Agricultura
Lo justo por su trabajo: mujeres de Guapi, Cauca, aprenden cómo darle valor agregado a los productos que cultivan y recogen de los manglares para mejorar sus ingresos
La tradición de recoger piangua y de sembrar arroz y plátano puede convertirse en la posibilidad de una vida más digna para más de un centenar de mujeres de este municipio. A través de una ambiciosa iniciativa reciben capacitaciones y herramientas que les permitirán comercializar con más éxito los frutos de su trabajo.
En Guapi, Cauca, 108 mujeres pescadoras y agricultoras ahora podrán ser también comercializadoras gracias al proyecto Mujeres del Río, Mar y Manglar, dirigido a las trabajadoras pinagüeras, es decir, a quienes se dedican a la recolección de moluscos en los manglares, y a quienes cultivan plátano y arroz en las zonas rurales. A través de talleres de tecnificación y ejercicios de emprendimiento podrán adquirir los conocimientos y herramientas para vender sus productos.
Leisy Torres, artesana y agricultora del Consejo Comunitario Río Guajuí, lleva más de 20 años cultivando arroz. Cuenta que aprendió prácticamente desde que nació y fue conociendo cómo trabajar el grano para alimentar a su familia. Sin embargo, nunca supo de qué manera empacarlo o venderlo en grandes superficies. Por eso, afirma que esta es una oportunidad para atraer mayores ingresos. “Nos enseñarán además a abonar la tierra de manera orgánica y a preparar estos insumos desde nuestros hogares, esa es una forma de traer empleo a la comunidad”, dice Torres.
Con una inversión aproximada de 1.700 millones de pesos, el conocimiento técnico de la Agencia de Renovación del Territorio (ART), el compromiso de la organización comunitaria Aso Manos Negras y el acompañamiento de la Secretaría de Agricultura del municipio de Guapi, el proyecto Mujeres del Río, Mar y Manglar comenzó a implementarse en el pacífico caucano.
Este sábado se llevará a cabo la primera capacitación para las mujeres arroceras y muy pronto iniciarán los talleres para las piangüeras. Carlos Fernando Caicedo, encargado del apoyo técnico en la Secretaría de Agricultura de Guapi, explica que este primer taller refleja la materialización de una iniciativa que se creó para apoyar a quienes realizan gran parte de la labor de cuidado de los manglares y fortalecer la seguridad alimentaria de las familias guapireñas.
“El proyecto busca mejorar las condiciones socioeconómicas y ambientales de las mujeres étnicas de la costa Pacífica, por eso también tiene un componente de emprendimiento, para que ellas aprendan a transformar los alimentos y a comercializarlos a precios justos, que recompensen realmente su trabajo”, destaca Caicedo.
Este esfuerzo incluye a las piangüeras, mujeres dedicadas a una de las labores ancestrales de los pueblos negros: la recolección de piangua. Por eso, Aso Manos Negras, una de las entidades que lidera el proyecto, será el principal cliente comprador de arroz y también le enseñará a la comunidad a hacer chorizos de piangua y de pescado en una planta de transformación del municipio.
Mabel Liliana Sinisterra, miembro de esta asociación, trabaja desde hace 28 años en labores etnico territoriales. Asegura que con este proyecto buscan implementar un ambiente de bienestar para las mujeres del municipio, por eso, cuando estaban buscando opciones para que las familias generaran mayores ingresos eligieron las oportunidades que se pueden aprovechar fácilmente en la comunidad. Por ejemplo, “quienes tradicionalmente han trabajado la piangua pero solo la venden como materia prima, podrán incluir otros procesos que le asignen un valor agregado al producto y que permitan venderlo en otras zonas del país”.
Guapi fue reconocido como municipio PDET, es decir, es una de las zonas del país en las que se destinan recursos para apoyar Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, por eso, la administración municipal entregará, en el marco del proyecto Mujeres del Río, Mar y Manglar más de 17 millones de pesos en 4.472 semillas de plátano. De esta forma las mujeres beneficiarias del proyecto serán las principales proveedoras de las dos toneladas de plátano que se consumen semanalmente en Guapi.
“Antes éramos los grandes productores de arroz y plátano, ahora estos productos se compran en las grandes ciudades, por eso queremos que la asistencia técnica le permita al municipio y a la región alimentarse de sus propios cultivos”, concluye Sinisterra.