Turismo

Turismo extremo: los mejores planes para unas vacaciones emocionantes en Santander

Con sus impresionantes paisajes montañosos, cañones y ríos caudalosos, Santander se ha convertido en un popular destino para viajeros que buscan actividades llenas de adrenalina y emoción.

Redacción Semana
29 de febrero de 2024
Sobrevolar en parapente es una de las actividades más deseadas por los turistas que visitan Santander.
Sobrevolar en parapente es una de las actividades más deseadas por los turistas que visitan Santander. | Foto: franciscojrg - stock.adobe.com

El departamento de Santander se ha consolidado como un destino turístico de primer nivel para los aficionados a la adrenalina y la naturaleza. Por su compleja geografía, la región tiene una amplia oferta de actividades de turismo de aventura como parapente, canotaje, bungee jumping y torrentismo entre otras.

Según Kerly López, administradora del parque Explorer, ubicado en el municipio de San Gil, este tipo de turismo invita a visitantes y familias a salirse de la rutina y encontrarse con la naturaleza. “Hay actividades de aventura que pueden disfrutar familias completas. Desde niños de 4 años hasta adultos mayores, pues la oferta turística es bastante amplia”, aseguró. Solamente en el parque de cuerdas, a Explorer lo visitan alrededor de 15.000 personas y este número llega a 50.000 cada año sumando todas las áreas del parque.

Rafting

Hacer rafting por el río Fonce es uno de los atractivos emblemáticos de San Gil. Desde emocionantes rápidos hasta tramos de aguas tranquilas, el río brinda una experiencia emocionante para canoístas de todos los niveles.

“Es como una montaña rusa natural”, aseguró Simón Acosta, un joven bogotano que visitó la región en busca de actividades que la capital del país no ofrece.

Hacer rafting por el río Fonce es uno de los atractivos emblemáticos de San Gil.
Hacer rafting por el río Fonce es uno de los atractivos emblemáticos de San Gil. | Foto: Getty Images

También se puede realizar esta actividad en el río Suárez, con un descenso de 10 kilómetros que permite apreciar la belleza natural del paisaje.

Parapente

Sobrevolar en parapente sobre el cañón del Chicamocha es considerado el segundo mejor vuelo del mundo debido a su topografía, paisaje y altura. Según Yadira Beltrán, gerente general de la empresa Paravolar Colombia, agencia Operadora de Turismo de San Gil, este tipo de actividades, además de ser seguras, ayudan a los turistas a superar sus miedos.

Sobrevolar en parapente sobre el cañón del Chicamocha es considerado el segundo mejor vuelo del mundo.
Sobrevolar en parapente sobre el cañón del Chicamocha es considerado el segundo mejor vuelo del mundo. | Foto: Michele - stock.adobe.com

En el municipio de Curití se puede hacer el vuelo en parapente más económico de Colombia: 130.000 pesos. Mientras que en el cañón del Chicamocha los precios arrancan a partir de los 220.000 pesos y el vuelo puede tener una duración de 8 a 20 minutos.

Torrentismo

Las cascadas de Juan Curí son el lugar ideal para hacer torrentismo. En sus cascadas se pueden encontrar descensos de hasta 60 metros. Además de rappel, los visitantes también disfrutan de toboganes naturales.

En la región hay empresas de turismo especializadas que ofrecen tours guiados y equipos de seguridad, garantizando una experiencia memorable para todos aquellos que se aventuran a explorar esta maravilla natural.

Las cascadas de Juan Curí son el lugar ideal para hacer torrentismo.
Las cascadas de Juan Curí son el lugar ideal para hacer torrentismo. | Foto: Getty Images

El espeleísmo en Santander también hace parte de la oferta de actividades extremas del departamento. Su vasta red de cuevas y cavernas brinda a los aventureros la oportunidad de descubrir impresionantes formaciones rocosas y maravillas subterráneas. Esta actividad se puede realizar en la cueva de la Vaca en Curití o en la cueva del Indio en Páramo.

Además de sus actividades extremas, Santander ofrece una gran variedad de opciones para aquellos que prefieren aventuras menos extremas. Por ejemplo, viajes de 15, 25 o 50 kilómetros en bicicleta, recorridos por el parque Gallineral o las cascadas de Juan Curí.