¿Por qué Colombia será un jugador clave para el Tratado Global sobre el uso de plásticos?

El plástico es el material por excelencia para el envase de alimentos y bebidas y para la elaboración de todo tipo de productos. Esto ha generado que cada año se produzcan más de 430 millones de toneladas de este material en todo el mundo, lo cual resulta problemático para el medioambiente y la sostenibilidad del planeta. Esta realidad ha generado la necesidad de crear nuevas estrategias para mitigar su impacto.

Según la ONU, los residuos plásticos podrían llegar a las 12.000 millones de toneladas en 2050 si no se toman las medidas necesarias para revertir las formas de producción de este material que se elabora a partir del petróleo, un proceso que no solo genera una gran cantidad de emisiones a la atmósfera, sino que alarga su tiempo de degradación a décadas o incluso siglos.

En 2022, un grupo de 175 países votó a favor de adoptar un instrumento internacional jurídicamente vinculante para abordar el ciclo de vida completo del plástico, desde su producción hasta su eliminación. Así nació la Coalición de Plásticos, liderada por la Fundación Ellen MacArthur y el Fondo Mundial para la Naturaleza, que a finales de este año espera definir los detalles de un tratado que podría ser ratificado en 2025.

Este tratado busca frenar la producción de residuos, asignar responsabilidades a las empresas contaminantes y ofrecer alternativas basadas en la reutilización; así como generar programas de reuso de envases plásticos a gran escala, para disminuir la producción y emisión de gases de efecto invernadero.

Pedro Prata, oficial de políticas para América Latina y el Caribe en la Fundación Ellen MacArthur, destacó que “hay que hacer todo un cambio de modelo de producción y avanzar en sistemas de economía circular”, que permitan proteger y conservar el medioambiente, sobre todo, en países tan biodiversos como Colombia.

El experto indicó que para lograr un cambio real en el manejo del plástico es muy importante lograr una alianza global, que cree directrices globales en el diseño de productos que usen plásticos. “Quienes diseñan estos productos son las empresas, por lo que es muy importante trabajar de la mano con ellas en este sentido”, señaló Prata, quien agregó que actualmente más de 1.200 compañías en el mundo tienen compromisos de reducción de su producción plástica.

Además, más de 230 organizaciones, ONG y entidades financieras globales se han unido por un Tratado Global para los Plásticos, con el objetivo de hacer un llamado urgente a los gobiernos para que avancen y formalicen un acuerdo en este sentido.

El ejemplo de Colombia

“Colombia es un ejemplo mundial de políticas internas contra la producción plástica”, indicó Prata, quien resaltó que el país debe ser protagonista en la discusión del tratado que se trabajará en noviembre en Corea del Sur, “porque tiene experiencias muy sólidas en esta materia”.

De igual manera, destacó que nuestro país siempre está muy abierto a conocer y aprender de otras experiencias; sin embargo, manifestó que persisten algunos retos, como adelantar una ley interna contra polución plástica, verificar la transparencia de los datos y trabajar en espacios de cambio con las empresas.

“Siempre es posible hacer más, pero Colombia está trabajando en iniciativas de economía circular muy importantes. Además, su ley es muy avanzada en producción plástica”, concluyó Prata.

Cop16

¿Cómo puede la economía circular contribuir de manera tangible a la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal en Colombia, especialmente en un contexto urbano donde el consumo es elevado y la biodiversidad enfrenta presiones significativas?

El oficial de políticas para América Latina y el Caribe en la Fundación Ellen MacArthur considera importante que el plástico sea un tema central de la COP16. “Vamos a vivir un momento histórico en noviembre en Corea del Sur, pero el encuentro político más importante del año sobre medioambiente va a ser en Cali. Por eso Colombia debe ser un referente en la agenda global ambiental; debe ser una voz que llame a los países a ser responsables para que tengamos un tratado ambicioso en Asia”, concluyó.