Brechas de género
Salud mental y felicidad en el trabajo: radiografía de la situación de las mujeres en Colombia
El estudio muestra que la brecha salarial de género en los trabajos comienza desde el mismo proceso de negociación de un candidato, y continúa con las negociaciones posteriores de salario.
Un reciente estudio publicado por Buk ha arrojado luz sobre la situación laboral de las mujeres colombianas en lo que va corrido del año, revelando brechas importantes en materia salarial y de satisfacción laboral.
La publicación, titulada “Radiografía de las Mujeres en el Trabajo 2024″, es la segunda versión de un estudio elaborado por Buk a nivel latinoamericano.
El objetivo de la investigación era encontrar las barreras, los desafíos y expectativas de las mujeres en sus trabajos para comprender cuál es la experiencia que enfrentan en estos ámbitos de sus vidas.
Uno de los hallazgos más relevantes de este estudio es que la brecha salarial de género en los trabajos comienza desde el mismo proceso de negociación de un candidato, y continúa con las negociaciones posteriores de salario.
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De hecho, la brecha salarial promedio entre hombres y mujeres en los países analizados es del 26%; desde antes de aceptar un trabajo, las mujeres tienen menos éxito que sus pares hombres al negociar una oferta laboral y al solicitar reajustes salariales, lo que termina por desfavorecer aún más sus remuneraciones.
La negociación en Colombia, dice el informe de Buk, es menor en mujeres, que con un 83% tienden a aceptar la primera oferta laboral, mientras que 3 de cada 4 hombres tiende a aceptar su primera oferta laboral.
Por otra parte, la tendencia a negociar condiciones de trabajo en Colombia va al alza mientras más altos son los cargos de responsabilidad. Los cargos de jefe de área o senior negocian más que los cargos administrativos o junior, y los cargos ejecutivos son aquellos que más negocian. Esto se repite tanto en hombres como en mujeres.
De las personas que han negociado su contrato, un 88% de los hombres negociaron, mejoraron las condiciones y aceptaron, mientras que un 12% negociaron, no mejoraron las condiciones y aceptaron de igual manera.
Y en el caso de las mujeres la aceptación de condiciones en la negociación es de 77%, y un 22% no mejoraron las condiciones luego de la negociación y aceptaron de igual manera.
Razones para aceptar un trabajo
Los motivos más predominantes para escoger un trabajo en Colombia son el salario y los incentivos monetarios atractivos, seguido de las oportunidades de crecimiento profesional. Los menos seleccionados son impacto social, trabajo desafiante y la posibilidad de trabajar a distancia.
Además, las oportunidades de desarrollo y el salario son los factores más importantes para aceptar un trabajo, tanto para hombres como para mujeres en Colombia.
Estas fueron las razones más mencionadas para aceptar un trabajo en Colombia, según género:
- Salario e incentivos monetarios atractivos: 57% mujeres, 68% hombres
- Oportunidades de crecimiento profesional: 39% mujeres, 42% hombres
- Flexibilidad laboral: 23% mujeres, 21% hombres
- Necesidad económica urgente (fue mi primera oferta y acepté): 21% mujeres, 18% hombres
- Ambiente laboral: 18% mujeres, 24% hombres
- Valores y cultura de la organización: 17% mujeres, 15% hombres
- Beneficios laborales atractivos: 16% mujeres, 19% hombres
- Distancia al lugar de trabajo: 15% mujeres, 18% hombres
- Posibilidad de trabajar a distancia: 12% mujeres, 13% hombres
- Trabajo desafiante: 11% mujeres, 14% hombres
- Impacto social: 10% mujeres, 12% hombres
Flexibilidad laboral, requisito clave
Por otro lado, la flexibilidad laboral es un factor crucial para mejorar la experiencia laboral de las mujeres y fidelizarlas en sus puestos de trabajo.
Es especialmente relevante para aquellas mujeres con hijos menores de 12 años, quienes valoran más esta opción y muestran una mayor satisfacción laboral cuando tienen la posibilidad de teletrabajar.
Satisfacción y conciliación laboral-personal
Además, en comparación con años anteriores, las mujeres reportan una menor satisfacción en la conciliación entre su vida personal y laboral, especialmente en roles ejecutivos o directivos. Además, experimentan niveles más altos de estrés y depresión en el trabajo en comparación con los hombres.
Microagresiones y desafíos adicionales
El estudio revela también que las mujeres enfrentan más microagresiones en el lugar de trabajo, especialmente aquellas pertenecientes a grupos minoritarios como personas LGBTIQA+.
Esto se mantiene en todos los ejes estudiados, excepto en “ser interrumpido constantemente en reuniones”, donde los hombres responden un 56% pocas veces o a veces, y 6% muchas veces o siempre.
Las mayores diferencias se encuentran en “Otras personas reciban el crédito de tus ideas o trabajo” y “Recibir críticas sobre tu estilo de trabajo y sin recibir apoyo constructivo”.
Finalmente, la conclusión del estudio de Buk es que las organizaciones se enfrentan al “desafío de comprometer el talento femenino. Las cifras muestran que la tasa de renuncia de las mujeres es mayor a la de los hombres, y la proporción de aquellas que están activamente buscando un nuevo trabajo es cerca del doble de la de sus pares hombres que están haciendo esto mismo”.