Emprendimiento

Mujeres emprendedoras de Montes de María confeccionan esperanza

A partir de conocimientos tradicionales, líderes de los corregimientos de Sincelejito y Bremen fortalecen sus habilidades para emprender y mejorar así la calidad de vida de sus familias, además de empoderar y dignificar el rol de la mujer en la región.

22 de abril de 2021
El convenio para fortalecer las capacidades locales de la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), busca contribuir a la formación de mujeres que le apuestan al emprendimiento y a la paz.
El convenio para fortalecer las capacidades locales de la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), busca contribuir a la formación de mujeres que le apuestan al emprendimiento y a la paz. | Foto: Cortesía ART

Se puede confeccionar una pieza de ropa y al mismo tiempo construir paz. De eso están convencidas las nueve mujeres, y un hombre, que decidieron conformar la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Sincelejito (Mesin), para dedicarse a la producción textil en el municipio Córdoba de Tetón, Bolívar. Allí, en la zona baja de los Montes de María, subregión del Caribe colombiano, la ganadería y el cultivo de ajonjolí han sido las principales fuentes de ingreso de sus habitantes.

A dos horas de Córdoba de Tetón se repite una experiencia similar en Bremen, corregimiento del municipio de Morroa, Sucre.  La pava de ají y el mote de queso le han dado fama, pero en los últimos años comenzó a ser reconocido por sus artesanías. Sus piezas han traspasado ya las fronteras del territorio, gracias al empeño que le ha puesto la Asociación de Mujeres Artesanas de Bremen (Asoartebremen), conformada por diez mujeres.

Estas dos organizaciones las integran víctimas del conflicto armado y hacen parte del convenio para fortalecer las capacidades locales de la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Una iniciativa que busca contribuir a la formación de mujeres que le apuestan al emprendimiento y a la paz, a través del fortalecimiento de sus capacidades empresariales en los territorios donde se adelantan programas de desarrollo económico, social y ambiental (PDET).

En el caso de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Sincelejito fueron beneficiadas con equipos e insumos para el emprendimiento en la línea de confecciones, así como con una inversión superior a los 33 millones de pesos.
En el caso de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Sincelejito fueron beneficiadas con equipos e insumos para el emprendimiento en la línea de confecciones, así como con una inversión superior a los 33 millones de pesos. | Foto: Cortesía ART

“El tránsito de amas de casa a líderes y empresarias no ha sido sencillo, pero sí satisfactorio y empoderador”, comenta Yimis Savel Severiche, líder de Mesin y una de las representantes de la comunidad en el grupo motor del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) del municipio. La misma historia vive Sandy Barrios Salcedo en Bremen, quien aprovecha lo que aprendió de sus abuelos sobre las costumbres y tradiciones de la región, para impulsar un emprendimiento que le permita contribuir con la preservación de la cultura en Asoartebremen. “Los PDET me han servido para saber qué es una empresa, qué es el deber y el haber; son conocimientos que yo no sabía”, dice.

Ambas quieren mejorar sus condiciones de vida y las de los demás habitantes de los Montes de María. Savel Severiche está convencida de que “en cinco años serán una empresaria líder en la región y contribuirá al reconocimiento de la mujer rural con capacidad de innovación y confección”. Entre sus planes está buscar aliados estratégicos para cumplir con sus objetivos. “Estos nos permitirán el crecimiento de la empresa, la generación de empleo y de ingresos, con todas las herramientas necesarias para seguir desarrollando nuestra actividad”.

Las capacitaciones no solo están transformando a las mujeres participantes, también a sus familias. “Todo el aprendizaje que he tenido lo he multiplicado con mis hijos y hemos sido más unidos. Ahora con la pandemia nos han dado la oportunidad de aprender y de hacer”, afirma Barrios Salcedo.

El proceso de formación en el que participan estas mujeres víctimas del conflicto armado, ahora asociadas a procesos productivos, se centró en la administración de una empresa, optimización de recursos y funcionamiento del modelo asociativo. En el caso de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Sincelejito fueron beneficiadas con equipos e insumos para el emprendimiento en la línea de confecciones, así como con una inversión superior a los 33 millones de pesos.