Sostenibilidad
La sostenibilidad dejó de ser un valor agregado del turismo y el sector hotelero para convertirse en la regla. Así contribuye el sector a un desarrollo responsable
Durante el evento SAHIC, en Cartagena, expertos hablaron sobre las oportunidades que tienen los inversionistas y las cadenas hoteleras para construir proyectos que tengan como valor y prioridad a la naturaleza. El desafío es crear experiencias sostenibles y aportar a la naturaleza positiva.
Ser sostenible dejó de ser un valor agregado del sector turístico. De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo debe ser la norma para todos y cada uno de los segmentos del sector. De hecho, quienes no se adapten a esta necesidad quedarán por fuera. Así lo reconoció Arturo García, CEO y presidente de SAHIC, un evento que anualmente reúne a los líderes de la industria de la hotelería y el turismo en América Latina y el Caribe, y que este año se celebró recientemente en Cartagena.
“Antes la sostenibilidad se entendía como un tema bonito, pero hoy tenemos la obligación de contribuir al futuro y de ajustarnos a las exigencias actuales”, precisó García durante el evento. Un llamado al que se unió Marcela Betancourt, oficial de Gestión de Inversiones de Cambio Climático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien se pronunció sobre los retos y las oportunidades que tiene el sector para impulsar la sostenibilidad. “Ustedes están siendo llamados a ser embajadores de este tema para poder posicionar al sector hotelero como un aliado estratégico en este aspecto”, sostuvo.
Betancourt también habló de naturaleza positiva, un concepto impulsado por organizaciones como The Nature Conservancy, WWF y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, que busca que para 2030 aumente la biodiversidad con respecto a lo registrado en 2020. Para lograrlo, Betancourt mencionó que uno de los grandes desafíos a nivel global es la financiación, pues aunque anualmente se invierten 143 mil millones de dólares en biodiversidad, los cálculos es que esta cifra debería aumentar a 824 mil millones de dólares.
“Necesitamos empezar a incluir en los balances empresariales el costo y los beneficios de la biodiversidad para poder evaluar el impacto de las inversiones”, indicó y enumeró varias tareas pendientes que tiene la industria como alinear la financiación de los sectores público y privado, reimaginar la naturaleza y ubicarla en el centro del desarrollo, cambiar la forma de consumo y, sobre todo, vincular a las comunidades locales.
Experiencias sostenibles
Durante SAHIC se presentó uno de los proyectos de desarrollo de turismo sostenible más innovadores de Cartagena: Punta Nativa, ubicado en Barú y liderado por Grupo Argos. Según explicó David Gaviria, gerente general de Barú para Grupo Argos, uno de los objetivos del proyecto es la creación de experiencias sostenibles que giran en torno a la conservación y recuperación de los ecosistemas.
De la mano de aliados como Sofitel y Arquitectura y Concreto, lograron identificar diferentes espacios como el bosque seco tropical, los manglares, las lagunas costeras, playas y arrecifes coralinos, y los convirtieron en un valor y en el foco del desarrollo.
“Tuvimos que modificar la estrategia de negocio en la zona y renunciar a varios factores como la pólvora para poder fortalecer experiencias con aromas, especies vegetales del Caribe, y animales, sobre todo aves”, especificó Gaviria.
También tuvieron que dejar de lado el desarrollo de una marina en la bahía, pues estaba protegida por un ecosistema de manglares.
Adicionalmente, el proyecto se ha encargado de formar a los habitantes de la región en temas comunitarios, ambientales y de resolución de conflictos. Otra de sus grandes apuestas ha sido el manejo de residuos sólidos. Desde 2022 lideran un proyecto de reciclaje que generó 50 empleos, ha permitido recolectar más de 30 toneladas de basura en los últimos 10 meses y recuperar un millón de botellas plásticas para reciclar.