Agilismo: la construcción ya no es solo lápiz, papel, cemento y acero

Si hace una década alguien me hubiera dicho que en el sector de la construcción se terminarían aplicando metodologías ágiles y tecnologías emergentes, habría sido difícil de imaginarlo. La construcción ha estado marcada tradicionalmente por procesos estructurados, cronogramas estrictos y una gran resistencia al cambio. Sin embargo, el descubrimiento del agilismo está transformando la manera en que se gestionan los proyectos en esta industria.

Todo comenzó con una mayor apertura a la metodología ágil, entendiendo que ser rápido no es lo mismo que ser veloz. La agilidad no es hacer las cosas apresuradamente, sino adaptarse, aprender y mejorar continuamente. Esta nueva forma de trabajo ha permitido a muchos profesionales superar barreras y desafiar paradigmas que antes parecían inamovibles.

La construcción sigue siendo un sector en el que predominan los hombres, y muchas mujeres enfrentan el desafío del síndrome del impostor. Pero, poco a poco, con cada proyecto concluido y cada reto superado, se ha demostrado que la diversidad y la inclusión generan un impacto positivo. Redes de apoyo y comunidades de mujeres en tecnología han sido clave en este proceso, promoviendo la adopción de tecnologías emergentes para la gestión de datos, tableros de inteligencia de negocio, automatización de la planificación financiera y análisis de mercados en tiempo récord.

Estas herramientas digitales han impulsado la transición de modelos de negocio tradicionales a enfoques exponenciales, en los que la innovación y la adaptabilidad son la base. La aplicación de mínimos productos viables ha permitido optimizar recursos y mejorar la toma de decisiones en el sector. Además, el compromiso con la equidad de género ha abierto oportunidades para que más mujeres accedan a empleos en la construcción y se capaciten en metodologías ágiles y tecnología.

Como bien lo señala Gartner, la tecnología es clave en la transformación digital de cualquier sector, incluyendo la construcción. La inteligencia artificial, el internet de las cosas y la realidad aumentada están mejorando la eficiencia y productividad. Pero la verdadera revolución está en las personas: en quienes, a pesar del miedo a emprender y del síndrome del impostor, deciden desafiar las estadísticas y liderar proyectos innovadores.

Para fomentar esta innovación, es fundamental invertir en mentorías, construir redes de apoyo, empoderarse a través de la tecnología y visibilizar casos de éxito. En Colombia y en muchas otras partes del mundo se ha visto cómo estas estrategias pueden ser un catalizador para el crecimiento de profesionales en tecnología y construcción.

La construcción ya no es solo lápiz y papel, cemento y acero. Son también datos, algoritmos, inteligencia artificial y metodologías ágiles. Y en ese nuevo panorama cada vez más personas están dejando su huella, demostrando que la innovación y la construcción no tienen género. Solo tienen visión, pasión y, sobre todo, determinación para transformar el mundo un proyecto a la vez.

Angie Paola Cerquera, CEO de Trazo y Construcciones SAS.