Agricultura
Mujeres rurales: las principales beneficiarias de la apuesta de PepsiCo por el campo colombiano
María Paula Cano, directora sénior de Asuntos Corporativos de PepsiCo para América Latina, explica cómo están trabajando con pequeños agricultores para que se vinculen a cadenas de valor. También da detalles de su programa ‘Ella alimenta el mundo’.
¿Qué acciones está impulsando PepsiCo a favor del agro colombiano?
María Paula Cano: Nosotros estamos haciendo una gran apuesta por el desarrollo local, en este sentido, trabajamos con agricultores colombianos en diferentes zonas del país. De hecho, tenemos una estrategia de sostenibilidad muy sólida. El primer pilar se llama agricultura positiva y tiene tres grandes objetivos: entregar ingredientes sustentables, trabajar en una agricultura regenerativa y mejorar la calidad de vida de las personas del campo. Además, una de nuestras prioridades es resignificar el rol de la mujer en el agro colombiano, teniendo en cuenta que casi la mitad de la fuerza laboral son mujeres, que desafortunadamente no reciben la misma capacitación y desarrollo para seguir potenciando estas habilidades y labores. Por esa razón, es fundamental apoyarlas para que se apropien de diversos modelos productivos desde sus territorios.
¿Cómo están impactando a las mujeres agricultoras?
M.P.C: Nuestro impacto en el campo colombiano es significativo porque somos grandes compradores de papa, anualmente tenemos alrededor de 100 mil toneladas, que provienen de departamentos como Boyacá, Cundinamarca y Nariño. Con las mujeres la experiencia ha sido muy gratificante, de hecho, desde hace 3 años, aproximadamente, iniciamos un proyecto muy bonito en Toca, Boyacá, en el que inicialmente se asociaron 30 mujeres cabeza de familia. La líder de este grupo es doña Pilar, quien llegó hasta tercero de primaria y no tenía mucha capacitación; sin embargo, la apoyamos para consolidar una asociación llamada Asogrotoca, que hoy en día hace parte de los proveedores de PepsiCo. Este modelo lo replicamos en otra asociación, Asorquidea, muy cerca de Boyacá, y recientemente estamos migrando un modelo muy parecido en Nariño. También estamos haciendo compras significativas de plátano, específicamente 24 mil toneladas en el Eje Cafetero. En esta línea tenemos una asociación llamada Asplabel, integrada por 50 mujeres cabeza de familia que se encargan de pelar el plátano que utilizamos para nuestros productos.
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¿Cómo ha sido el proceso para conformar esas asociaciones?
M.P.C: Inicialmente se hace un proceso de empoderamiento y generación de confianza, a través del cual buscamos convencer a las mujeres de que ellas sí pueden y tienen las habilidades para trabajar en un proyecto productivo. Luego empezamos un proceso que busca desarrollar y fortalecer el modelo asociativo, para que así sea más fácil que se vinculen a cadenas de valor y a compañías como la nuestra. Por ejemplo, un dato interesante es que el 80 por ciento de los cultivadores de papa en Colombia tienen menos de tres hectáreas, esto quiere decir que son cultivos de pequeños agricultores que tendrán mayores desafíos para vincularse a grandes mercados. Adicionalmente, hacemos un apoyo en temas administrativos y legales, desde cómo se constituye la asociación, hasta toda la parte técnica. Esto es muy importante porque durante muchos años la agricultura ha sido una actividad muy artesanal y poco tecnificada, pero ahora está en el mejor momento para apoyarse de herramientas con tecnología de punta.
De hecho tienen una iniciativa que se llama ‘Ella alimenta el mundo’, ¿en qué consiste?
M.P.C: Es un programa que está en varios países, como Uganda, Egipto, Turquía, Perú y recientemente arrancó en la India. Ahora estamos muy contentos de anunciar que este año fue el lanzamiento en Colombia, específicamente en Nariño, que decidimos priorizar porque es uno de los territorios en los que hay mayor producción de papa, y necesita mayor apoyo en el tema social. El proyecto tiene múltiples componentes que buscan contribuir a que las mujeres en el campo tengan una mejor calidad de vida, a través de procesos productivos que les permitirán controlar sus propios recursos y fortalecer las estructuras locales.
¿Cuál ha sido el impacto del proyecto?
M.P.C: ‘Ella alimenta el mundo’ se está implementando con el apoyo de una ONG que se llama CARE. Otro apoyo con el que contamos y queremos destacar con mucha alegría es el del Ministerio de Agricultura, que también se sumó al proyecto y potenció el impacto y alcance que queremos generar. Inicialmente nuestro objetivo era impactar a 13.200 mujeres, pero con la con la participación del ministerio llegaremos a 20 mil. En este momento estas cifras están concentradas en Nariño, específicamente en cuatro municipios, pero más adelante y según los resultados que tengamos, podemos plantear la posibilidad de ampliar el proyecto.