Día de la Mujer
Mujeres que inspiran: Luz Ángela Castro, la líder detrás de los grandes espectáculos en Colombia
Cirque Du Soléil, Coldplay, Madonna, One Direction, Foo Fighters, Justin Bieber, MaroonV, Rolling Stones, U2 y Bruno Mars. Todos estos shows tienen detrás la gestión de la country manager de Ocesa en Colombia.
Luz Ángela Castro estudió finanzas y relaciones internacionales. Su vida en el mundo laboral comenzó por lo alto: trabajando en World Trade Center Organization, donde estaba a cargo de la oficina de relaciones y de corresponsalía internacional.
Desde esa posición lideró un proyecto con Proexport (Procolombia hoy en día), con el que buscaba que las oficinas de representación comercial de esta entidad funcionaran desde el mítico World Trade Center, de Nueva York. Gracias a eso, conoció a la entonces presidenta de Proexport, Ángela María Orozco, quien la impulsó luego a liderar el área de servicio al cliente. Allí, dice, se estrelló “con una percepción rara, de que además de ser mujer, era joven. Solo tenía 23 años y tenía gente a mi cargo con más experiencia que yo”. Una experiencia de aprendizaje que siempre carga consigo.
Después de varios años, impulsando macroruedas de negocios, tropezó en el camino con la entonces presidenta de Asobancaria, Patricia Cárdenas, que la llevó a trabajar a su equipo y la puso a cargo de una de las áreas más importantes, cuyo objetivo era la generación propia de ingresos para el gremio a través de convenciones bancarias y eventos. Y de nuevo Luz Ángela brilló.
Años más tarde, se vinculó como directora desarrollo de nuevos negocios y BTL de El Tiempo, “donde me picó el bicho de los conciertos masivos, que me permitió llevar a Juanes al Coliseo El Campín. Y fue maravillosa la experiencia de encontrar financiación para los eventos y darle felicidad a la gente, verla feliz cantando. Ahí empecé con el tema”.
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Y en ese punto del camino estaba, cuando se enteró de que en Ocesa Colombia estaban buscando a una directora de proyecto para traer al país el Circo del Sol.
Eso fue hace 13 años ya. Luz Ángela no lo pensó, renunció a su trabajo “y me fui de freelance. Me dije: Si en seis meses me quedo sin trabajo, ya veré cómo resuelvo. Hoy creo que, si uno quiere marcar diferencia en la industria del entretenimiento en este país, se debe estar de la mano del líder, y ese líder en toda Latinoamérica y tercero en el mundo es Ocesa. Era un sacrificio personal, pero que me abría las puertas a un gran reto profesional”.
Se trata de una multinacional del mundo del entretenimiento en vivo que ha hecho posible la realización en Colombia de las cuatro versiones del Cirque Du Soléil, Coldplay, Madonna, One Direction, Foo Fighters, Justin Bieber, MaroonV, Rolling Stones, U2 y Bruno Mars, entre otros importantes shows
Luz Ángela Castro completa ya 13 años en esta organización, donde actualmente se desempeña como country manager. SEMANA conversó esta mujer que inspira y que ha marcado un antes y un después en este importante sector del país, tras más de 600 eventos y 2,5 millones de boletos vendidos.
SEMANA: ¿Cómo ha sido abrirse camino, siendo mujer, en una industria como la del entretenimiento que tradicionalmente ha sido manejada por hombres?
En mi caso me siento completamente afortunada. He tenido muy buenos maestros, mujeres y hombres. He aprendido de mujeres tan brillantes como María Mercedes Cuéllar, en Asobancaria, y de Ángela Orozco como presidenta de Proexport. He tenido referentes poderosos que han forjado quién soy hoy y me han sembrado la semilla de siempre dar la milla adicional. Siempre he tomado lo mejor de las personas que me han enseñado a ser líder. En esta industria en la que estoy ahora tengo referentes importantes como Julieta González, líder del teatro y los family shows en México, que ha abierto el camino a las que hemos venido detrás. Sin embargo, siempre he creído que derribar esos mitos sobre las mujeres en cargos de poder es una tarea conjunta de hombres y mujeres. Sí, a veces pueden aparecer voces que dicen despectivamente: “Es mujer”. Pero creo que eso es una limitación más de quien ve que de quien hace. Y al final los resultados son los que han hablado por mí.
Tanto a nivel público como privado existe la meta de que al menos el 30 % de los cargos de alta dirección estén en manos de mujeres. ¿Qué tanto se ha avanzado en esa materia en la industria del entretenimiento?
