Automóviles
Rally BMW de la Sabana: la carrera de los aficionados a los autos clásicos y antiguos en Colombia
Durante la madrugada y la mañana del domingo, 89 equipos participaron de esta competencia de 432 kilómetros en la que lo de menos fue la velocidad.
El Rally BMW de la Sabana desafía las tradiciones de este tipo de competencias y en vez de premiar al más veloz, reconoce las destrezas del piloto más preciso. Comenzó hace 11 años como una divertida y novedosa actividad entre propietarios de vehículos antiguos a los que les apasionan los carros y socios del BMW Club Clásicos Colombia. Para esta edición 2021 convocó en Cajicá a 89 equipos de pilotos aficionados que durante la madrugada y toda la mañana del domingo recorrieron un circuito de más de 400 kilómetros.
Johannes Hartmann fue el mejor competidor entre los carros ‘contemporáneos mayores de 2000 cc’, y el más hábil de todos los ganadores en las ocho categorías. Desde niño, Hartmann compartía con su padre el gusto por las carreras y los automóviles. En 2019 lo que era un pasatiempo se convirtió en su actividad de tiempo completo: empezó a competir y en paralelo abrió un taller de carros.
Ese año corrió el Rally La Lechuza, una prueba que se desarrolla desde 1971 por las carreteras nacionales y es reconocida como una de las más importantes del país. En esa ocasión, algunas vías en obra dificultaron que llegara a tiempo. Sin embargo, este 2021 obtuvo el primer lugar en el XI Rally BMW de La Sabana. Hartman dice que este triunfo lo acercó a los aficionados, quizá porque su papá, quien nunca pudo competir, pero siempre fue uno de ellos.
En esta edición, se llevó a cabo lo que se conoce como “rally de tiempo ideal”, que significa correr una distancia determinada dividida en varios tramos a los que se debe llegar con precisión, es decir, los pilotos no pueden presentarse antes ni después del tiempo estimado. De fallar, el equipo suma puntos negativos, y en este tipo de competiciones gana el que menos puntos tenga. Por eso, los competidores necesitaron calma, paciencia y un buen descanso para completar la carrera de forma exitosa.
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Hartman, por ejemplo, se fue a dormir a las cuatro de la tarde del sábado para garantizar que estaría lúcido en la madrugada del domingo. Tenía que presentarse en San Roque, Cajicá, antes de las tres de la mañana, para emprender la ruta hacia Paipa y regresar al punto de partida sobre el mediodía. De esta forma completaría los 432 kilómetros previstos en la carrera.
Los pilotos no corren solos; los acompaña un navegante, su copiloto, quien informa sobre la ruta y la velocidad promedio a la que se debe conducir. Andrés Pérez fue el navegante de Hartman; además de cumplir su función como guía, tuvo que mantenerse atento a todo lo que sucedía en la carrera. “Es una pasión, un hobby que nos tomamos muy en serio”, asegura Pérez, quien también debió hacer cálculos durante la carrera para ajustar los tiempos y obtener el menor puntaje.
En el rally corrieron carros clásicos y antiguos de distintas marcas, categorías exclusivas de BMW, autos contemporáneos y súper deportivos. Juan Camilo Salazar, director del comité de rally de BMW Club Clásicos Colombia, asegura que esta competencia, en todas sus categorías, es en realidad una oportunidad para que los aficionados a estos carros puedan “pasear sus vehículos”, especialmente después de más de un año de restricciones de movilidad. “Se puede evidenciar el buen estado en el que se mantienen los carros antiguos en el país; estos automóviles de más de 50 años son un ejemplo del parque automotor colombiano”, destaca Salazar.