Liderazgo femenino: La clave para enfrentar los retos del transporte de carga en Colombia

El sector del transporte de carga por carretera es uno de los pilares fundamentales de la economía colombiana, pero también uno de los más desafiados por las nuevas regulaciones, como la resolución que actualiza las relaciones económicas del sector transporte y su articulación con los lineamientos establecidos por la Superintendencia de Transporte. Estas normativas, aunque son necesarias para formalizar el sector y promover prácticas justas, han puesto sobre la mesa retos operativos y económicos que requieren soluciones innovadoras y colaborativas.

Desde mi experiencia como CEO de Transnacional de Carga S.A.S. y vicepresidenta de Asecarga, considero que este momento de transición es también una oportunidad única para reconfigurar la forma en que trabajamos como industria, destacando la importancia del liderazgo inclusivo y la visión estratégica para superar estos desafíos.

Una transformación necesaria: Lo bueno y los retos

Esta nueva resolución tiene como objetivo garantizar relaciones económicas equilibradas y transparentes en el transporte de carga. Al exigir que las empresas respeten los costos eficientes de operación regulados por el SICE-TAC, busca erradicar prácticas abusivas y fomentar una competencia saludable. Sin embargo, como ocurre con cualquier cambio estructural, las dificultades emergen:

1. Carga administrativa: Las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, enfrentan costos adicionales y complejidades operativas para cumplir con las normativas.
2. Impacto en los márgenes: Respetar los costos mínimos establecidos puede ser desafiante para compañías que operan con márgenes ajustados.
3. Desconfianza histórica: El sector enfrenta una falta de confianza entre los actores clave: generadores de carga, transportadores y empresas de transporte.

Estos retos, aunque significativos, no son insuperables. Al contrario, representan una oportunidad para fortalecer el sector desde dentro, y aquí es donde entra el rol del liderazgo.

Una llamada de atención al Gobierno

Aunque la resolución 20243040058015 tiene como objetivo formalizar el sector y establecer condiciones más equitativas, el Gobierno ha fallado en comunicar de manera clara y efectiva los beneficios reales de esta normativa.

Es preocupante la creciente desinformación que circula en el sector, especialmente los ataques constantes hacia las empresas de transporte de carga y sus empresarios. En muchas ocasiones, se ha tergiversado la realidad, presentando a los transportadores independientes como víctimas y a las empresas como los únicos responsables de los problemas estructurales. Este discurso no solo divide al sector, sino que ignora la verdadera contribución de las empresas al desarrollo logístico del país.

Reconocer las fallas, pero no generalizar

Es cierto que existe un pequeño porcentaje de empresas que no cumplen con las normativas y generan frustración y descontento entre los pequeños transportadores. Estas malas prácticas no deben ser ignoradas, pero tampoco pueden llevarnos a satanizar a todas las compañías del sector. La mayoría de las empresas de transporte trabajan arduamente para cumplir con los estándares de calidad y formalidad que exige el mercado, generando empleo, inversión y estabilidad.

La obligación del Estado: Fortalecer los entes de control

El Estado tiene la responsabilidad de garantizar que las empresas que operan en el sector lo hagan de manera ética y profesional. Para ello, es indispensable fortalecer los entes de control, como la Superintendencia de Transporte, y dotarlos de los recursos y facultades necesarias para:

Supervisar de forma rigurosa:

Sancionar las malas prácticas:

Promover la transparencia:

Con un sistema de control más sólido, el sector puede eliminar las malas prácticas sin castigar a las empresas que trabajan de manera honesta y contribuyen al desarrollo del transporte de carga en el país

Liderazgo femenino: Una perspectiva transformadora

En tiempos de cambio, el liderazgo femenino juega un rol crucial y esto lo demuestra también el hecho de que esta cartera, el ministerio, este en cabeza de una mujer y que a su vez el ente regulador, la Supertransporte también lo esté. Así mismos gremios de transportadores de base y de empresas de transporte como Colfecar y Defencarga que liderados por mujeres aportan una visión diferente y más objetiva. Desde la empatía y la inclusión hasta la visión estratégica, las mujeres en roles directivos tienen la capacidad de transformar las dinámicas de la industria, promoviendo un enfoque colaborativo que beneficie a todos los actores.

Propuestas de acción basadas en liderazgo:

1. Mesas de diálogo abierto: Crear espacios de conversación entre generadores de carga, empresas y transportadores para identificar necesidades y encontrar soluciones conjuntas.
2. Programas de formalización: Diseñar estrategias inclusivas que ayuden a los pequeños transportadores a cumplir con las normativas a través de capacitación y acceso a financiamiento.
3. Innovación tecnológica: Impulsar el uso de herramientas digitales para optimizar procesos, desde la gestión de flotas hasta el cumplimiento normativo.
4. Políticas de equidad: Promover la participación de más mujeres en el sector para fomentar la diversidad de ideas y la construcción de soluciones sostenibles.

Un llamado a la unidad

Es momento de actuar con visión y unidad. Esta nueva resolución no es un obstáculo, sino una plataforma para fortalecer la industria. Las empresas deben comprometerse a operar con ética, mientras que el Gobierno y los entes de control deben garantizar un terreno de juego justo para todos.

Desde mi experiencia, estoy convencida de que, trabajando juntos, podemos convertir los desafíos en oportunidades, posicionando al transporte de carga colombiano como un referente de eficiencia, transparencia y sostenibilidad en la región.

Por: Janeth Martínez Merchán, CEO de Transnacional de Carga S.A.S., Vicepresidenta de Asecarga Comprometida con la innovación, la inclusión y el fortalecimiento del sector logístico colombiano.