En mi experiencia en Colombia, México y algunas posiciones en Estados Unidos lo que uno ve es que cada vez hay más mujeres, y no solo por el tema de una cuota, sino porque han existido juntas directivas o liderazgos que buscan resaltar ese saber hacer de las mujeres. Y que encuentran en la visión estratégica de las mujeres una manera ampliada y complementaria de enriquecer el desarrollo de las empresas. En las cabezas de las organizaciones del entretenimiento como disqueras, escenarios y empresas promotoras sigue habiendo muchos hombres, pero en la segunda línea directiva hay muchas mujeres. En Ocesa Colombia es como al revés: de 35 trabajadores, 20 somos mujeres. Entonces significa que después de siglos de patriarcado, las mujeres estamos llegando al lugar donde tenemos que llegar y no por ser mujeres, sino por nuestras capacidades profesionales. Sí hay machismo, pero eso viene de líneas educativas que todos debemos superar.
¿Cómo recibieron a una ejecutiva con experiencia en la banca que terminó al frente de una de las mayores empresas del entretenimiento en vivo en Colombia?
Al comienzo, mis colegas locales me descalificaban. Decían: es mujer, es joven, no tiene ni idea. Viene del sector bancario, está loca. Cuando queríamos traer Madonna a Medellín decían: Qué va a hacer Madonna en Medellín, ¡es pop! Ha sido una carrera de desmitificar, de demostrar que es posible, de profesionalizar la industria. De tomar la vocería. De pasar de ser alguien descalificado, a ser hoy la líder de la industria. Y siempre he contado con el respaldo empresarial de Ocesa.
¿Cómo vivió el reto de la pandemia: el cultural y el entretenimiento fueron de los primeros sectores en cerrar sus puertas y de los últimos en abrir?
Cuando las cosas se ponen difíciles, más firme soy. La pandemia fue una experiencia muy enriquecedora. En ese momento salió coraje, liderazgo, trabajo en equipo. Bajar barreras de competencia y unir esfuerzos. Implicó tomar una actitud de liderazgo ante el Gobierno, ante las mesas de trabajo que se hacían para salir adelante en medio de esa coyuntura. Logramos demostrar de una manera proactiva el liderazgo que teníamos en la industria, que llevó a Ocesa a convertirse en referente y a mí como líder mujer por ser la vocera de la industria en ese proceso. Sacamos toda la creatividad posible para lograr sobrevivir.
¿Cómo organizar en ese momento a un sector tan grande que no contaba con un gremio?
No teníamos un gremio en ese entonces. Luego entró en la historia Fenalco Naranja, pero eso fue después. Tocó sobre la marcha tomar la vocería ante la Presidencia de la República, los ministerios, para que se entendiera la problemática en la que estábamos. Y llegamos a todos ellos como una voz unificada y profesional. En medio de eso nació Caravana, que eran los conciertos desde los automóviles, en alianza con artistas, empresas de logística, marcas patrocinadoras. Y realizamos más de 80 streamings, de donde nació Eticket, que es una empresa de venta digital de boletos. Hicimos Tigo Fest, una de las cosas más grandes que se hizo en pandemia, en donde contratamos ochos artistas en siete ciudades con transmisiones en vivo. La verdad es que fue muy valiosa y retadora esa experiencia.
La verdadera reactivación del sector será en 2023. Lo de la agrupación mexicana Rebelde, por ejemplo, no estaba en las cuentas de nadie…
Es que la pandemia nos dio un gran regalo. Evidentemente, nos puso en una situación compleja durante casi dos años, pero también nos puso en un nivel donde el entretenimiento pasó a ser parte de la canasta familiar. Porque es salud mental y felicidad para la gente. El 2022 representó la euforia de volver a salir con libertad, y el 2023 es un año de regularizar la asistencia a los eventos. Frente a Rebelde pensábamos inicialmente en dos conciertos, pese a que en México se habían vendido para entonces 10 estadios. Fue creer en el público y tomar riesgos. Y creo que esa respuesta se dio porque Rebelde fue la voz que unió a toda una generación.
¿Qué retos vienen para el sector?
Es un gran generador de empleo, alrededor de 100.000 personas, según una encuesta que hicimos en época de pandemia. Pero, creo que el mayor reto es formalizarlo más y lograr unas cifras que logren dar una dimensión de toda la gente que trabaja en el entretenimiento en vivo.