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12 datos de la vida de Joe Biden
El nuevo presidente de Estados Unidos es católico, fue mal estudiante y ha tenido una vida marcada por el dolor, la muerte y la tragedia. Estos son los momentos clave de su carrera política. “Mi papá siempre me decía: ‘Campeón, la medida de un hombre no es qué tan seguido lo noquean, sino qué tan rápido se levanta".
1. Es el hombre con mayor número de votos que llega a la Casa Blanca
Joe Biden llega a la Casa Blanca luego de dos infructuosos intentos (1988 y 2008). Con la Presidencia, Biden sella así una vida entera dedicada al sector público. Nació el 20 de noviembre de 1942 en Scranton, estado de Pensilvania, en el seno de una familia católica de origen irlandés. Fue el mayor de sus tres hermanos, dos varones y una mujer. El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, ha acumulado más votos de los que logró Barack Obama en las elecciones de 2008, superando así el récord establecido por este. "“Me honra la confianza que han puesto en mí. Prometo ser un presidente que busque unir y no dividir, que no vea estados azules o rojos, sino a los Estados Unidos”, dijo en su discurso.
2. Es el hijo de un vendedor de botes
Su padre, de quien heredó su nombre, había sido un exitoso vendedor de botes en la década de los 30, pero una serie de malas inversiones lo dejó en una delicada situación económica y sin otra opción que vivir con sus suegros, los abuelos maternos de Biden. En esas condiciones creció el ahora candidato que, como comentó al New York Times en 2008, recuerda con cariño los momentos en los que husmeaba el clóset de su padre y encontraba lujosas prendas y accesorios de lo que había sido su vida en el pasado. Asegura que jamás lo escuchó quejarse o evocar con nostalgia aquellos años. “Mi papá siempre me decía: ‘Campeón, la medida de un hombre no es qué tan seguido lo noquean, sino qué tan rápido se levanta’”, contó al diario The New York Times. Esta filosofía la mantiene hasta el día de hoy y ha sido determinante en sus episodios más complicados.
3. Su padre fue desempleado por un tiempo
En 1953, cuando la economía norteamericana pasaba por uno de sus momentos más dulces tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la realidad de la familia era opuesta. La imposibilidad de Biden padre para conseguir trabajo lo obligó a trasladarse cientos de millas al sur con su esposa e hijos. Más exactamente a Claymont, Delaware. Sería en ese estado en donde la familia recompondría sus finanzas y lentamente se integraría a la clase media.
4. No fue buen estudiante
Con mucho esfuerzo económico, sus padres lo matricularon en la Archmere Academy, un colegio católico privado de la zona en donde Joe Biden se distinguió por sus dotes de liderazgo y no precisamente por su rendimiento académico. No era un estudiante de reprobar sus asignaturas, pero tampoco sobresaliente. En cambio, sí formó parte del equipo de fútbol americano y fue elegido como miembro del consejo estudiantil en sus últimos dos años de bachillerato. Allí comenzaría a trabajar en su tartamudeo —un asunto del que sus detractores se burlan al día de hoy— repitiendo una y otra vez discursos frente a un espejo. Las dificultades para expresarse las superaría años más tarde en la Universidad de Delaware en donde estudió historia y ciencia política. Una investigación del Washington Post en 1987 encontró que Biden ocupó el puesto 506 en una promoción de 688 estudiantes y que su promedio de calificaciones estuvo entre el 70 y 79 por ciento. Eso no le impidió graduarse en 1965 y aplicar para un cupo en la Escuela de Leyes de la Universidad de Siracusa en Nueva York.
5. Se enamoró de una profesora
Fue admitido y en su primer año viajó con sus compañeros a Bahamas durante el receso reglamentario de primavera. Al viaje también asistió Neilia Hunter, una profesora del distrito de Siracusa, de la que cayó profundamente enamorado y a la que pidió matrimonio meses después. El principal obstáculo fueron los padres de Hunter que no querían dar el visto bueno a la unión debido a que Biden no era protestante. Finalmente accedieron y una iglesia de Skaneateles, Nueva York, fue el escenario de la boda.
