Mujeres
El éxito silencioso: las enseñanzas de una madre que forjó un campeón
El verdadero éxito se encuentra en los sacrificios invisibles y en la fuerza silenciosa de quienes están detrás de los triunfos. Angélica Vivas, madre del medallista olímpico Ángel Barajas, nos muestra que el impacto más profundo no está en las medallas, sino en la dedicación y amor que forjan campeones.
Dicen que el éxito se traduce en cifras, prestigio y status. Cuando en realidad, tiene un significado mucho más profundo y poderoso. Durante un viaje a París, en medio del bullicio de los negocios, una noticia tocó mi corazón y no pude evitar reflexionar en cómo el éxito está en recovecos olvidados, Aunque el brillo de una medalla olímpica deslumbra, lo que realmente brilla es el esfuerzo silencioso, constante y muchas veces invisible de una mujer que ha logrado lo imposible. No es una CEO ni una estrella de cine, sino “una madre”, una verdadera heroína, que con amor, fe y dedicación ha forjado un campeón.
Durante una rueda de prensa, conocí la historia de una mujer que personifica la fuerza y la tenacidad en su forma más pura. Es la madre de Ángel Barajas, quien gano medalla de plata para Colombia en los Juegos Olímpicos de París. Lo que relató Angélica Vivas durante mi entrevista, con un orgullo que trasciende las palabras, me lleva a aplaudir no solo al joven deportista que puso el nombre de nuestro país en alto, sino también a la mujer que lo hizo posible haciendo muchos recorridos bajo el sol y a pie para llevarlo a entrenar.
Conozca la entrevista a continuación:
#Entrevista— Andrea Garcia-Beltran, Head of Cyber, de CyberSpecs, entrevistó a la madre de @angel_barajas34, el deportista colombiano quien gano medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024, en la categoría de gimnasia artística.
— Cristina Benavides (@Laura05301) August 13, 2024
Conozca su entrevista a continuación: pic.twitter.com/6hGDxuyJD7
Este logro, monumental en sí mismo, tiene un trasfondo que lo hace aún más impresionante. El joven campeón ha sido moldeado por el ejemplo, la disciplina y el sacrificio que su madre enfrento con una sonrisa. Su historia es una lección de vida, Un recordatorio de que las mujeres más “tesas” no siempre visten traje y corbata, especialmente en una sociedad que mide el éxito por el carro, el título, las marcas o los seguidores en redes. Ser una “tesa” no es solo romper techos de cristal en el mundo corporativo, es el impacto que generamos en los demás, no es poder ni riqueza, es la capacidad de dar a luz, inspirar, de guiar, de amar, educar con valores y transformar vidas y eso, sin duda, merece todos los reconocimientos.
Así, mientras París sigue con su ritmo acelerado, Angélica, con dedicación y el corazón latiendo a mil por su hijo, sin importar si hay una medalla en juego o no, sigue criando un campeón, y en el proceso, nos demuestra que una “mujer de alto impacto” es quien empodera e ilumina almas, tiene el poder de cambiar el mundo, y unir a un país celebrando esta medalla.
Por: Andrea Garcia-Beltran, Head of Cyber, Media &Tech Europe| Parter | Nirvana ChairWomen CyberSpecs