Tantos granos como climas: así de diverso es el café colombiano

La variedad de pisos térmicos, las distintas alturas y temperaturas de Colombia han convertido al país en uno de los más diversos en su oferta cafetera. Algunas marcas desde Santa Marta hasta el Nariño explican cuáles son esas particularidades que les permiten ofrecer un grano para el mercado colombiano y cómo la transformación digital del sector ha permitido que los consumidores adquieran productos de origen desde la comodidad de sus casas, a través de la plataforma comprocafedecolombia.com.

En la Sierra Nevada de Santa Marta Cindy Saballet, coordinadora de producción de Café Tima, asegura que la siembra cerca al mar y el manejo eficiente de los recursos naturales les permiten entregar un producto con aroma acaramelado y sabores a chocolate y almendras. “Las condiciones geográficas y topográficas de cada región hacen que muchos factores influyan directamente sobre el sabor y la calidad del café; además, convierten a Colombia en un productor predominante de cafés especiales”, detalla Saballet.

Mientras, en La Toscana, Antioquia, Camilo Acevedo Pareja, de Café la Cima, destaca que, durante la producción de su café, cada pequeño detalle importa. Esta empresa familiar supervisa cuidadosamente todos los eslabones de la cadena, desde el cultivo hasta el proceso de tostión, con el objetivo de que la taza final sea toda una experiencia para los consumidores. Adicionalmente, ofrece una ruta turística que permite a los visitantes constatar la transparencia de sus procesos y la calidad de sus productos.

En el Valle del Cauca, Café Ginebras trabaja con más de 3.500 familias de la región, enfocadas en producir un “café místico, socialmente responsable y de alta calidad”, así lo explica su gerente, José David Alcalá, para quien la plataforma Compro café de Colombia contribuye a este propósito “porque muestra la maestría tostadora, la experticia en los diferentes procesos y las líneas de productos de municipios que ofrecen cafés sostenibles, premium y representativos de cada una de las regiones”. Para Alcalá, el hecho de que los productos presenten sus respectivos sellos de calidad, “demuestra el esfuerzo por visibilizar la calidad de los cafés vallecaucanos”.

Por su parte, en Caldas, Lázaro Arango, creador de Martinica Café, precisa que “el buen café colombiano es el resultado del intenso amor que ponemos en nuestros procesos agronómicos a lo largo del territorio nacional”. En este sentido, explica que la ubicación, el clima, el suelo y la variedad de lo que se siembra son aspectos relevantes a nivel nacional.

Si bien una de las bondades de la plataforma digital, comprocafedecolombia.com que impulsa la Federación Nacional de Cafeteros es la posibilidad de tener acceso a una gran variedad de cafés de origen regional, de diferentes alturas, procesos y tostión, entre sus propósitos está que los colombianos conozcan a profundidad sobre este producto bandera del país; que puedan diferenciarlos y comprender la importancia que tiene en cada uno de los territorios. “Si alguien quiere saber qué es el café de Colombia, comprocafedecolombia.com es la única forma de hallar la respuesta”, afirma Arango.

El café ha sido, a lo largo de la historia, fuente de ingresos y refugio para muchos colombianos; y hoy es clave para la reactivación económica del campo. Los caficultores coinciden en que ya es tiempo de que los consumidores nacionales se abran a nuevas experiencias a través de marcas y sabores con presencia en las regiones, y de esta manera apoyen a las 540 mil familias caficultoras del país. Para Wilson Peláez Suárez, fundador y gerente de Taza Bendita, un café especial de Jericó, Antioquia, el sector requería de un espacio que se ajustara las necesidades del contexto actual del país, definidas por las dinámicas digitales que aceleró la pandemia, “donde se pueda encontrar variedad y calidad, comprar de manera ágil y recibir entregas oportunas”.

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