Cultura

‘Tantas almas’, la película sobre el duelo que representará a Colombia en los Premios Goya

El largometraje que se presenta en salas de Cine Colombia fue filmado en Simití, un pueblo de pescadores. Con un elenco en su mayoría de habitantes de la región, cuenta la historia de las almas errantes del conflicto armado y de la lucha de sus seres queridos por encontrar sus cuerpos para que descansen en paz.

3 de octubre de 2021
La búsqueda de José, el personaje principal de  ‘Tantas almas’  se desarrolla en el Magdalena, un río que ha sido testigo de la violencia y de las desapariciones en Colombia.
La búsqueda de José, el personaje principal de ‘Tantas almas’ se desarrolla en el Magdalena, un río que ha sido testigo de la violencia y de las desapariciones en Colombia. | Foto: Cortesía Medio de Contención

‘Tantas almas’, dirigida por el colombo-belga Nicolás Rincón Gille, cuenta la historia de José, un pescador del sur de Bolívar que decide emprender la búsqueda de los cuerpos de sus hijos, Dionisio y Rafael, quienes fueron desaparecidos por grupos paramilitares en el río Magdalena. “Esta película mira de frente el drama de nuestro país. Cuenta la historia de muchísima gente en Colombia y se centra en el duelo, en la pérdida y en la necesidad de encontrar a los seres queridos desaparecidos para poder darles un lugar”, explica Rincón.

Aunque la producción hasta ahora llegó a las salas de Cine Colombia, su estreno mundial fue en el Festival Internacional de Cine de Busan, en Corea del Sur hace dos años. Además fue premiada con la Estrella de Oro a Mejor Película en el Festival de Cine de Marrakech y tuvo menciones especiales en Francia, Italia, Noruega, Holanda y otros festivales internacionales. Actualmente este largometraje será el encargado de representar a Colombia en los Premios Goya que se celebran en España en febrero del próximo año.

El proyecto de la película comenzó en el 2008, cuando Rincón realizó su trabajo documental ‘Los abrazos del río’ en el Magdalena Medio. En este momento se dio cuenta de la necesidad de vivir el duelo que tenían las personas de esta zona afectada por la violencia paramilitar. Nueve años después empezó la producción de ‘Tantas almas’, en la que participan 25 actores, 23 de ellos son personas de la región. José, el personaje principal, es interpretado por José Arley de Jesús Carvallido, un pescador de Simití que ha vivido de cerca la violencia que aún persiste en la región.

El guión de la película incluyó testimonios de personas que viven en Puerto Wilches, Barrancabermeja, Cantagallo y San Pablo, en el Magdalena Medio, “Para todas ellas la producción fue un momento de volver a esos tiempos y de hacer un proceso de duelo y catarsis, por lo que tuve una carga simbólica muy fuerte”, explica Rincón.

La magia del cine es que sumerge al espectador en una experiencia. Así lo afirma Manuel Ruiz, productor de la película, y agrega que “con ‘Tantas almas’, las personas sienten el calor, el paisaje dramático de la violencia, el dolor y el anhelo. Aunque la historia pasa en Colombia, el duelo es algo universal y por eso se siente cercano. Somos parte de una sociedad que ha crecido en medio del dolor… Puede que no todos hayan sido afectados por la violencia directa, pero la historia del país se ha desarrollado en torno a la violencia política. No nos podemos acostumbrar al dolor de la violencia, por eso es tan importante utilizar el arte como un motor de cambio”.

El nombre ‘Tantas almas’ representa a todas las almas errantes víctimas del conflicto armado que están en pena porque sus cuerpos no han sido encontrados por sus seres queridos y familiares. El director afirma que esto es una problemática recurrente en Colombia que debe ser sensibilizada y visibilizada para que no se repita. “Tenemos que tratar de ir hacia otro lado como sociedad”, agrega.

La historia también tiene un componente fuerte y es el río Magdalena, que simboliza un espacio de vida, de pesca y de paseo, pero también es uno de los testigos del horror que se ha vivido en las regiones. “Es un contraste terrible pero como sociedad tenemos que ver con qué lado nos quedamos nosotros y saber cómo hacer para que siga siendo un lugar de vida”, añade Rincón.