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Erasmo Zuleta, gobernador de Córdoba, sentencia que “no puede haber paz sin seguridad ni oportunidades”
Para Erasmo Zuleta alcanzar la paz dependerá de qué tanto se avance en la reducción del hambre y la pobreza. Para lograrlo, propone una transformación integral del departamento, comenzando por garantizar servicios básicos en los municipios y generar mayores oportunidades en salud, educación y empleo.
Los zapateros de la Plaza Mayor de Planeta Rica, un municipio a 57 kilómetros de Montería, escuchan con atención todas las intervenciones de Elías Zuleta Bechara durante su paso por el pueblo. Le dicen al hoy gobernador de Córdoba que no se vaya sin que le limpien los zapatos y él se toma el tiempo para no hacerles un desplante.
“Este muchacho es muy joven e inteligente y por eso todos aquí votamos por él”, aseguró José Manuel Álvarez, uno de los planetarricenses que aprovecha la oportunidad para contarle a Zuleta que la factura de la luz le llegó por 350 mil pesos. “O pago la luz o el arriendo”, le dijo.
Precisamente, las tarifas de energía eléctrica son una de las problemáticas que más le preocupan a Zuleta, así como la paz y el impulso que necesitan las actividades productivas y la educación para que el departamento avance en el cierre de brechas sociales.
De hecho, garantizar el acceso, la permanencia y la calidad de la educación será uno de los pilares de su gestión. “Es el gran legado de mi abuelo, el único colombiano que ha fundado dos universidades en el país: la de Córdoba y la del Sinú”, recordó Zuleta, quien además de representante a la Cámara por el departamento también fue vicerrector académico de la UniSinú.
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SEMANA: Córdoba es un departamento con grandes riquezas, pero también muchas necesidades insatisfechas, ¿por dónde va a comenzar?
Erasmo Zuleta (E. Z.): Para lograr la transformación integral del departamento que nos hemos trazado, debemos actuar en todos los frentes. La riqueza y el potencial minero-energético, del turismo en todo su ámbito cultural, deportivo, gastronómico, de salud, de servicios y agroindustrial, se tienen que traducir en bienestar para la gente. Por ejemplo, en el municipio Pueblo Nuevo están el 15 % de las reservas de gas del país, y hoy más del 40 % de los habitantes de Córdoba no acceden al servicio de gas. Las familias todavía intoxican sus pulmones cocinando con leña.
SEMANA: Otra de las realidades dramáticas tiene que ver con la energía. Las facturas llegan desde 350 mil pesos…
E. Z.: Es que una cosa es la igualdad y otra la equidad. Las tarifas tienen que ser diferenciales. En un municipio como Planeta Rica, una persona no puede dormir sin un ventilador. Las personas de los comercios cierran porque trabajan para pagar la luz. El departamento de Córdoba necesita justicia y equidad en materia energética.
SEMANA: El potencial agroindustrial también demanda atención…
E. Z.: Córdoba tiene 2,4 millones de hectáreas. Hoy se están utilizando aproximadamente 250 mil y cuando hablo de utilizar no me refiero a que sean productivas. Debemos concentrarnos en cómo innovar en los procesos, cómo hacer inversión en el campo, tecnificar, dar acceso a la tierra y garantizar la seguridad alimentaria de las familias. Sin embargo, es fundamental tener claridad acerca de lo que necesita el mercado para con base en eso producir y garantizar su comercialización; porque, por ejemplo, nuestra tierra es apta para sembrar yuca, pero hoy no sabemos qué hacer con las casi 80 toneladas que tenemos.
SEMANA: ¿Cuál será entonces el corazón de esa transformación integral?
E. Z.: La transformación integral del territorio tiene dos propósitos claros. El primero es que en Colombia y en el mundo sepan que Córdoba existe y tiene unas enormes riquezas culturales, gastronómicas, turísticas y naturales. Tenemos mares, ríos, ciénagas, valles, páramos, parques naturales... el Nudo del Paramillo. El otro tema es la paz, que no puede quedarse en un discurso. En la historia reciente de Córdoba hemos firmado dos acuerdos de paz; pero el departamento ha sido testigo de mucha violencia desde la época bipartidista, cuando liberales y conservadores se repartían el poder.
