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¿Qué significa para Quibdó ser una ciudad aprendizaje de la Unesco?
La capital del Chocó es una de las siete ciudades de Colombia que hace parte de esta importante red mundial, que le ha permitido compartir experiencias y definir estrategias claras para mejorar la calidad educativa y evitar que niños y jóvenes terminen involucrados con organizaciones delictivas.
Cada ciudad del mundo es única por las particularidades de quienes la habitan, de su arquitectura, historia, cultura y ordenamiento territorial. Sin embargo, hay 230 urbes que comparten algo en común, fueron declaradas Ciudades del Aprendizaje de la Unesco. Un título que reconoce sus esfuerzos por promover la enseñanza inclusiva desde la educación básica a la superior, facilitar el aprendizaje en las familias, comunidades y lugares de trabajo, además de fomentar en su población un interés por aprender a lo largo de la vida.
Actualmente, 64 países hacen parte de esta importante Red que se considera clave para el cumplimiento de la agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Entre ellos está Colombia, que participa con siete ciudades: Medellín, Manizales, Cali, Bogotá, Rionegro, Tunja y Quibdó.
Elvis Córdoba Arango, secretario de Educación de Quibdó, cuenta que su designación fue un logro que alcanzaron en septiembre de 2020 gracias a una gestión entre la Oficina de Cooperación Internacional y la Secretaría de Educación. “Para nosotros es muy gratificante hacer parte de este selecto grupo porque se traduce en intercambios de conocimiento y en mayor visibilidad para la ciudad”.
Su escogencia se dio después de que la capital del Chocó enviara un informe a la Unesco en que detalla las acciones que realiza en términos de calidad educativa, programas de inclusión y actividades para fortalecer la educación en tiempos de pandemia; entre las cuales sobresale el programa de radio y televisión “Profe en Tu Casa”, cuya dinámica consistía en una emisión diaria de lunes a viernes con contenidos pedagógicos para estudiantes de preescolar y educación media.
El programa Inclusión para la Paz de USAID, implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también tuvo una influencia importante en esta decisión. Así lo reconoció en su momento el alcalde de Quibdó, Martín Emilio Sánchez.
Vale la pena recordar que en diciembre de 2019, entre la Alcaldía de Quibdó, la Agencia de Renovación del Territorio, la Gobernación del Chocó e IPA se suscribió el Pacto por la Educación del Chocó, que marcó un compromiso para impulsar los componentes de la estrategia de inclusión educativa: orientación socio ocupacional, nivelación de competencias, formación y acompañamiento a docentes, fortalecimiento de las comunidades e institucionalidad educativa.
Ser parte de la Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje de la Unesco trae consigo beneficios para Quibdó como recibir orientación y apoyo, poder intercambiar experiencias con otras ciudades del aprendizaje, mantener una fluida comunicación con una red de expertos y profesionales, entre otros.
Pero también representa algunos desafíos. “Nos exige un trabajo muy organizado. Por eso, el objetivo es planear todas las acciones y tener líneas estratégicas definidas. La primera de ellas tiene que ver con la atención a estudiantes en el contexto de la pandemia, otra es el aumento de la cobertura la cual no solo beneficia al sistema educativo, sino que nos permite arrebatarle niños y jóvenes a la violencia, y la tercera línea es la calidad educativa que se construye desde distintos escenarios”, agrega Córdoba.
Por su parte, Mayra Martínez, estudiante de noveno grado, agrega que “otra de las áreas en la que sentimos que falta inversión es en la planta física de los colegios, el mejoramiento de los baños, los salones de clases y las salas de informática. Es muy motivador ver bonitas las instalaciones”.
Por lo pronto, recalca el Secretario de Educación, “lo primordial es darnos a conocer. El aprendizaje debe darse desde el saber propio de cada región, por eso hablamos de etnoeducación, saberes afro, indígenas y mestizos, pero la idea no es quedarnos encerrados sino abrirnos al mundo. Queremos que conozcan el potencial que tienen nuestros estudiantes en áreas como tecnología, ciencia, cultura, artes, entre muchas otras. Y después, la otra gestión es hacer alianzas estratégicas que nos ayuden a movilizarnos, a aprender de ellos y ellos de nosotros”.