Vivienda
Oportunidades de vivienda para población vulnerable: conozca las iniciativas de esta caja de compensación
A través del Programa de Habitabilidad y Microconstrucción de Compensar, cerca de 7.700 hogares en Cundinamarca han logrado tener casa propia, hacer mejoras locativas y acceder a talleres de capacitación. Campesinos, personas en condición de discapacidad y trabajadores han sido los principales beneficiarios.
Acceder a un techo propio es un desafío para muchos colombianos. Según el Dane, el déficit habitacional en el país afecta al 31 por ciento de los hogares, una cifra que corresponde a 5,24 millones de viviendas. Pero el déficit no sólo es cuantitativo. De las familias que tienen vivienda propia, el 23,5 por ciento requiere mejoras o ajustes para garantizar su habitabilidad.
Aunque en los últimos años los diferentes proyectos lanzados por las empresas privadas y los subsidios otorgados por el Gobierno han ayudado a reducir los indicadores, otros factores como las altas tasas de interés desde el 2021 y un clima de incertidumbre han afectado la disposición de los colombianos por adquirir casa.
Según Coordenada Urbana de Camacol, en 2023 las ventas de vivienda cayeron 44,9 por ciento, principalmente en el segmento de Vivienda de Interés Social (-49,7 por ciento). De acuerdo con el presidente ejecutivo de Camacol, Guillermo Herrera, el segmento No VIS es el que menos se ha visto afectado. No obstante, recientemente aseguró que “los menores niveles de obras anticipan posibles efectos en el empleo y el PIB, por lo que es imperativo implementar una estrategia que permita impulsar la construcción de nuevas viviendas”.
Mejorar el panorama requerirá, según Herrera, de unas tasas de interés hipotecarias mucho más moderadas, esto en línea con la tendencia a la baja de la inflación. De hecho, los primeros indicios de que el 2024 será mucho mejor para el sector fue la decisión en diciembre del Banco de la República de reducir en 25 puntos básicos las tasas, dejándolas en 13 por ciento. “Esto permitirá mejorar las condiciones de financiación de los hogares que quieran comprar vivienda y será un factor determinante en la reducción de los desistimientos”, advirtió el presidente de Camacol.
Pero mientras el escenario cambia, entidades como las cajas de compensación siguen adelante en sus planes de brindarles a sus millones de afiliados la oportunidad de acceder a una vivienda propia o de mejorar sus condiciones estructurales o físicas para garantizar una mejor calidad de vida.
Precisamente, el Programa de Habitabilidad y Microconstrucción de Compensar está diseñado para apoyar a población vulnerable a través de subsidios, mejoras locativas y hasta formación.
Según Miguel Rodríguez, coordinador del Programa, aunque muchas veces las personas cuentan con su casa propia o un lote, “tienen necesidades muy grandes en otros aspectos como la construcción, los acabados o la terminación de los espacios, y es ahí en donde entramos como un actor clave en el objetivo de ayudarles a cumplir sus metas”.
El año pasado, gracias a esta iniciativa cerca de 7.700 familias accedieron a sus viviendas o tuvieron la posibilidad de mejorarlas, en una gran apuesta que se ejecuta en diferentes municipios de Cundinamarca.
Echar raíces en el campo
Luego de años de creer que la única forma de dejar de pagar arriendo y de acceder a algo propio sería a través de una vivienda prefabricada, Justo Pastor González y Patricia Murcia, habitantes del municipio de Guachetá, recibieron una vivienda propia avaluada en unos 150 millones de pesos. El sueño se hizo realidad gracias al Subsidio de Construcción en Sitio Propio (CSP) que les otorgó Compensar.
“Ahora que tengo mi casa propia, quiero sembrar un jardín enorme con muchas flores. Las rosas son mis favoritas”, afirmó Patricia, quien ve con alegría y esperanza el porvenir. Hoy, está convencida de que sí es posible salir adelante cuando se lo propone, y que entidades como Compensar son pieza fundamental cuando se quieren alcanzar esos objetivos.
Para acceder al beneficio de microconstrucción, las familias pueden postularse a dos tipos de subsidios: Subsidio de Construcción en Sitio Propio, donde la persona accede a una Vivienda de Interés Social mediante su edificación en un lote de su propiedad, y el Subsidio para Mejoramiento de Vivienda, que brinda a los afiliados la posibilidad de mejorar las condiciones de su hogar. En 2023, el programa llegó a 118 personas se postularon al subsidio de mejoramiento y 64 al de Construcción en Sitio Propio.
Desarrollo de habilidades
A unos 15 kilómetros del casco urbano de Guachetá está una mina de carbón en la que sus trabajadores, además de adentrarse en las profundidades de la tierra para extraer el mineral, participaron en un taller de mobiliario a través del cual recibieron una sala para sus viviendas y la capacitación para armarla.
“Este es un programa pensado para las familias que ya cuentan con sus casas, sus acabados, pero que aún tienen una necesidad muy fuerte en lo relacionado con los muebles”, aseguró Miguel Rodríguez, coordinador del Programa de Habitabilidad de Compensar.
Para Marcela Cárdenas, una de las beneficiarias, que Compensar haya ido hasta el sitio a formarlos, a pesar de la distancia, y les haya dado la oportunidad de llevarse una sala para la casa, es una muestra de que la caja está comprometida con el mejoramiento de la calidad de vida de sus afiliados.
Los talleres de mobiliario, del cual en 2023 se beneficiaron 839 personas, son una de las seis líneas que contempla el programa en el segmento de habitabilidad. En total, gracias a esta iniciativa se beneficiaron, durante el año anterior, 7.692 personas y se hicieron inversiones por 6.783 millones de pesos. Las otras líneas de trabajo son: A la obra (483 personas), Locativas (182 personas), Talleres de formación (5.708 personas), Diseño de interiores (121 personas) e Iluminación (359 personas).
Soluciones que transforman vidas
En el caso de A la obra, se beneficia a los trabajadores afiliados que pertenezcan a las categorías A y B, que compraron Vivienda de Interés Social con el subsidio de Compensar y no hayan podido costear los acabados básicos de las zonas comunes. Ellos reciben de manera gratuita los materiales, la mano de obra calificada para la adecuación y acompañamiento técnico y social.
Ese fue el beneficio al que accedió Sandra Santa, habitante del municipio de Soacha, quien luego conseguir con mucho esfuerzo una vivienda propia, logró tener parte de los acabados y mejoras locativas que necesitaba en su apartamento. Como madre de una niña en condición de discapacidad con movilidad reducida, contar con espacios adecuados para la menor era muy importante. Hoy, espacios como su baño están adaptados con el fin de que pueda ingresar la silla de ruedas, y elementos como el lavamanos se reinstalaron para que estén al nivel adecuado.
*Contenido elaborado con apoyo de Compensar