V. Sivasubramanian.

ENTREVISTA

El remedio para ‘curar’ las aguas contaminadas

Las microalgas pueden llegar a convertirse en el estándar para el manejo y descontaminación de aguas usadas en procesos industriales.  Además de ser una tecnología ecológica, sus residuos se utilizan para generar energía limpia.

8 de agosto de 2017

La contaminación del agua es una de las secuelas recurrentes de la actividad industrial. Durante años las empresas químicas, petroquímicas, farmacéuticas, metalúrgicas y extractivas han dejado una gran carga tóxica en los cuerpos de agua alrededor del mundo. Sin embargo, desde hace dos décadas una tecnología proveniente de la misma naturaleza, se constituye como la salida a este problema.

Para conocer más sobre la biorremediación basada en microalgas, Semana Sostenible habló con el experto indio V. Sivasubramanian, pionero en el uso de esta técnica y director del Centro de Investigación Ambiental del Phycospectrum (PERC).

Semana Sostenible: ¿De dónde surge el uso de algas para descontaminar aguas?

V. Sivasubramanian.: Esta tecnología surgió hace más de 17 años. Los científicos siempre han sabido que cuando existe una concentración inusual de algún material contaminante en un ecosistema las microalgas siempre responden. Gracias a la observación de ese comportamiento nació el proyecto de biorremediación. Estos organismos tienen la capacidad de transformar sustancias tóxicas en otras no tóxicas como la biomasa, el aceite o las proteínas.

Semana Sostenible: ¿Qué tienen de especial las microalgas?

V.S.: Estas algas son distintas a las que uno conoce en las playas o come en el sushi. Son unicelulares, no tienen raíz y tallo, y son solo visibles a través del microscopio. En el mundo existen millones y de hecho no conocemos ni el 30 por ciento de las especies de microalgas. Son organismos muy complejos pero supremamente útiles si uno sabe usarlos. 

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Semana Sostenible: ¿Cómo es el proceso de descontaminación?

V.S.: Es distinto de acuerdo al material, pero en general las microalgas funcionan como una especie de filtro. En su superficie tienen glucopolisacaridos que funcionan como un velcro y atrapan las moléculas contaminantes, a medida que cada microalga cumple esta tarea el material resultante se convierte en biomasa. Solo tienen dificultades en la industria farmacéutica ya que estas usan sustancias muy tóxicas que las matan. Lo admirable es que las microalgas son más resistentes que las bacterias y no matan a otros organismos que ya habitan los ecosistemas que se van a intervenir.

Semana Sostenible: ¿Cuál es el porcentaje de eficiencia de las microalgas?

V.S.: Entre más biológico el material contaminante más eficientes son, entre más artificial el proceso es más demorado. Sin embargo, hay que entender que las microalgas no son un ‘santo grial’.

Semana Sostenible: ¿En dónde se pueden encontrar?

V.S.: En todo el mundo, son las tatarabuelas de las plantas. Están en todos los ambientes, incluso algunas son capaces de vivir fuera del agua. Lo que pocos saben es que las microalgas hacen fotosíntesis y son responsables de la mayor parte del oxígeno de la Tierra.

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Semana Sostenible: ¿Cómo potencializarlas para que sean más eficientes?

V.S.: Incrementamos el número de microalgas, les damos condiciones óptimas, horas de luz y oscuridad que hacen que su metabolismo sea más efectivo en la degradación del contaminante.

Semana Sostenible: Luego de que se genera la biomasa, ¿qué se hace con ella?

V.S.: Se puede usar como sustituta del carbón y la que no es tóxica puede servir como abono o suplemento alimenticio para algunas especies de ganado.

Semana Sostenible: ¿Cuál ha sido el caso más exitoso?

V.S.: Durante 14 años un lago en el estado de Uttar Pradesh (India) recibió contaminantes de diversas industrias y la carga sanitaria de varias poblaciones. El gobierno, buscando alternativas para descontaminar el río Ganges, nos encargó el reto de mejorar la calidad del agua del lago y en solo dos semanas las microalgas redujeron en un 90 por ciento la contaminación de las aguas.