Especial Colombia Digital

Los principales retos en transformación digital para las empresas colombianas

Aunque el país avanza y hoy menos de la mitad de las empresas están en las primeras etapas de digitalización, urge promover políticas y programas que impulsen la alfabetización digital y un cambio cultural.

Por Galé Mallol Agudelo*
27 de enero de 2024
La presidenta de Asotic hace un balance de las prioridades en términos de transformación digital para las empresas colombianas.
La presidenta de Asotic hace un balance de las prioridades en términos de transformación digital para las empresas colombianas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La transformación digital es un fenómeno irreversible que ha venido cambiando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En Colombia, este proceso está avanzando a buen ritmo, pero aún queda mucho por hacer. Según el estudio sectorial de CINTEL que mide el Índice de Madurez de Transformación Digital de las Empresas en Colombia, menos de la mitad de las compañías en el país aún están en las primeras etapas de digitalización.

Las encuestas realizadas a líderes de tecnología de 431 empresas también evidenciaron avances en la dirección correcta. Sectores como productos alimenticios, construcción, maquinaria, hidrocarburos, comercio y comunicaciones e informática, muestran un mayor nivel de madurez en la transformación digital. Además hay otros sectores que están adoptando nuevas tecnologías y procesos digitales para mejorar su eficiencia, productividad y competitividad.

Galé Mallol Agudelo, residenta Ejecutiva de ASOTIC.
Galé Mallol Agudelo, residenta Ejecutiva de ASOTIC. | Foto: Archivo particular

Sin embargo, esto no significa que las empresas que ya iniciaron su proceso de transformación lo han culminado. La apropiación de nuevas tecnologías ofrece grandes oportunidades en múltiples sectores, pero requiere que las empresas y el Gobierno tomen medidas concretas. En el caso de las empresas es importante definir una estrategia de transformación digital clara y coherente, invertir en nuevas tecnologías, desarrollar procesos digitales y formar a los empleados en estas nuevas habilidades. Por el lado del Gobierno, es vital desarrollar políticas públicas que apoyen la transformación, infraestructura y educación digital.

El mundo va a un ritmo imparable en temas digitales, en el que la inteligencia artificial, la seguridad cibernética, la industria satelital, la sostenibilidad y la expansión de la tecnología 5G tomarán más fuerza durante este 2024. Por eso debemos estar capacitados en cada una de estas herramientas. El país necesita prepararse para los nuevos retos y adoptar modelos educativos que permitan entender y enfrentar estos desafíos.

Por ejemplo, es importante tener en cuenta la alerta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) generó con su pronóstico de que casi el 40 por ciento de los empleos mundiales podrían desaparecer debido a los avances de la Inteligencia Artificial (IA). Es un dato abrumador, y más con el poco conocimiento que se tiene, la falta de adopción de procesos de transformación y capacitación en nuevas carreras que suplan las necesidades frente a la tecnología. Es un problema especialmente particular para América Latina, ya que según el reporte de Transformación Digital de Atlántico y Atlas Intel 2023, esta es la región que menos está familiarizada con la inteligencia artificial, entre los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Es evidente que la transformación digital es un imperativo para Colombia y una oportunidad para mejorar nuestra economía y sociedad. Ya es hora de que todos los actores involucrados en esta tarea adopten medidas para impulsar este proceso y fomentar políticas que creen entornos propicios para la inversión en nuevas tecnologías y promuevan la adopción de innovaciones digitales por parte de las empresas y los ciudadanos, con las cuales se ayude a reducir las brechas digitales.

¡No podemos tenerle miedo a lo disruptivo! Es triste ver cómo muchos gobiernos y empresas, ante el desconocimiento en ciertas tecnologías e innovaciones, la primera medida que toman es la prohibición, cuando todo debería centrarse primero en la educación y segundo en la regulación. Por eso, es clave lograr una formación pertinente para una verdadera transformación digital, que además de mejorar los procesos internos de las empresas y capacitar a las nuevas generaciones, contribuya a frenar la desinformación.

La transformación digital es un proceso que implica un cambio cultural, educativo y tecnológico que no da espera. Así que esta es una invitación a los empresarios, emprendedores, líderes de opinión e instituciones gubernamentales y educativas a tomar acciones y hacer de nuestra nación un ejemplo de fortaleza y evolución.

*Presidenta Ejecutiva de la Asociación de Operadores de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Colombia (ASOTIC)