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Xóchitl Gálvez vs. Claudia Sheinbaum: el histórico enfrentamiento por la Presidencia de México que lideran dos mujeres
El país acudirá a las urnas el 2 de junio en las elecciones “más grandes de su historia”.
“Un hito histórico en un país de marcada cultura machista”, así califican especialistas y medios de comunicación de todo el mundo la contienda electoral que dio inicio este mes en México con el protagonismo de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las dos candidatas que lideran la carrera a la Presidencia del país norteamericano.
La campaña electoral despegó con la perspectiva de consagrar a la primera mujer en el máximo cargo de esa nación, pero el domingo 2 de junio los votantes también elegirán los 628 escaños de las dos cámaras del Congreso y miles de cargos locales. Habrá comicios en las 32 jurisdicciones, con más de 20.000 puestos a elegir, lo que la convierte en la mayor jornada electoral del país, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE).
De momento, la favorita en las encuestas es Sheinbaum, a quien los sondeos dan una cómoda ventaja con cerca del 59 % de los votos. La exalcaldesa de Ciudad de México es considerada la sucesora del actual presidente Manuel López Obrador y está respaldada por su partido, Morena.
La senadora Xóchitl Gálvez parte como segunda, con un 36 % de los respaldos, según las encuestas. Gálvez es una acérrima crítica de López Obrador y representa a la coalición Fuerza y Corazón por México, formada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Revolución Democrática (PRD).
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Por detrás de las dos candidatas está Jorge Álvarez Máynez, un político poco conocido del Movimiento Ciudadano, quien suma apenas un 5 % de favoritismo.
La campaña de Claudia Sheinbaum
Cuando lanzó su campaña de manera oficial, el pasado 1.° de marzo, Claudia Sheinbaum declaró ante decenas de miles de seguidores en el Zócalo de Ciudad de México, principal plaza pública del país: “No llego yo, llegamos todas (...), me va a corresponder también luchar por las mujeres”.
Física y exalcaldesa de Ciudad de México de 61 años, Sheinbaum cimenta su campaña en la oferta de profundizar el proyecto de López Obrador, a quien la Constitución impide presentarse para un segundo mandato.
Además, basa sus propuestas en una lista de 100 compromisos para dar continuidad a la llamada “transformación”, el actual proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, incluida la política de seguridad, blanco de críticas por parte de la oposición, que considera al Gobierno “complaciente” con los carteles del narcotráfico.
“La estrategia que promoveremos será atacar las causas (de la violencia), fortalecer la Guardia Nacional y su coordinación con las policías estatales”, prometió en un reciente discurso.
Sheinbaum también advirtió que un eventual gobierno suyo mantendrá la cooperación con Estados Unidos, del que México es el principal socio comercial, pero no se subordinará.
“Coordinación sí, subordinación no. Nunca agacharemos la cabeza”, dijo, y prometió mantener la “austeridad” y la “disciplina fiscal” en la segunda economía latinoamericana después de Brasil.
¿Qué propone Xóchitl Gálvez?
Por su parte, Xóchitl Gálvez es una ingeniera en computación y locuaz senadora de raíces indígenas, también de 61 años, que apuntala el tema de la seguridad como uno de los ejes de su campaña.
La aspirante critica fuertemente el lema del gobierno actual “abrazos, no balazos”, con el que el presidente López Obrador sostiene que hay que atender las causas del problema, como la pobreza, más que optar por la mano dura contra el crimen organizado.
“¡Se acabaron los abrazos a los delincuentes!”, lanzó a inicios de mes Gálvez durante un periplo por Fresnillo, Aguascalientes e Irapuato, tres de las ciudades más golpeadas por el crimen organizado.
Sin embargo, en Irapuato plasmó una huella con sangre en un papel donde se comprometió a mantener los programas sociales en los que López Obrador basa su popularidad del 70 %. “Es un pacto de sangre”, expresó en su momento.
También ofrece fomentar la inversión extranjera, ya en altos niveles, así como finalizar la explotación de combustibles fósiles y la “militarización” del país.
La importancia de una presidenta mujer por primera vez
Una mujer presidenta sería un gran paso en un país con altos niveles de violencia de género y profundas disparidades entre hombres y mujeres.
México sigue experimentando un intenso “machismo”, expresado en su forma más extrema en el elevado número de feminicidios, pero también en cientos de detalles cotidianos más sutiles.
Aunque las mujeres han alcanzado puestos de poder político en la vida pública –en parte debido a las cuotas de representatividad exigidas en los cargos públicos– siguen sufriendo elevados niveles de violencia de género. Los feminicidios han sido un problema persistente durante décadas.
*Con información de la AFP y Reuters.