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¿Puede la psicología positiva resolver grandes problemas como las guerras?:esto hace el programa Ciencia para la Paz
De acuerdo con Andrea Ortega Bechara, asesora de Alta Dirección de la Universidad del Sinú y presidenta de la Asociación Colombiana de Psicología Positiva, este programa del cual es fundadora ya ha impactado a más de 20.000 colombianos.
¿De dónde nace la idea de Ciencia para la Paz?
ANDREA ORTEGA BECHARA: En la clausura del Quinto Congreso Mundial de Psicología Positiva, Mihály Csíkszentmihályi, el padre de la psicología positiva quien falleció en 2021, nos dijo que ya estaba bueno de empresas felices. “¿Dónde está la gente que usa la psicología positiva para resolver grandes problemas como las guerras?”, preguntó. En varias ocasiones se invitó a Colombia para trabajar por la paz, contestó que no muchas veces; hasta que accedió. Así se convirtió en mi mentor y director científico de Ciencia para la Paz durante 7 años.
¿En qué consiste el programa y a quienes ha impactado?
A.O.B.: Se trata de un estudio sistemático, basado en la nueva ciencia de la psicología positiva, para entender las consecuencias psicosociales de la violencia: sus raíces, sus daños, y los caminos para la recuperación de sus efectos dañinos. Para lograr este objetivo, desarrollamos investigaciones e intervenciones independientes, pero complementarias con distintos segmentos de la población: víctimas, reincorporados, estudiantes y el público en general en distintas regiones del país (Bolívar, Córdoba, Putumayo).
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¿Cuál es el objetivo del programa?
A.O.B.: El objetivo final es crear una ciencia de construcción de paz sobre la base de un modelo que otros países que atraviesan situaciones similares podrían beneficiarse en África, Asia, Europa (Irlanda, Francia, etc.), siempre que haya un conflicto interno, para promover su propia investigación y políticas; en otras palabras, para sentar las bases de una ciencia de paz.
¿Cuáles han sido los resultados?
A.O.B.: Los proyectos del programa han producido una robusta fuente de datos y publicaciones científicas. Los hallazgos muestran la necesidad de intervenir: 29 por ciento de víctimas de guerra y 39 porciento de víctimas de desastres naturales fueron detectados positivo para trastorno de estrés postraumático, un tercio de la muestra de víctimas de guerra (31.23 por ciento) y la mitad de la muestra de desastres reportaron niveles moderados a severos de malestar psicológico. De igual forma, encontramos que los recursos positivos como el perdón, la esperanza, la sabiduría, entre otros, juegan un papel importante en la sanación.
¿De dónde han salido los recursos?
A.O.B.: Es un programa bandera de Unisinú con financiación propia. En el 2019 gracias al trabajo obtuvimos la beca de la Templeton World Charity Foundation (TWCF) para aplicar intervenciones de perdón basadas en el método REACH Forgiveness. Nos destacamos como país en la implementación por el número de participantes, la cantidad de actividades ofrecidas y el uso eficiente de recursos. De igual forma, el ensayo clínico y la campaña comunitaria de perdón fueron efectivos para aumentar el perdón, mejorar la salud mental y los niveles de bienestar.
¿Cómo se dio el interés de Harvard en el proyecto y qué impacto tiene?
A.O.B.: Harvard estuvo a cargo de la parte metodológica del proyecto internacional de perdón financiado por la TWCF. Cuando vieron que trabajamos en serio y con calidad, se abrió la posibilidad de hacer un acuerdo de cooperación Unisinú - Harvard a cinco años, que celebramos este mes con eventos en Bogotá y Montería frente a más de 2.500 asistentes en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y el Club Campestre, respectivamente. El acuerdo beneficiará al sector educativo, víctimas del conflicto y población carcelaria. Es relevante porque nos permitirá tener una metodología del más alto nivel. Nuestra esperanza es que el Gobierno tome en serio resultados como estos para escalar los proyectos y que todo el país pueda beneficiarse de la metodología a bajo costo, democratizar el acceso a ciencia aplicada para llevar vidas felices y en paz.
La Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales ha reconocido los alcances del programa. ¿Cómo se dio esto?
A.O.B.: Después de conocer el proyecto, Horacio Torres, vicepresidente de la Academia, dijo que estábamos haciendo algo paradigmático y organizó un foro para mostrar los hallazgos. La Academia luego ofreció un reconocimiento a la Universidad del Sinú por su aporte a la construcción de paz desde la ciencia gracias al programa.
*Contenido elaborado en apoyo con la Universidad del Sinú.