Especial Minería
Una nueva era: expertos reflexionan sobre las tareas urgentes que el sector de la minería debe atender
El sector minero afronta grandes desafíos por cuenta de la transición energética. Un grupo de expertos reflexionó sobre los aportes del sector al país y las tareas urgentes que debe atender.
Los representantes y especialistas más influyentes del sector respondieron cuál ha sido el aporte de la minería al país y cuál consideran que es hoy el gran desafío en el marco de la transición energética.
“La minería tiene un importante papel fiscal”
Eduardo Chaparro Ávila, director ejecutivo de la consultora Gearne y presidente de la Asociación Colombiana de Exploradores
La producción de minerales y metales ocupa un papel preponderante en la historia de Colombia. A hoy, según lo registra la agencia delegada para el concesionamiento, el recaudo de los valores de impuestos y regalías proyectado para 2022 –con base en datos del Banco de la República– fue de 1.514,9 millones de dólares. Y para el mismo año, el valor de las exportaciones proyectadas fue de 4.222 millones de dólares (unos 11,5 billones de pesos), es decir, el 1,19 por ciento del PIB. De esta manera muy simplificada se puede evidenciar el importante papel fiscal que desempeña este sector en la economía nacional.
Hay un tema candente, muy debatido y poco analizado: la formalización de las operaciones mineras no amparadas por un título minero, lo cual es crucial si queremos tener seguridad jurídica, manejo ambiental, riego fiscal, correcto uso de la tributación, un conocimiento del territorio que solo la exploración puede dar, empleo decente y, sobre todo, desarrollo regional y presencia del Estado en zonas de conflicto.
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“El sector representa el 20 por ciento de las exportaciones”
Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía
El sector minero representa el 2 por ciento del PIB (el carbón pesa el 53 por ciento de este sector), el 20 por ciento de las exportaciones y 13 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED). Además, genera 350.000 empleos directos y casi un millón de indirectos. El año pasado giró al Sistema General de Regalías (SGR) 6,3 billones de pesos.
La transición energética debe estar acompañada de una estrategia de transformación productiva que diversifique la economía. Esta diversificación debe empezar por el sector minero-energético, por la diversificación de la minería y extrayendo aquellos minerales que son críticos para la transición (oro, níquel, cobre, litio, cobalto, entre otros). De manera gradual y progresiva la explotación de carbón térmico tendrá que avanzar a un proceso de reconversión laboral, pues la demanda se va a ir contrayendo. En cuanto al carbón metalúrgico, su marchitamiento será más lento dado que se requiere el coque que se obtiene del mismo para forjar el acero que requiere la transición energética. Lo más urgente es contar con la Hoja de Ruta de la Transición Energética Justa, que ha sido aplazada hasta febrero del año entrante.
Mayor articulación con comunidades e instituciones
César Díaz Guerrero, consultor experto en minería
La minería genera un número muy importante de empleos directos, especialmente rurales, así como grandes cifras en regalías e impuestos y un gran encadenamiento productivo. Pero quizá el mayor aporte es ser un jalonador de desarrollo local, con compromiso ambiental, en cientos de municipios con grandes necesidades.
Son varios los retos que enfrenta hoy la industria. Es relevante lograr una mayor articulación con algunas comunidades e instituciones que tienen prevención con esta actividad. Segundo, a través de un diálogo técnico, franco y sin agendas políticas ni individuales construir mayor confianza sobre esta actividad y lograr que se reconozcan sus grandes aportes ambientales, sociales y económicos.
El desafío es la desconfianza
Juan Camilo Restrepo, exministro de Minas y Energía, Hacienda y Agricultura
El aporte de la minería al país es inmenso. Así se refleja en términos de empleo y también en la inserción de Colombia en el mercado internacional. Además, se destaca el aporte de las regalías para las entidades territoriales.
El gran desafío es la desconfianza y las políticas hostiles del Gobierno del presidente Gustavo Petro contra la minería, lo mismo que la inseguridad y los problemas de orden público. Según datos recientes, el 45 por ciento de las mineras que operan en el país están pensando en retirarse o en reducir sensiblemente sus operaciones, lo cual resulta muy grave.
“La producción minera se ha rezagado”
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo
La minería desempeña un papel crucial en el desarrollo económico de nuestro país. Representa el 22,2 por ciento de las exportaciones, el 8,7 por ciento de la Inversión Extranjera Directa y el 1,7 por ciento de la producción nacional en la última década. En La Guajira y el Cesar la minería impulsa significativamente el desarrollo, el empleo y el bienestar, representando alrededor del 60 por ciento de la producción regional. Sin embargo, a pesar de su potencial y del reciente aumento en los precios internacionales, la producción minera se ha rezagado frente a la economía debido a problemas como entrega de títulos, seguridad pública y baja inversión, lo que resulta en una pérdida de impulso económico y de servicios esenciales como la energía.
La implementación de una transición energética es esencial, pero debe llevarse a cabo de manera gradual y considerando cuidadosamente los beneficios y costos implicados. Un reciente estudio de Fedesarrollo resalta los elevados costos asociados al desmantelamiento acelerado de activos críticos, como la energía térmica, y a la adopción acelerada de tecnologías no rentables. Además, es crucial reconocer el papel fundamental que la industria minera puede desempeñar en este proceso, ya que tiene el potencial de financiar la construcción de capital humano, la investigación y desarrollo y la infraestructura verde.
“La minería ha contribuido a la seguridad energética”
Silvana Habib, vicepresidenta legal y de Asuntos Corporativos de Colombia Natural Resources (CNR)
La minería ha acompañado la historia del país y de su desarrollo. Por ejemplo, por la actividad minera se ha avanzado en la construcción de vías necesarias para el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos y para el desarrollo de actividades económicas como la agricultura, ganadería, turismo, entre otras. También ha permitido el avance de los programas de vivienda de interés social. Por eso, hablar de minería solo por el aporte significativo que hace en las rentas nacionales y en los presupuestos de las entidades territoriales, a través del Sistema General de Regalías, se quedaría corto y no permitiría ver cómo es parte de nuestra vida.
El mayor desafío que tiene la minería es lograr posicionarse como el brazo apalancador de la transición, no solo porque varios minerales son insumos indispensables para el desarrollo de la infraestructura que se requiere para la implementación de fuentes de energía renovables, sino por los recursos económicos que esta actividad genera y que se necesitan para lograr una transformación productiva de las zonas donde el mayor ingreso para sus habitantes y para el presupuesto local es producido por la minería de carbón.
Esto requiere tiempo y debe hacerse de manera responsable. Es imperativo el reconocimiento por parte del Gobierno de la legitimidad de la actividad minera legal y sus aportes al proceso de transición.
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