Una nueva Quibdó

Por Marcela Díaz Sandoval*

Desde donde se mire Quibdó es una ciudad distinta a las demás. Distinta a la percepción que los colombianos y extranjeros tienen de ella. Distinta en el ritmo de vida que llevan sus habitantes. Distinta en su infraestructura que no puede compararse a la de las grandes capitales del país. Y distinta en los temas sociales y culturales que definen sus actividades, comportamientos y fijan su desarrollo. Sin embargo, su gran diferencia radica en la entereza con la que ha logrado salir de las situaciones adversas y aún así mantenerse de pie y obtener resultados positivos.

Uno de los temas que define el panorama transversal de las ciudades tiene que ver con la economía y el impacto que esta genera en la calidad de vida de sus habitantes. En el caso de Quibdó, vale la pena destacar que desde 2017 vienen trabajando en una estrategia de acuerdo de restructuración de pasivos para lograr estabilizar su situación fiscal y financiera que años atrás no permitía que el presupuesto se ejecutara con los planes de desarrollo, lo que generaba una incapacidad de gestión y progreso.

La deuda, que en abril de 2017 llegaba a los 59.000 millones de pesos, logró depurar hasta diciembre de 2020 la cifra de 19.290 millones de pesos, para alcanzar un nivel de pagos de 24.297 millones de pesos. Hoy el saldo de acreencias del municipio es de 15.552 millones de pesos, lo que representa una disminución de casi el 74 por ciento del total de la deuda.

“Esto lo que nos muestra es que el acuerdo se puede terminar este año, y que Quibdó puede sanear sus finanzas en 2021 y superar la complejidad de su pasado económico, lo que al mismo tiempo nos da un respiro enorme para continuar con el desarrollo de temas pendientes”, explica Fidel Eliécer Lemos Quejada, secretario de Hacienda de la Alcaldía de Quibdó. Con la liberación de los recursos llega el impulso a la inversión, que incluye a los sectores educativo, de salud, infraestructura y deporte.

Desde el punto de vista de la infraestructura educativa, la ciudad contempla el mejoramiento de instalaciones como la Institución Educativa Integrado Carrasquilla Industrial, la Escuela Normal Superior de Quibdó, la Institución Educativa José del Carmen Cuesta y la Ciudadela Mia. “A los niños y jóvenes quibdoseños les gusta estudiar. Ellos aman aprender y disfrutar de los espacios que les brindan las aulas, a eso le estamos apuntando, a generar ambientes educativos cómodos y completos”, puntualiza el secretario de Educación, Elvis Córdoba.

Otro de los sectores en los que la ciudad ha venido mostrando su evolución tiene que ver con la infraestructura privada y pública. Hoy en Quibdó se observan más edificios tanto de hoteles como de viviendas; la apertura del centro comercial El Caraño -inaugurado en 2019- representó un cambio de imagen positivo gracias a la presencia de marcas como Olímpica, Vélez, Koaj y Frisby, entre otras. De igual forma, la llegada de tiendas D1 y de varias estaciones de servicio, dejan ver un panorama comercial activo en el municipio.

Lea también: El Valle de Aburrá le apuesta a una movilidad activa y sostenible

Una ciudad diferente

Para Aliana Yadira Riascos, habitante de Quibdó, la ciudad ha venido teniendo una evolución notoria en los últimos cuatro años, “sin embargo, desde 2020 temas como la actividad física, la promoción de estilos de vida saludable, la recuperación del espacio público, la pavimentación de las vías y la seguridad se han visto fortalecidos. Esta es una ciudad maravillosa donde todo el que viene se va con un concepto distinto”.

Parte de esa nueva imagen que hoy refleja el municipio se debe a la intervención de la malla vial. La pavimentación de la vía Porvenir – Platina que conecta a Quibdó con Medellín, al igual que la recuperación de la vía Obapo – Pacurita representan un avance notorio al ser principales puentes de acceso.

A nivel de infraestructura de salud el reto sigue siendo grande, pero los avances son tangibles. Actualmente, la ciudad trabaja en la recuperación de la Unidad Intermedia de Salud El Caraño, que por años estuvo paralizada y que hoy retoma su construcción. Adicional a este proyecto, la municipalidad invertirá este año cerca de 5.000 millones de pesos en la recuperación de cinco centros de salud, entre ellos el de San Vicente, Niño Jesús y Nicolás Medrano.

En una ciudad donde los jóvenes ocupan un rol importante, el deporte se convierte en protagonista de grandes impactos sociales. Por ello, desde la Alcaldía de Quibdó, este año trabajan en un plan de recuperación de escenarios deportivos que incluye a todas las canchas de los barrios y de manera principal a la Cancha La Normal, de donde salieron importantes figuras del departamento. En total, la inversión alcanza un presupuesto de 1.200 millones de pesos.

De cara a los avances, la capital del Chocó se enfrenta a importantes retos, el más sobresaliente es el del desempleo – en enero pasado la ciudad ocupó el primer puesto en desocupación a nivel nacional con el 21,5 por ciento –. “Necesitamos contar con el apoyo del Gobierno nacional para que promueva la inversión en Quibdó, aquí hay gente trabajadora que está esperando una oportunidad. La infraestructura ha ido mejorando y las ganas de avanzar son muchas”, expresa Leison Achito, realizador audiovisual y líder social. Para comprender a Quibdó necesariamente hay que visitarla.

*Periodista

Lea también: Con un planetario casero aprenden los estudiantes de la vereda Las Peñas, en Antioquia