Especial Reactivación Aérea
La tarea pendiente: más y mejores aeropuertos
Más de 2.4 billones ha invertido el país en infraestructura aeroportuaria durante los últimos cuatro años. Aunque lo recorrido contribuirá con los planes de recuperación del sector, aún hay mucho por avanzar para consolidar la contribución de la industria al desarrollo, la economía y la competitividad del país.
Durante el año 2021 se movilizaron por vía aérea 30,5 millones de pasajeros hacia diferentes destinos nacionales e internacionales y se transportaron 844.140 toneladas de productos por esa misma vía. Estas cifras de la Aeronáutica Civil muestran el enorme potencial de las terminales aéreas para la reactivación de la economía, el turismo y el empleo, así como la creciente necesidad de fortalecer las inversiones, con miras a mejorar la competitividad y los servicios.
Así lo han entendido las autoridades aeroportuarias, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y los empresarios que tienen concesionados varios aeropuertos del país, para quienes, además de la infraestructura física, se requieren inversiones en tecnología, conectividad y espacios que faciliten la prestación del servicio, tanto en tierra como para el despegue y aterrizaje de los aviones.
En efecto, durante la administración saliente se han destinado 2,4 billones de pesos en la ampliación de terminales, protocolos de bioseguridad, mejoras en la operación y programas dirigidos a la sostenibilidad integral de los aeropuertos, entre otras actividades, según lo afirma la ministra de Transporte, Ángela María Orozco.
Los 16 aeropuertos concesionados a cargo de la ANI, distribuidos en seis, han realizado intervenciones y actividades para mejorar el servicio aeroportuario, como repavimentación de pistas y calles de rodaje, ampliación de estructuras, disponibilidad de sistemas de ayuda modernos para el aterrizaje, creación de zonas comerciales y de áreas de servicio confortables.
Si bien hasta ahora se ha recorrido un camino importante con la renovación de los principales aeropuertos, “es necesario que no se detenga el proceso”, ha insistido Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI). La modernización y ampliación de los aeropuertos más importantes del país es fundamental para poder estar a la altura de la demanda en los próximos años.
El aeropuerto El Dorado de Bogotá se amplió y modernizó con la construcción de una terminal internacional de pasajeros y una nacional. Sin embargo, hay mucho por hacer. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) apunta que es necesario garantizar que la terminal aérea más importante del país se gestione de la manera más eficiente posible “para proporcionar la máxima capacidad, dada la infraestructura disponible”. Adicionalmente, opina que Colombia necesita que los contratos de concesión sean más flexibles y permitan inversiones a medida que el mercado lo demande, basadas en indicadores de desempeño.
Para IATA los proyectos futuros deben contemplar el desarrollo de una infraestructura sostenible, en los cuales exista un compromiso con las comunidades aledañas. En línea con los desafíos de la industria y las necesidades de los pasajeros, deben ser capaces de responder a la creciente demanda, bajo todos los estándares de seguridad; procurar la reducción de los tiempos de conexión y los contratiempos; y promover el uso de inteligencia artificial para las operaciones aeroportuarias, además el de combustibles de aviación sostenibles con el fin de reducir la huella de carbono.
En Pereira, el Aeropuerto Internacional de Matecaña concluyó a finales de 2021 un proceso de prefactibilidad para la extensión de la pista . Una vez termine la ley de garantías electorales, iniciará un análisis más detallado a nivel de factibilidad con el mismo propósito. La terminal aérea moviliza cerca del 80 por ciento de los pasajeros de todo el Eje Cafetero, y lo que se haga repercute en el tránsito aéreo de la región, que hoy aporta el 4 por ciento del PIB. Su gerente, Francisco Valencia, asegura que este proyecto les permitirá conectar con ciudades estratégicas más lejanas, por cuanto una pista de mayor longitud permitirá disfrutar de la máxima capacidad y alcance de la flota que allí opera, “y crecer en aeronaves de mayor capacidad, además de cubrir destinos más distantes”.
En el caso del Plan Maestro del Aeropuerto Internacional José María Córdova, en Rionegro, se contemplan inversiones cercanas a los 3 billones de pesos. A esta terminal le urge la ampliación y construcción de la segunda pista en el aeropuerto, en correspondencia con su tráfico aéreo, que ha ido en ascenso.
Por su parte, el aeropuerto internacional Rafael Núñez de Cartagena ha recibido una inversión acumulada de 153.406 millones de pesos en obra desde que inició operaciones en 1996. La concesión sobre esta terminal finalizó recientemente y ya hay varias propuestas o bien para ampliarla o para construir una nueva. Según las proyecciones de la Sociedad Aeroportuaria de la Costa S.A. (Sacsa), la Heroica pasará de recibir 4.606.000 pasajeros actuales a 14 millones en los próximos años, atraídos por el turismo de negocios y de playa.
Se espera que próximamente la ANI dé luz verde a la ampliación propuesta por la Alianza Público Privada (APP) IP Aeropuerto de Cartagena de Indias, que actualmente se encuentra en proceso de aprobación de factibilidad. La inversión del proyecto superaría los 450.000 millones de pesos y con él podría aumentarse la capacidad de la terminal como mínimo a 7,5 millones de pasajeros anuales (ya que existe un plan maestro está aprobado para 11,5 millones).
La modernización del Rafael Núñez forma parte de la primera ola del robusto programa de infraestructura de transporte 5G que en materia aeroportuaria también contempla un nuevo aeropuerto en Cartagena, los de suroccidente (Neiva y Palmira) y el de San Andrés.
Entre tanto, la Aeronáutica Civil ha firmado 31 acuerdos con nuevos países, lo que ha incrementado en un 40 por ciento este tipo de convenios, con el fin de mejorar la comunicación y la conectividad entre las terminales.