Especial Transición Energética
Más de 3.500 millones de dólares sumarían las nuevas inversiones en proyectos de energías renovables en Colombia
Las energías eólica y solar hoy generan 300 megavatios en Colombia y en los últimos años han generado inversiones por 300 millones de dólares. Aunque se han presentado retrasos en proyectos debido a dificultades con licencias ambientales y consultas previas, el panorama es prometedor.
Aunque desde hace varias décadas Colombia ya había incursionado en el uso de energías renovables por medio de la generación hidráulica, hoy el panorama promete cambios en la matriz energética debido a la vinculación de nuevas fuentes –como la solar y la eólica–, de incentivos y de los esfuerzos que adelantan grandes y pequeñas compañías del sector para hacer realidad proyectos que hasta hace 20 años parecían imposibles debido a sus elevados costos.
Los pasos que el país ha dado hacia el uso de fuentes renovables, como lo señala la Política de Transición Energética (Conpes 4075 de 2022), están marcados no solo por la entrada de proyectos de generación con fuentes no convencionales, sino por esfuerzos orientados a garantizar la movilidad limpia (mediante el uso de transporte eléctrico y de bajas emisiones) y mejorar la eficiencia del mercado energético nacional.
Como señala la Hoja de Ruta de Transición Energética Justa del Ministerio de Minas y Energía, el país está en un punto de partida importante para avanzar hacia la transformación, pues la energía hidráulica ya representa el 12,1 por ciento de la energía primaria. Pero el proceso de transición energética va mucho más allá. Germán Corredor Avella, director de la Asociación de Energías Renovables (SER), aseguró que también deben analizarse en detalle el consumo y la demanda.
En los últimos años, explicó el directivo, el país ha sido testigo de la construcción de millonarios proyectos eólicos en La Guajira, de parques solares en departamentos como Cesar, Bolívar, Tolima y Meta; y de pequeñas centrales hidroeléctricas que hoy representan para la matriz energética cerca de 1.100 megavatios, de los 18.000 que tiene Colombia como capacidad instalada.
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“Hay 300 megavatios con energías eólicas y solares”, detalló Corredor. De hecho, solo las inversiones en proyectos eólicos y solares de los últimos años superan los 300 millones de dólares. A esto se suma un interés permanente por fortalecer la transformación de la matriz energética. El gobierno anterior, por ejemplo, realizó dos subastas exitosas para invitar a privados (nacionales y extranjeros) a desarrollar proyectos eólicos y solares. Este proceso permitió la entrada de compañías extranjeras como EDF Renewables, Canadian Solar y Genersol; además de la consolidación de inversiones por parte de empresas del mercado local como Grupo Energía Bogotá, Celsia, Egal Energy, entre otras.
Iván Martínez, presidente de Egal Energy (una compañía que nació en Colombia en 2016 y se ha dedicado al desarrollo de proyectos de generación solar y eólica), contó que actualmente trabajan en 14 iniciativas que están a la espera de la aprobación del Gobierno. “Con los proyectos que se están haciendo pensaría que a cinco años entrarán al sistema energético nacional unos 5 gigavatios. Es decir, que la energía solar y eólica pasarían a representar el 20 o 25 por ciento de la matriz”, resaltó Martínez. De acuerdo con datos de Asoenergía, actualmente su participación no supera el 1 por ciento.
Modernizar las redes
Otro de los proyectos representativos es el que construyó Celsia (empresa de energía de Grupo Argos) en Yumbo, Valle del Cauca. Se trata de la primera granja solar a gran escala, inaugurada en 2017. Según la compañía, recientemente fueron puestos en marcha dos proyectos solares más y otros cinco están a punto de unirse a la generación.
“Con estas siete nuevas granjas completamos 14 plantas solares a gran escala en Colombia, que suman una capacidad de 166,5 megavatios”, explicaron desde Celsia. Las inversiones que ha hecho la organización han sido en alianza con Cúbico Sustainable Investments, un fondo de inversión internacional.
El fortalecimiento y construcción de nuevas iniciativas de transmisión de energía eléctrica también es fundamental para la transición. Una de ellas la adelanta Enlaza, filial de Grupo Energía Bogotá, con el proyecto Colectora, el cual incorporará al Sistema Interconectado Nacional (SIN) las energías renovables no convencionales (eólica y solar) que se producirán en el norte de la costa Caribe para atender cerca del 10 por ciento de la demanda del país.
José Camilo Manzur, presidente de Asocodis (Asociación de Distribuidores de Energía), contó que este importante eslabón de la cadena adelanta un trabajo fundamental para robustecer la cobertura del servicio. “La calidad ha mejorado significativamente y estamos invirtiendo para modernizar las redes y que contribuyan a la transición. Este año las empresas de Asocodis tienen previsto invertir 6 billones de pesos”. Manzur agregó que cuando se habla de transición energética hay tres componentes clave que no pueden dejarse de lado: descarbonización, digitalización y descentralización.
Desafíos en el camino
A pesar de las buenas perspectivas para el desarrollo de nuevas fuentes de generación, hay un número importante de proyectos que todavía no están en operación, debido a problemas asociados a licencias ambientales y consultas previas. “Esperamos que el año entrante estén operativos. Son proyectos eólicos en La Guajira y algunos son solares en el interior”, apuntó el director de la SER.
Aunque los empresarios del sector siguen a la espera de luz verde para continuar el desarrollo de sus proyectos, las proyecciones de inversión en energías renovables lucen alentadoras. Según una estimación del director de la Asociación de Energías Renovables, en los próximos dos años las inversiones adicionales superarán los 3.500 millones de dólares (unos 17 billones de pesos).
Por ahora, mientras estos proyectos eólicos y solares se suman a la matriz energética, concluyó Corredor, el país continuará explorando otras fuentes como la geotermia, la generación por medio de biomasa y revisará la posibilidad de emplear en el futuro energías marinas que por ahora tienen un costo muy elevado.