6. Comenzó su vida política en New Castle
Con el título de abogado bajo el brazo y habiéndose salvado de ir a Vietnam por sus problemas de asma, Biden y su esposa volvieron a Delaware. Fue entonces que apareció la política. Sin tener claro cuáles eran sus ideales, lo único que Biden sabía era que el presidente Richard Nixon no era de su agrado. Quizá por eso, en 1969, compitió como demócrata para ser consejero del condado de New Castle. Salió elegido, aunque el condado era históricamente conocido por sus posturas conservadoras, y se opuso a diferentes proyectos de infraestructura que amenazaban con perturbar la tranquilidad de los barrios en donde residían sus electores. Eso le bastó para darse a conocer. Cuando en 1972 anunció que se postularía al Senado y competiría contra James Caleb Boggs, republicano que cumplía 12 años en el Congreso, lo llamaron loco. El mismo Partido Demócrata sabía que era altamente improbable que Boggs perdiera su curul y por eso le ofrecieron la candidatura a Biden. Necesitaban sacrificar a alguien y el joven de 29 años les cayó la boca. Con los ahorros de sus familiares, quienes le sirvieron de voluntarios a lo largo de su campaña, promovió un programa que se enfocaba en el retiro de tropas de Vietnam, apoyo al movimiento de los derechos civiles y una redistribución más justa de la carga tributaria. Ganó con un estrechísimo margen: el 50,5 por ciento de los votos.
7. La muerte y las tragedias han marcado su vida
Justo cuando aún continuaba en las mieles de la victoria, la vida lo sacudió trágicamente. Su esposa y sus tres hijos (Beau, Hunter y Naomi) se dirigían a comprar un árbol de Navidad para decorar su hogar cuando el vehículo en el que se transportaban fue embestido por un camión. Aparentemente, Neilia Hunter pasó por alto una señal de tránsito y esto ocasionó el accidente. Los servicios de emergencia atendieron prontamente a la familia de Biden. Sus dos hijos, Beau y Hunter, presentaron algunas lesiones, pero su esposa y su hija Naomi no sobrevivieron. Décadas después, Biden admitiría que eso lo llevó a entender a las personas que contemplan el suicidio. “Pensé en ello, no en hacerlo. Pensé en cómo sería ir al Puente Conmemorativo de Delaware, saltar y terminar con todo”, aseguró a CNN. “Pero nunca me subí al auto para hacerlo o ni siquiera estuve cerca”, agregó.
8. Jill encendió de nuevo el amor en su vida
Después de la tragedia de haber perdido sus hijos, Biden quiso renunciar a todo, incluida su curul en el Senado, pero sus amistades lo disuadieron de hacerlo. Optó entonces por pararse en vez de seguir noqueado, como le decía su padre. Se posesionó como congresista en el centro médico en donde Beau y Hunter aún adelantaban su proceso de recuperación y todos los días, por más de 36 años, tomó largos trayectos diarios de tren para ir a Washington DC a trabajar y regresar por las noches a compartir tiempo en familia. Familia que, además, se extendería en 1977 cuando volvió a casarse con Jill Tracy Jacobs y en 1981 cuando nació su hija menor, Ashley. Nunca dejó que sus labores interfirieran en su papel de papá. La historia oficial cuenta que durante meses sus amigos le insistieron que volviera a salir. Finalmente, un día en 1975, en un almuerzo con su hermano Frank, vio un anuncio publicitario con la foto de Jill. “Saldría con alguien como ella”, le dijo. Casualmente, Frank tenía su número de teléfono: “Llámala. Te va a encantar, ella odia la política”. Joe la llamó esa misma tarde. Jill sabía quién era por su campaña al Senado y aceptó la invitación. El resto es historia. Por primera vez desde que perdió a su esposa Joe sentía esperanza. “Me devolvió la vida”, escribió Biden en sus memorias. “Me hizo pensar que mi familia podría volver a estar completa”.
