Especial Páramo
Páramos de Colombia: medidas para protegerlos han dado resultados y están en un buen estado de conservación
En esto coinciden los expertos consultados. Más de 200 páramos están cruzando áreas protegidas, lo que facilita su manejo ambiental y tener una planificación sobre estos ecosistemas.
El frailejón Ernesto Pérez se convirtió en uno de los personajes más populares de 2023. Gracias a su posicionamiento en redes sociales, acercó a muchos colombianos a su hogar: los páramos. Aunque Colombia cuenta con cerca de 2,9 millones de hectáreas de estos ecosistemas (un poco más del 50 por ciento del total en el mundo), distribuidos en 37 complejos, iniciativas como esta han contribuido a educar y concientizar a las poblaciones, que permanecen distantes a su realidad.
Los páramos soportan la generación del 53 por ciento de la energía eléctrica del país, proveen cerca del 70 por ciento del agua y abastecen a 16 ciudades capitales en las que habitan 17 millones de ciudadanos. Además, garantizan el recurso para la producción de alimentos y benefician a 173 distritos de riego de los que dependen más de 45.000 productores medianos y grandes.
Estos ecosistemas también contribuyen a regular el clima al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno, lo cual, a su vez, mitiga la contaminación ambiental. Otra de sus bondades es que moderan las temperaturas extremas que son comunes en los Andes, y conservan la biodiversidad de la región al albergar una gran variedad de plantas y animales, muchos de los cuales no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. De igual manera, contribuyen a proteger el suelo de la erosión, gracias a la espesa capa de vegetación que los cubre y que ayuda a mantener el suelo en su lugar.
Retos de la conservación
Desde el Ministerio de Ambiente indicaron que la principal meta del Gobierno es avanzar en el ordenamiento alrededor del agua, con modelos de gobernanza y gestión que permitan la protección efectiva de los ecosistemas. Para ello se han priorizado procesos de saneamiento predial y herramientas que permitan avanzar hacia la producción agropecuaria sostenible. Roberto Sánchez, docente y experto en botánica de la Universidad de Pamplona, explicó que la compactación, movimiento de maquinaria, remoción al arar o cavar en labores agrícolas son prácticas que alteran la alta capacidad que tienen los suelos orgánicos de los páramos de almacenar agua. Sin embargo, considera necesario seguir fortaleciendo la delimitación de estas áreas con políticas que den alternativas a la gente, siempre procurando la preservación de la biodiversidad y los procesos ecológicos.
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Por su parte, la experta en restauración ecológica de la Universidad Javeriana, Lilia Roa, destacó que el mayor desafío para preservar los páramos es su vulnerabilidad frente al cambio climático. Mientras que Paola Echeverri, oficial de Monitoreo y Efectividad del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) Colombia, señaló que hoy los páramos en el país tienen un buen estado de conservación. “Más de 200 están cruzando áreas protegidas, y al estar blindados bajo está figura, es posible tener una planificación sobre estos ecosistemas, y que el manejo ambiental sea más fácil”, agregó.
En los últimos 50 años Colombia pasó de tener cerca de 204.000 hectáreas de páramo protegidas a 1.465.000 en 2018, según el Instituto Humboldt. “Esto ha permitido que crezca la población de especies como los osos andinos o cóndores”, concuyó Echeverri.