Opinión
Trabajo colaborativo y sostenibilidad: el dúo clave para empresas que dejan huella
Los negocios que apuestan por el trabajo colaborativo tienen la capacidad de innovar y adaptarse a un entorno cambiante. Mientras que contar con un enfoque sostenible garantiza su permanencia y relevancia en el mercado.

El emprendimiento en Colombia es un motor de desarrollo económico y social. Sin embargo, para que una empresa sobreviva y además, trascienda en el tiempo, es fundamental construir sobre dos pilares esenciales: el trabajo colaborativo y la sostenibilidad. Ambos factores no solo determinan el éxito empresarial, sino que también generan un impacto social profundo en las comunidades y en el país en su conjunto.
Empresa que se aísla se condena al fracaso
El mundo de los negocios ya no es un escenario de competencia aislada, sino un ecosistema interconectado donde la colaboración se convierte en una ventaja competitiva.
En un país como Colombia, donde el tejido empresarial está compuesto en un 99% por micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), la cooperación entre empresarios, empleados, proveedores y comunidades es clave para la consolidación de un mercado más robusto y resiliente.
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El trabajo colaborativo permite a las empresas compartir conocimientos, reducir costos y potenciar sus capacidades de innovación. Un ejemplo de esto es el auge de las redes de emprendimiento y los clústeres empresariales en sectores como la agroindustria, la tecnología y el turismo, donde diversas compañías unen esfuerzos para acceder a nuevos mercados y mejorar su competitividad.
Además, la colaboración interna dentro de las empresas es un factor determinante del éxito. Un estudio de McKinsey & Company indica que las organizaciones con una fuerte cultura de trabajo en equipo tienen un 20% más de probabilidades de superar a la competencia en términos de innovación y crecimiento. Cuando los empleados trabajan en un entorno de confianza, con objetivos comunes y comunicación efectiva, la creatividad y la productividad se potencian de manera significativa.
Sostenibilidad, clave para la permanencia de las empresas
El concepto de sostenibilidad ha evolucionado más allá del enfoque medioambiental. Hoy en día, una empresa sostenible es aquella que equilibra el crecimiento económico, el bienestar social y la preservación del entorno. En Colombia, este enfoque es cada vez más relevante, especialmente en sectores como el agrícola, el energético y el manufacturero, donde la gestión responsable de los recursos es un factor clave para la competitividad.
Empresas que han apostado por la sostenibilidad han logrado mejorar su reputación, acceder a mercados internacionales y obtener financiamiento de fondos de inversión con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Un ejemplo inspirador es el de Crepes & Waffles, una compañía colombiana que ha integrado prácticas sostenibles en su modelo de negocio, desde la contratación de madres cabeza de familia hasta la implementación de procesos ecoeficientes en sus restaurantes. Este tipo de iniciativas no solo fortalecen la marca, sino que también generan valor a largo plazo.
El sector financiero también ha reconocido la importancia de la sostenibilidad. Según la Superintendencia Financiera de Colombia, en 2023 el 75% de las entidades bancarias ya incorporan criterios ambientales y sociales en sus decisiones de inversión y crédito. Esto demuestra que ser una empresa sostenible no es solo una elección ética, sino también una necesidad estratégica para acceder a mejores oportunidades de crecimiento y financiamiento.
Éxito empresarial, más allá de la rentabilidad
El éxito empresarial en Colombia no puede medirse únicamente en términos de rentabilidad. Las empresas tienen una responsabilidad con el entorno en el que operan y, cuando actúan con un propósito social, contribuyen a la construcción de un país más equitativo y próspero.
Un claro ejemplo de esto es la expansión de modelos de economía circular, en los cuales compañías de diferentes sectores han encontrado formas innovadoras de reducir desperdicios y optimizar el uso de recursos. Proyectos como Bancalimentos, que permite a las comunidades rurales intercambiar residuos reciclables por productos de la canasta básica, demuestran cómo la sostenibilidad y la colaboración pueden generar un impacto transformador en la sociedad.
Además, las empresas pueden fomentar el desarrollo local a través de la educación y la capacitación de sus empleados y comunidades. Un estudio de la Universidad de los Andes reveló que las empresas que invierten en formación para su personal no solo mejoran su productividad en un 30%, sino que también contribuyen a la movilidad social y a la reducción de la pobreza.
Las compañías que entiendan que el éxito no solo se mide en utilidades, sino en su impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, serán las que realmente dejan una huella en la historia empresarial del país. Colombia necesita más empresas que trasciendan, que no solo generen riqueza, sino que también construyan un futuro más sostenible y equitativo para todos.
María Carolina Angulo, CEO & cofundadora Lok Foods