, afirma.
Actualmente son 290 los jóvenes beneficiados. La meta en los próximos nueve años es superar los 750 estudiantes que pueden cursar un programa técnico o profesional de manera gratuita y así entregarle a Guachené una nueva generación con todos los conocimientos y habilidades para liderar los retos que enfrenta la comunidad.