SEMANA: ¿A qué se refiere con que no se quede en el discurso?
E. Z.: Hay que redefinir el concepto de la paz. No se puede hablar de paz cuando la gente pasa hambre, cuando una persona anda en un burro buscando agua en una represa para llevarle a su familia. No se puede hablar de paz cuando un muchacho sale del colegio y no tiene dónde estudiar, o después de que logra formarse, no tiene dónde trabajar. Por eso hablo de una transformación integral sin priorizar sectores, porque para mí todos son importantes: la educación, la salud, los servicios básicos, el empleo. La paz es oportunidad. Por eso he venido avanzando en unos temas para que Córdoba sea un laboratorio de paz. El presidente Petro es cordobés. Hoy se habla de una paz total, que más que oírla hay que sentirla. Aquí pasamos de la autodefensa de un hombre al Clan del Golfo, que extorsiona hasta a los muchachos que venden minutos en la plaza, a todo el mundo, del más humilde al que más tiene. Aquí no se mueve una hoja sin que esa gente lo sepa.
SEMANA: ¿Cuál será la estrategia para garantizar la seguridad?
E. Z.: No puede haber paz sin seguridad. La paz se genera con presencia integral del Estado, dándole oportunidades a la comunidad. De lo contrario, la gente seguirá viviendo de la ilegalidad y la informalidad. Por eso es fundamental hablar de paz cuanto antes. Estamos listos, pero los grupos ilegales deben demostrar que quieren participar y nosotros debemos articularnos con el Gobierno nacional y los municipios, y hacer inversiones en esas zonas donde hoy la gente no tiene con qué comer o con qué generar ingresos que le permitan su subsistencia.
SEMANA: Córdoba ocupó el puesto 23 en el estudio de Competitividad Departamental del Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario. ¿Cómo se puede mejorar este indicador?
E. Z.: Yo quiero que Córdoba se ubique en los primeros diez puestos en estos cuatro años de gestión. Para eso necesitamos grandes obras. ¿Quién va a llegar a una playa o poner un hotel si no hay agua, vías ni luz? En eso hay que trabajar en los cinco municipios de la zona costanera. Hay que hacerle las cosas más fáciles a aquel que quiere invertir o pasear. Próximamente vamos a firmar un acuerdo con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) para construir la agenda prospectiva del departamento que cumple 100 años en 2052. La idea es que le pueda entregar esta hoja de ruta al próximo gobernador para que sepa hacia dónde dirigir sus acciones y poder generar mayor productividad y hacer de Córdoba un departamento más competitivo.
SEMANA: Para atraer más turistas se identificó la necesidad de internacionalizar el aeropuerto, ¿cuál es el plan?
E. Z.: Ya iniciamos las primeras conversaciones con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el Ministerio de Transporte y la Aeronáutica Civil. La internacionalización de nuestro aeropuerto no solo beneficia a Córdoba, porque aquí llega la gente de Sucre, del sur de Bolívar, que colinda por el San Jorge, Bajo Cauca, Urabá Antioqueño y los 30 municipios del departamento. Aquí confluyen una gran cantidad de personas, así que necesitamos mejorar los servicios para aprovechar todo ese potencial.
SEMANA: Hay un rezago nacional de vías terciarias. En el caso de Córdoba, ¿cuál es la estrategia para avanzar?
E. Z.: La red terciaria del departamento es de aproximadamente 6.500 kilómetros, así que estaríamos hablando de 13 billones de pesos, y el presupuesto del departamento de inversión anual es de entre 300.000 y 400.000 millones de pesos. Entonces hay que darles prioridad a los corredores estratégicos de mayor productividad y comenzar a pavimentar esas vías donde tenemos mayor presencia de campesinos produciendo alimentos, empresas generando energía o extrayendo minerales, y puntos importantes en los que se genera mucho turismo.
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