Ambiente
Así protege la comunidad a los manatíes y delfines del Amazonas
Más de una veintena de comunidades indígenas, Corpoamazonia y la Fundación Omacha lideran la conservación de las especies que habitan en Lagos de Tarapoto. Además de identificar los principales riesgos, les brindan atención cuando se enferman o resultan heridos.
En el humedal Lagos de Tarapoto, en Puerto Nariño, Amazonas, se lleva a cabo una alianza comunitaria e interdisciplinaria para proteger a los manatíes, cocodrilos, delfines y otras especies que se han visto amenazadas por la caza ilegal y el desconocimiento de habitantes que hace años incluyeron a algunos animales en peligro de extinción como parte de su alimentación.
La Fundación Omacha trabajó de la mano del Ministerio de Ambiente y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonía) para delimitar el área del humedal, realizar actividades pedagógicas con las comunidades indígenas y explicarles a ellos y a otros habitantes la importancia de la pesca artesanal. Fernando Trujillo, director científico de la organización, explica que cerca de Lagos de Tarapoto instalaron una Estación Biológica en la que reciben y trasladan a los manatíes, realizan rayos X, exámenes, ecografías, muestras de sangre y todo tipo de diagnósticos para salvarles la vida, rehabilitarlos y, después de un año, regresarlos a la libertad.
Detalla que el manatí es una especie que ha quedado en peligro debido a la cacería ilegal, por eso llevan a cabo un trabajo en Puerto Nariño con líderes indígenas para que sean ellos quienes realicen el monitoreo participativo de algunas especies de fauna silvestre: “Implementamos estrategias de educación ambiental con Corpoamazonia para que el turismo en el río Amazonas y en las selvas no interfiera en el proceso de rehabilitación y liberación de los animales”, destaca Trujillo.
Además de adaptar una piscina especial para mantener los manatíes, promueven la observación responsable de los delfines como un atractivo turístico en el Amazonas colombiano. De acuerdo con Corpoamazonia, los visitantes en este departamento generan 8,3 millones de dólares al año en paquetes turísticos, hoteles y restaurantes, por eso capacitan a guías locales para que conozcan a los animales, interactúen con ellos y promuevan una visita responsable en la zona de delfines de río, caimanes, peces, nutrias y aves.
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Con el objetivo de promover un turismo de naturaleza que se ejecute de forma cuidadosa y responsable, Lilia Java, lideresa de Puerto Nariño, asegura que entre las 22 comunidades indígenas del resguardo están trabajando para llevar a cabo la pesca artesanal porque reconocen que es una práctica que hace parte de su soberanía alimentaria. Sin embargo, han aprendido que este aspecto cultural debe ir acompañado del cuidado del territorio: “Estamos trabajando para reforestar y sembrar comida que sirva de alimento para los peces y sembramos árboles que sirven de comida para diferentes especies de animales en la Amazonía”.
Lagos de Tarapoto es un sitio competitivo y único porque combina todos los elementos de forma integral. Se pueden observar caimanes, peces pirarucú y se promueve la protección de uno de los ríos más importantes del planeta: “Es necesario reconocerlo y conectarlo con el conocimiento tradicional indígena”, expresa Java.
Además de establecer acuerdos de pesca responsable, manejo de bosques y cuidado de otras especies, Luis Fernando Cueva, director territorial de Corpoamazonia, destaca el trabajo que han llevado a cabo por rescatar a las nutrias, las babillas, el caimán negro, el caimán blanco, y preservar el patrimonio natural del Estado colombino: “En el gran bioma amazónico se realizan distintas estrategias para salvaguardar a especies sometidas al maltrato, al tráfico o a la extinción”, concluye.