9. Hizo una larga carrera en el Senado
En el Capitolio, entre 1987 y 1995, Biden fue parte del Comité Judicial del Senado. Se le recuerda por su férrea oposición a la nominación de Robert Borke como juez de la Corte Suprema de Justicia en la presidencia de Ronald Reagan. Borke, en buena medida por las críticas Biden, no llegaría a ocupar la magistratura (58 senadores votaron en su contra) y su fallido intento se convertiría en un hito de la cultura jurídica norteamericana. El Comité de Asuntos Exteriores fue otro espacio en el que Biden se destacó, especialmente cuando lideró la postura de Estados Unidos con respecto al conflicto en los Balcanes. Llegó incluso a viajar a Europa y reunirse con el serbio Slobodan Milošević, a quien calificó, sin ningún temor, como “criminal de guerra”. Abogó, tanto en la presidencia de George H.W. Bush como la de Bill Clinton, por la protección de la población kosovar. Después de los atentados a las Torres Gemelas en 2001, Biden, al igual que 28 de sus colegas demócratas, aprobó la resolución que dio origen a la intervención militar estadounidense en Irak. La forma en la que se desenvolvió el conflicto lo llevaron a retirar su apoyo a la invasión, pero no ha dejado de ser un motivo para que muchos votantes lo piensen dos veces antes de depositarle su confianza.
10. Fue el vicepresidente de Obama
Días después de cumplir 35 años como senador, en enero de 2007, Biden hizo público su deseo de ser presidente. Su principal carta de presentación era su larga experiencia, pero no fue suficiente para cautivar al electorado. El hastío con el gobierno de George W. Bush direccionó el apoyo popular hacia Barack Obama. Por segunda vez, en enero de 2008, retiró su postulación. Luego, Obama lo presentó como su vicepresidente. En sus ocho años en la Casa Blanca estuvo a cargo de moldear la política militar en Irak (invasión que para entonces ya era vista como un fracaso) y ayudar a aprobar el presupuesto. El legado más grande de la administración Obama-Biden, sin duda, es la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, también conocida como Obamacare. Esta política garantizó atención médica a millones de personas que anteriormente, por cuestiones de costos, no tenían acceso al sistema de salud. Su tranquila forma de ser y sus posturas cada vez más liberales (como cuando se mostró a favor del matrimonio homosexual incluso antes que Obama) le consiguieron el cariño de las bases demócratas.
11. El dolor llegó de nuevo cuando estaba en la Casa Blanca
Y cuando esperaba culminar su periodo como vicepresidente sin ningún contratiempo, una vez más, el dolor tocó su puerta. Beau Biden, su hijo mayor, murió de un cáncer de cerebro contra el que luchó por más de dos años. “Prométeme que estarás bien”, fue una de las últimas cosas que le dijo a su padre. Su deceso fue el motivo por el que Biden desistió de perseguir una tercera candidatura en 2016. En enero, Biden se explayó sobre la indeleble influencia que tiene Beau en su vida. “Cada mañana me levanto (...) y me pregunto: ¿Estaría orgulloso de mí?”. El hoy presidente de los Estados Unidos aseguró que ese dolor “nunca se va”. Su partida fue desgarradora y según relató, Beau se despidió de este mundo “con la misma integridad, valentía y fuerza que demostró cada día de su vida”.
12. Es el cuarto candidato que le gana a un presidente en ejercicio
La victoria de Biden significa también el fin de la presidencia de Donald Trump. Biden fue percibido como la otra alternativa, un personaje considerablemente menos carismático que su rival, pero sí más mesurado y sensato. “Soy un demócrata, pero gobernaré como un presidente de Estados Unidos. Trabajaré tan duro por quienes votaron por mí como por quienes no lo hicieron...Para todos aquellos que votaron por el presidente Trump entiendo la decepción de esta noche. He perdido un par de veces. Pero ahora, démonos una oportunidad. Es hora de dejar de lado la retórica áspera, bajar la temperatura, volver a verse, volver a escucharse ".
Vea el discurso de Joe Biden